•- Capítulo 14

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Bucky alistó su arma y se aferró bien a ella. Steve iba al frente asegurándose que el lugar estuviera despejado, Natasha Romanoff siguiéndole el paso, él iba hasta atrás para asegurarse de que nadie los siguiera.

— Estamos en posición. —aviso Nat a los demás por el comunicador.

— Bien, no se muevan hasta que yo de la señal. —le respondió Tony— Thor y yo vamos en camino, ¿entendieron? No hagan nada hasta que lleguemos.

— ¡No! ¡Déjenme! —escucharon sus gritos estremecedores no muy lejos de donde estaban.

— Leah... —murmuró Buck dándose cuenta de que era su voz.

— Buck no...

Steve trató de impedirle el paso, pero el soldado lo esquivó hábilmente para salir corriendo a su rescate.

— ¡¿Qué no entendieron la parte de No hagan nada?! —alegó Tony por el comunicador, esto sólo iba a complicar las cosas.

— Cierra la boca y mejor dense prisa. —le dijo la espía rusa para apresurarse a seguir a los dos súper soldados— Vamos a necesitar mucha ayuda.

•—•—•—•

El rostro de Leah era uno de terror. El científico que había llevado a cabo su transformación estaba frente a ella de nuevo preparando un extraño artefacto, recordando las amenazas de Kahler supo bien lo que planeaban hacerle. Pronto no recordaría nada de su vida y sería una de las marionetas de HYDRA.

Katia estaba a un lado de Roth, estando demasiado atenta y sin sentir ningún remordimiento. Nunca creería que se volvería la mano derecha de esa hombre.

El hombre de bata blanca colocó algo en su boca para que no se lastimara cuando ellos llevarán a cabo su trabajo. Las cintas en sus brazos se hicieron más apretadas aún, sus ojos estaban llenos en lágrimas y en su mente pasaron imágenes de sus amigos, pero sobre todo de James. Si esta era la última vez que lo verías quería asegurarse de tener su rostro bien grabado en su memoria. Y así, cerró los ojos esperando su cruel destino.

Pero no pasó nada. Al contrario, la habitación se llenó del sonido de disparos. Cuando abrió los ojos, Roth y Katia ya no estaban, pero a sus alrededores estaban los cuerpos de los hombres caídos y frente a ella apareció él.
Dejo su arma a un lado por un momento y comenzó a quitar todo lo que había sobre ella. Cuando desató sus manos, soltó un suspiro de alivio y movió sus muñecas varias veces para que su circulación volviera a la normalidad.

— Estás aquí. —dijo casi en un hilo de voz, con los ojos llorosos y las manos alrededor de su cuello.

— Nunca te dejaría. —había anhelado tanto volver a escuchar su voz, y temía no volver a hacerlo— Lamento si Steve no es tu héroe esta vez.

Ella negó sonriendo y besó sus labios suavemente.

— Oigan no quiero arruinarles el momento, pero tenemos que irnos antes de que nos maten a todos.

Los enamorados se separaron y obedecieron a la pelirroja. Leah se puso de pie y caminó con algo de dificultad al principio, pues no pudo mover sus piernas en varios días.

— ¿Estás bien? —le preguntó Steve casi inspeccionando si no tenía alguna herida o algo parecido. Ella asintió.— Salgamos de aquí.

Pero tan pronto lograron salir se vieron rodeados de varios hombres que los apuntaban con sus armas. A pesar de tener dos súper soldados, una increíble espía rusa y una poderosa chica con poderes de criokinesis, eran demasiados para ellos. Y Leah estaba muy débil como para acabar con todos de una vez.

1 | STAY (BUCKY BARNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora