•- Capítulo 6

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Después del entrenamiento y asegurándose que Leah ya se había marchado, sus golpes se dirigieron al saco del boxeo.
Claramente Leah no fue la única en experimentar ciertas emociones, las manos de James aún se encontraban temblorosas como cualquier adolescente.

Era un hombre maduro y ninguna mujer lo había hecho temblar ni sentir de esa manera. Pero luego conoció a esa chica de aspecto frágil, personalidad curiosa y casi infantil pero con un gran carácter que mostraba cuando era necesario.

Pero en un tema muy aparte, ¿él merecía sentirse así? ¿Merecía tener ese huracán de emociones que golpeaban su corazón? Él era un monstruo, un asesino que provocó dolor en personas inocentes. No merecía esa clase de vida; una normal y tranquila. Mucho menos a Leah, siendo una vengadora, nunca querría estar con alguien como él. Y con ese pensamiento, estuvo a punto de hacer el saco trizas.

•—•—•—•

Su mente no la dejaba tranquila, tanto las palabras de Wanda como la voz de Bucky rondaban en su cabeza y no parecían dispuestas a desaparecer.
El vaso con agua que sostenía en sus manos ya estaba completamente envuelto en hielo y ella no parecía notarlo. Su mirada estaba clavada en un punto fijo de la pared desde hace veinte minutos y eso empezaba a provocarle cierto miedo a sus compañeros.

— ¿Están seguros de que está bien? —preguntó Steve, mirándola con curiosidad desde el sofá.

— No sé, pero empieza a darme miedo. —admitió Sam a un lado de él.

— Tal vez ya se volvió loca. —habló Tony alzando los hombros— Como sea, mientras sus ojos no parezcan de poseída estamos bien. —dijo, refiriéndose al color que sus ojos adoptaban siempre que usaba sus poderes.

Visión fue el único que tuvo la atención y el valor de acercarse a ella y asegurarse de que no tuviera un bloqueo o algo parecido.

— Señorita Leah. —le llamó con un tono suave y colocando la mano en su hombro.

La chica movió su cabeza y pestañeó varias veces, notó el vaso congelado en su mano y lo devolvió a su lugar en la mesa, regresando a su forma normal poco a poco.
Llevo su mirada hacia el equipo, quienes rápidamente regresaron a sus actividades como si no hubieran pasado veinte minutos observándola.

— ¿Se encuentra bien? —preguntó el androide haciendo a un lado la silla para sentarse a su lado.

— Todo está en orden.

— No parece.

Leah cerró los ojos y cubrió su rostro con vergüenza suponiendo lo que había pasado.

— Tuve un bloqueo, ¿cierto? —separó un poco los dedos que cubrían sus ojos, la expresión del androide fue suficiente como respuesta— Diablos. ¿Fue muy malo?

— No, sólo parecías una demente. —el millonario pasó de largo sin mirarla.

Steve le dedicó una sonrisa amigable, no dudaba ni por un segundo de que él sospechaba lo que le pasaba.
Una extraña sensación se alojó en su cabeza provocándole una ligera presión en ella, Wanda la miraba fijamente y gruñó al adivinar lo que estaba haciendo.

¿Por qué no podían ser unas amigas normales y preguntarle qué le pasaba, en lugar de leer su mente?

Se levantó de golpe provocando un chirrido con la silla, le agradeció a Visión su atención y corrió a su habitación sabiendo muy bien qué tenía a ciertas personas detrás de ella.
La puerta no alcanzó a cerrarse debido a que Natasha fue lo suficientemente rápida para detenerla, de lo contrario habría golpeado sus narices.

1 | STAY (BUCKY BARNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora