— La chica está lista para la fase dos, señor. —le informó uno de los hombres que seguían sus órdenes.
— Bien, procedan. —ordenó.
En un par de segundos la puerta se abrió de par en par para dejar pasar a los científicos, otros dos tipos tomaban a la chica de los brazos casi arrastrándola a la habitación.
Estaba débil debido a los experimentos que habían hecho en ella hace unas horas, pero aún así forcejeaba intentando librarse de su agarre.
Finalmente, lograron encerrarla en una cámara de congelación que uno de los científicos había creado especialmente para el experimento.Sus gritos cesaron de golpe. Roth Kahler, el mismo que había ordenado esto, se acercó a la cámara. Tal vez la chica ya estaba muerta y tanto esfuerzo y trabajo se habrían ido a la basura.
Pero una pequeña mano tocó el vidrio de la pequeña ventana de observación, congelándolo al instante.Leah abrió los ojos de golpe y jaló aire que sentía le hacía falta a sus pulmones. Se incorporó para quedar sentada, sus manos estaban frías y temblorosas, el hielo empezaba a cubrir parte de ellas. Sabía por Bruce, que había momentos en los que le era difícil controlar sus poderes, como cuando estaba demasiado alterada por ejemplo.
Bucky se removió entre las sábanas cuando no sintió su pequeña anatomía junto a él y abrió los ojos en seguida.— Nena, ¿estás bien? —le preguntó con voz ronca y adormilada.
Leah seguía con sus manos extendidas sobre las sábanas, cerrando sus ojos intentando concentrarse en desaparecer el hielo y para eso debía calmarse primero. Bucky notó que estaba inquieta y se acomodó junto a ella justo cuando sus manos regresaban a la normalidad. Leah abrió sus ojos y se giró hacia él.
— ¿Pesadillas de nuevo?
Ella asintió levemente. La imagen de ella misma golpeando los vidrios era algo que la atormentaba casi todas las noches. Bucky la recostó de nuevo y la envolvió en sus brazos como signo de protección.
Cuando Buck no tenía pesadillas, ella las tenía. Por eso su habitación y su cama eran tan de ella como de él desde que comenzaron a salir.•—•—•—•
En las próximas horas, parte del equipo se dirigía a una misión que involucraba una de las bases de HYDRA en Suecia.
No era algo complicado, según sus informes la base estaba desmantelada y ellos sólo iban por información. Al no ser una misión lo bastante peligrosa o complicada, los únicos que iban a bordo del quinjet eran Steve, Tony, Leah, Bucky y Bruce.
— Muy bien, hora de ganarnos el sueldo. —dijo Tony aterrizando un tanto alejado de la base.
Todos se prepararon. Steve tomó su escudo, Tony se puso su armadura, y mientras Bucky preparaba sus armas, Leah guardaba la pistola que Nat le había dado creyendo que en algún momento le sería necesaria. Bruce se quedaría en el quinjet para vigilar atender alguna emergencia de código verde, si llegaba a ser necesario.
— Recuerden, es una misión de entrada y salida. No tenemos por qué tardarnos más de lo necesario. —dijo Steve, caminando por el espeso bosque— Tony y Leah irán por los archivos que se encuentran del lado norte. Todo lo que puedan conseguir.
— Entendido. —dijeron al unísono.
— Buck y yo estaremos buscando cualquier cosa que intenten mantener oculta. —el mencionado asintió— Tengan cuidado, si necesitan ayuda háblennos.
— A la orden, cap.
— Te quiero de una sola pieza, ¿si? —le dijo Leah al soldado, era la primera vez que iban a una misión juntos y no quería que nada malo pasara.
— Tranquila, ¿Qué puede salir mal? —la calmó acariciando su mejilla— Te veré aquí en una hora.
— ¡Vamos! No tenemos tiempo para esto. —la apresuró Tony, a lo cual la chica rodó los ojos.
Bucky reprimió una risa y besó la frente de su chica, para después verla salir por los aires siguiendo a Stark.
Cuando se giró, su amigo lo miraba con una sonrisa y las cejas alzadas.— Cierra la boca.
•—•—•—•
Tony y Leah llegaron a la zona de los archivos. La puerta de acero estaba entreabierta, lo cual se les hizo raro. En ninguna de las otras bases a las que habían ido antes entrar había sido tan fácil.
Él se dirigió de inmediato a las computadoras y todo aquel aparato tecnológico que pudiera contener información, mientras que Leah rebuscaba en las cajas y gavetas que se llegaba a encontrar.— Recuerda FRIDAY, envía una copia de todo a Romanoff. —dijo insertando una memoria y tecleando algunas cosas. Mientras descargaba los archivos se giró a la chica y frunció el ceño— Leah, hemos venido por información confidencial, no por un montón de cajas.
— No siempre existieron las computadoras, Stark. —le respondió, demasiado concentrada en hojear cada golfería que encontraba— Una organización tan vieja como HYDRA seguramente sigue lo tradicional. Si quieres proteger información, te aseguras de tener una copia donde no puedan borrarla.
— ¿Quién te enseño eso?
— Steve.
Tomó otro de los folders sintiéndose atraída por lo que estaba escrito en uno de los costados: Frost Project.
Se encontró con un par de fotos suyas, antes y durante el experimento, también algunas notas y más hojas.
Tony retiró el dispositivo y después de guardarlo, se escuchó una explosión en donde se supone estaban Steve y Bucky.— ¡Chicos, es una trampa! ¡Hay que salir de aquí! —escucharon la alterada voz del capitán por el comunicador.
Stark corrió de nuevo a su armadura y tomó a Leah del brazo para sacarla de ahí aún con los archivos en mano.
— Cap, ¿en dónde están? —le preguntó Tony.
— Estamos por llegar a la salida, vienen detrás de nosotros. —volvió a escuchar a Steve con la voz agitada acompañada de unos disparos— ¡Buck!
La forma en que grito su nombre la hizo temblar. Esto no estaba bien, podía sentirlo.
— ¡Steve! ¿Qué pasa? —hablo desesperada.
Pero el capitán no respondió, entonces dejó caer los papeles que llevaba en sus manos y se elevó por los aires.
— ¿A dónde crees que vas? —le cuestionó Tony.
Pero Leah no respondió, se dirigió lo más rápido que pudo hasta donde estaban Steve y Bucky.
El capitán los cubría con su escudo mientras Bucky continuaba disparando. Leah se puso frente a ellos y con unos movimientos de sus manos logró deshacerse de todos ellos.— Estás sangrando. —su mano se llenó de sangre cuando tocó uno de sus costados, él soltó un quejido.
— No es nada, tranquila. —quiso calmarla al ver que estaba bastante alterada y asustada.
— Debemos llevarlo al quinjet, Bruce se encargará. —habló Steve, tomando a su amigo del brazo y levantándolo con facilidad.
— Estoy bien. —insistió.
— Cierra la boca, Barnes. —exigió la chica. Estaba demasiado preocupada como para que su novio actuara como si fuera indestructible.
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1 | STAY (BUCKY BARNES)
FanficTodo demonio saldrá en busca de un ángel. Y si no vienes tú que no venga nadie.