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Apenas había logrado dormir unas horas y para su mala suerte ahora estaba despierta. Aunque no todo era malo, pues James continuaba durmiendo a su lado y así ella podía permitirse apreciarlo con toda la calma del mundo. Recorría cada detalle de su rostro; su ceño ligeramente fruncido y sus labios entre abiertos.
Sus ojos pesaban y estaba segura de que su rostro se veía terrible, pero al menos él estaba tranquilo al fin. Lentamente empezó a abrir los ojos y se encontró con la chica mirándolo dulcemente al mismo tiempo que apartaba unos mechones de cabello de su frente.
— No has dormido. —aseguró, porque sus ojeras eran bastante notables— Lo lamento.
Ella negó con la cabeza y le sonrió, acomodándose entre sus brazos como lo hacía todas las mañanas.
— ¿Estás mejor?
— Eso creo. —respondió sin muchas ganas. La cabeza aún le dolía y la garganta la sentía seca— No has dormido bien estos días.
— No pasa nada. —le aseguró.
Había sido una noche difícil, hacía mucho tiempo que no tenían que pasar por eso así que volvía a ser como algo nuevo. Dos semanas habían pasado desde que Bucky volvió a tener pesadillas, y esta era la primera vez en días que dormía tranquilo, a diferencia de Leah que apenas lograba dormir unas horas.
— Ya no hay ciruelas. —comentó Bucky, con tanta seriedad, como si fuera algo realmente grave, que ella soltó una carcajada.
— Iré por más, luego...—se detuvo cuando escuchó un gruñido de su parte.
— Mejor duerme, yo iré. —dijo, acariciando su mejilla para luego levantarse de la cama recibiendo un quejido como respuesta.
— ¿Seguro? —preguntó no muy convencida, pues siempre salían juntos y con mucho cuidado de pasar desapercibidos. Así les había aconsejado Fury.
— No pasa nada, muñeca. Tú descansa
Leah ató su cabello sin preocuparse porque quedara perfecto. No había pasado mucho tiempo desde que James salió y ya comenzaba a sentirse nerviosa, y el sueño desapareció por completo así que dormir no era una opción. Remango las mangas de su suéter que era unas tallas más grande y se sentó sobre la orilla de la cama esperando el regreso de su novio. Encendió la pequeña televisión que se encontraba frente a ella horrorizándose al instante cuando escuchó a la conductora del noticiero:
Una bomba en una camioneta de noticias arrasó el edificio de la ONU. Más de 70 personas resultaron heridas, y al menos 12 muertos, incluído el Rey T'Chaka de Wakanda. Los oficiales hicieron público un vídeo del sospechoso a quien identificaron como James Buchanan Barnes, el soldado del invierno.
Maldición, esto no puede estar pasando. Repetía en su mente, ahora no tenían que cuidarse sólo de HYDRA, sino que también de las autoridades. Debía encontrar a James y salir de ahí tan rápido como pudieran. Así que tomó las llaves y se apresuró a salir del pequeño departamento. Pero cuando abrió la puerta se encontró con una persona que hace meses no veía.
