1 | STAY (BUCKY BARNES)

•- Capítulo 7

Esa noche, James durmió como hace años no lo hacía. Por supuesto Leah no pasó la noche con él, de hacerlo se haría un escándalo en el complejo y prefería evitarlo, sobre todo para que él no se sintiera incómodo.

Para Steve era algo raro que su amigo hubiera despertado de tan buen humor, y por supuesto James no le diría la razón. Con las ideas del rubio seguramente lo malinterpretaría y lo que menos quería era causarle problemas a Leah.
Y tal vez su buen humor seguiría intacto, de no ser por el anuncio que Stark hizo durante el desayuno.

— ¿Una fiesta, Tony? ¿Es en serio? —le cuestionó el capitán.

— Creí que Pepper te había dicho que no quería una. —le dijo Bruce, recordando el incómodo momento en el que el millonario y su novia habían discutido sin importarles su presencia.

— Por supuesto que la quiere, sólo no quiere darme la razón.

Lo último que quería, era eso. Una fiesta donde seguramente tendría que ser de lo más agradable y convivir con personas que ni siquiera conocía.

— A mi me parece bien. —lo apoyó el sokoviano— Tendré una excusa para bailar contigo toda la noche.

Bucky frunció el ceño por el tono seductor que usó, aparte de notar la expresión de incomodidad de Leah cuando el chico pasó su brazo alrededor de sus hombros.

— Bueno... —habló ella, separándose de Pietro— Es su aniversario, es lógico que quieras celebrarlo así.

— ¡Al fin alguien que me entiende! —exclamó alzando los brazos— Además, también vendrá Thor, no puedo cancelar a estas alturas.

— ¿Thor? —los ojos de la castaña se iluminaron, y él volvió a fruncir el ceño.

¿Quién diablos es Thor?

— Los quiero a todos ahí. Eso te incluye a ti, robocop. —agregó, señalando a Bucky, quien estaba más alejado del grupo.— A todos. —repitió antes de subir al elevador.

•—•—•—•

El duelo que se llevaba a cabo frente a ellos no podía ser más interesante. Sólo juntando las mentes de Tony y Steve, se les pudo ocurrir enfrentar a Leah y Wanda. Según ellos, pelear contra un poder totalmente diferente al propio las ayudaría.

— Le apuesto a la brujita. —le dijo Barton a Tony. El otro no tardo en estrechar su mano con la de él.

¿De qué estaba hablando?
Wanda era poderosa, si. Pero él no dudaría en apostarle a Leah. Porque sabía que era lo suficientemente capaz como para derrotar a quien sea.
La castaña cayó de rodillas totalmente agotada, al menos eso fue lo que le oyó decir a Clint, bastante seguro de que ganaría la apuesta. Pero cuando Leah alzó la mirada y sus ojos eran de un gris  más brillante, supo que ese era su momento. Sus manos se alzaron y con un movimiento salieron varios picos de hielo disparados en dirección a Wanda. Maximoff alcanzó a detenerlos y cambió su dirección ahora a la chica que los había creado.

— Chicas. —les llamó Bruce por el micrófono de la sala especial— Tal vez es suficiente por hoy.

— ¡Oh, vamos! —exclamó el arquero— No se matarán.

— Es mejor no arriesgar. —le dijo el capitán, y les hizo una señal a las chicas por el otro lado del vidrio.

Él había sido uno de los de la idea, y ahora simplemente detenía el entrenamiento. ¿Por qué?
Las puertas se abrieron y los hombres presentes se adentraron en la habitación especial.