•- Capítulo 12

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El quinjet iba tan rápido como podía, según Bruce no era algo tan grave pero era mejor si trabajaba con el equipo del laboratorio.
Durante todo el viaje, Leah no se movió de un minuto de su lado, a pesar de que Steve le aseguró que estaba bien.

Al llegar al complejo Nat y Visión ya los estaban esperando justo en la entrada para dirigirse al laboratorio.

— Leah, está bien. —le aseguró Bruce por cuarta vez— Puedes descansar, nosotros nos encargaremos.

— No lo creo. —respondió de inmediato y caminó detrás de ellos.

Bucky sonrió, pues su novia se opondría a cualquiera que intentara negarle la entrada. Busco su mano cuando estuvo a su lado y le dió un ligero apretón. Leah se giró de inmediato y se inclinó para acomodar su cabello.

— ¿Necesitas algo? —le pregunto casi en un susurro.

— Estas aquí. Eso es suficiente.

Y lo era.
Durante sus años en HYDRA, nunca tuvo alguien que se preocupara por él o que siquiera mostraran algo de empatía. Nada. Por eso no podía pedirle mucho a Leah, que no fuera estar con él.

— Genial, ahora no se irá. —musitó el millonario.

•—•—•—•

Tomó el folder entre sus manos y se dispuso a leerlo una ve que halló un buen asiento en el sofá. Cuando fue a ayudar a Bucky y Steve, Tony se aseguró de llevar todos los archivos que
encontraron directo al quinjet.

No sabía que esperar, pero cuando vio su foto sintió una opresión en el pecho. Era evidente que era de hace varios años; era todo un desastre. Su rostro pálido y su mirada perdida, nada más efectivo para recordarle esos horribles años.

En la primera página se podía leer:

FROST PROJECT

Nombre: Leah Marie Carson
Nacionalidad: Americana
Sexo: Femenino
Fecha de Nacimiento: 17 de agosto de 1993
Condición: Alterada

Entre otras cosas. Pero lo que más le dolió leer fue la parte en que se le describía como "arma letal", o al menos eso era lo que esperaban hacer de ella.
Por muchos años le costó aceptarse a si misma y a lo que era, leer ese archivo significaba volver al pasado y a su miedo de hacer daño.

— No deberías leer eso. —dijeron en tono de reproche.

Leah alzó la mirada y entre la oscuridad de la habitación encontró una figura masculina mirándola detenidamente.

— No deberías estar despierto.

— Y tú no deberías estar leyendo eso. —le señaló los papeles que aún tenía en mano. Negó con la cabeza y con un movimiento de mano obligó a la chica a hacerse a un lado— Deja de torturarte.

— Un arma letal, así me describen. Es lo que hicieron.

— No, nada de lo que dice ahí es cierto. Eres una buena chica, algo desesperante a veces, pero no le harías daño a nadie.

Ella sonrió de lado. Él era el tipo de hombre que siempre sabía que decir para animar a un amigo.

— Las personas no deben ser juzgadas por su pasado, eso no nos define.

1 | STAY (BUCKY BARNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora