1 | STAY (BUCKY BARNES)

•- Capítulo 22

Leah caminaba al costado del capitán. Se había decidido así porque todos creían que ella podía dialogar pacíficamente con Tony, aunque ella no entendía porque. Su misión era básicamente actuar como intermediaria entre el capitán y Stark.

— Es muy raro como te encuentras con gente en el aeropuerto. —dijo Tony con ironía, dirigiéndose a Rhodes— ¿No crees que es raro?

— Definitivamente.

— Tony, el doctor es el que está detrás de todo esto. —intentó explicar Leah— Sólo escúchanos...

— Oh, ¿ahora si quieres hablar? —reprochó Tony— Creo que dejaste muy claro de qué lado estás.

— ¿Me reclamas a mi? Tú eres el que iba a confinarme, y me pediste que confiara en ti.

Antes de que el millonario pudiera seguir discutiendo con ella, la Pantera Negra apareció.

— Capitán. Señorita Carson. —saludó T'Challa, con un tono que no parecía cordial.

— Su Alteza. —respondió Steve.

— Como sea, Ross me dio treinta y seis horas para capturarlos. —continuó Tony— Eso fue hace veinticuatro horas, ¿ayudarían a un amigo?

— Persigues al hombre equivocado. —insistió Leah.

— ¿Él te lo dijo? —volvió a ironizar— Tienen nublado el juicio. Barnes mató a gente inocente.

— Tony, sabes muy bien que no es cierto. —insistió la chica, frustrada por el poco avance de esta conversación— Nunca te he pedido nada, pero esta vez te pido que confíes en mi y escuches. Todo esto tiene una explicación.

— Hay cinco soldados que son cómo él. —agregó Steve— No dejaré que el doctor los encuentre primero.

— Chicos... —habló Natasha, apareciendo de repente— Saben lo que pasará, ¿realmente seguirán peleando por esto?

Leah y Steve intercambiaron miradas, seguir con esta conversación era inútil y sólo estaban perdiendo el tiempo. Si debían enfrentarse a ellos, entonces lo harían.

— Está bien, perdí la paciencia. ¡Mocoso! —exclamó Stark.

Lo que parecían ser unas telarañas se adhirieron al escudo y al mismo tiempo amarrando sus manos. Tanto Steve como Leah se miraron confundidos cuando un desconocido, con traje azul, rojo y un símbolo de araña en el pecho aterrizó sobre los autos, con el escudo aún en mano.

— Buen trabajo, niño. —le dijo Tony. ¿De donde había sacado a este tipo?

— Gracias. —respondió con mucha emoción— Pude aterrizar mejor, pero el traje nuevo... No pasa nada, es perfecto, Sr. Stark. Gracias.

— No necesitamos iniciar una charla ahora.

—Cap, Capitán. —saludó bastante nervioso— Soy su fan. Soy Spiderman.

— Si, hablaremos de eso luego. —intervino Tony antes de que siguiera hablando.

— Estuviste ocupado. —le dijo Steve, después de ese raro momento.

— Y tú fuiste un completo idiota. Haciendo venir a Clint, rescatando a los Maximoff de un lugar que no querían dejar, metiste a Leah en esto. Estoy tratando de evitar que no separes al equipo.