Capítulo 44

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Carla.

- Mañana serán cinco días y todavía no habéis avanzado nada, como esto siga así volveréis rapidito a España.-

Decía el mensaje de uno de los polis con los que estábamos trabajando.

- Nos hemos estado acercando a ellos, pero no es fácil.-

Jennie intenta calmar los ánimos, sin embargo dudo que lo haga porque ya están lo suficientemente impacientes como para ni molestarse en ser educados.

- Tenéis un día más para conseguir algo, si no ya hablaremos de vuestro regreso.-

Jade ya había dejado de lado toda la amabilidad con la que nos había recibido en el aeropuerto.

- ¿Estas bien?.-

Carlos me había pillado en un mal momento. Sé que no hacía lo correcto al yo hablar con unos policías sobre sacarle información mientras él rompía con su novia por mi.
No me gustaba mentirle, pero era necesario.
Y me estaban metiendo prisa para que sacara alguna cosa, y no tenía ni idea de cómo iba a hacerlo.

Podrá parecer que lo que le dije era solo para que confiara en mi y me contara todo lo relacionado con Diego, pero no es así.
Todo lo que le había dicho era enserio. Quería ponerlo a él a salvo, quería que por una vez aceptase ser él el que es protegido y no el que protege.
Quiero de verdad que sea feliz por una vez sin tener que cargar con el peso de ponerme a salvo a mi ni a nadie.
Se lo merece, se merece descansar.

Pero como siempre es un cabezota.
Obviamente no iba a contarle como pensaba ocuparme yo del asunto, aún así tenía la esperanza de que me dejara ayudarlo. Me parece que va a ser mucho más difícil de lo que pensaba. Tengo que pensar muy bien en cómo actuar y en qué decirle para que me suelte algo importante. Lo suficiente como para que no nos obliguen a volver a España.




- ¿Sales hoy?.- Me pregunta Alex pasándome la cuenta de la mesa dos.- ya ha pasado mucho desde la última vez que salimos juntos.-

Lo ignoro y voy a la mesa en la que se encuentran dos señoras mayores bastante majas. Incluso me han dado propina por haberle traído un vaso de agua, tal vez la próxima vez considere ser mucho más simpática con los clientes que vienen. Me resulta bastante difícil dado que me pillan con apenas unas horas de sueño en el cuerpo... pero todo sea por la propina.

Ya han pasado tres semanas desde que pisé este hotel y parece que hubieran pasado siglos. Me encanta estar aquí por varias razones, entre ellas porque puedo ver a Carlos siempre que quiera o que el pueda... ultimamente ha estado ocupado con por lo que me ha dicho ''asuntos del futuro modelo profesional''. Después de mucho pensárselo, y darle vueltas durante todo un día decidió llamar a aquel hombre que lo paró por la calle.
Por lo que sé sus amigos se burlaron bastante de su nuevo ''hobbie", hasta lo amenazaron con ir a visitarlo para supuestamente apoyarlo. Me hace bastante gracia, pero a pesar de meterme con él, me parece una profesión muy interesante, además me gusta poder decir que mi novio es modelo.

Todavía se me hace raro asimilar que es mi novio. Aunque no podamos hacerlo oficial, nosotros, Dani y Míriam, y algunos de sus amigos también lo saben. Intentamos ser lo más discretos que podemos, sobre todo por Jennie e Irene, no quiero que se entrometan más de lo que ya lo han hecho y lo están haciendo.

Por ahora hemos conseguido alguna que otra cosa importante de Diego, y con eso mantenemos tranquilos a Jorge y a los demás, pero no se cuanto dure.
Lo que tengo claro es que necesito saber el lugar donde Carlos recoge lo que le envía ese hombre para lograr que atrapen al mensajero. Tengo que presionarlo más, por ahora yo he sido la que menos he aportado en el caso y no hay día en el que Míriam no me lo recuerde. Se pasa las horas recalcando que como no avance me mandarán de vuelta, puede resultar un poco agotador.

Maldito desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora