-Hace 15 años-
- Stanley, se bueno y saca la basura
Pero el niño ignoró las palabras de su madre, manteniendo su total atención y concentración en el videojuego presentado en el televisor.
- Stan, la basura.
Se mantuvo en movimiento, observando la euforia dentro del vídeo, sonriendo con superioridad con la que iba en primer lugar.
- Stanley...
Y el sentido de peligro que tenía, le hacen girar sobre el sofá, encogiéndose con temor en el mismo, pausando el videojuego.
- Hola, mamá.
- Stanley Marsh... Por favor, saca la basura, o juro, que venderé tu videojuego ya mismo.
- Y-Ya voy
Dejó el control en el sofá, caminando precavido y obediente mientras su madre no le perdía la vista de encima.
Fue a la puerta donde la bolsa de basura negra estaba recargada en la pared.
Haciendo caras de asco, tomó la bolsa, abrió la puerta y salió rápidamente de la casa antes de que su perro se diera cuenta y escapara.
Arrastró la bolsa por la acera, sobre la nieve del patio haciendo un camino recto. Arrojó la bolsa al enorme contenedor verde y se sacudió las manos.
Suspiró cansado, retornando por el camino hecho por la bolsa hasta su casa. Sin embargo, al abrir la puerta, fue derribado a la nieve por su mascota perruna, Sparky.
- ¡Sparky! ¡Vuelve adentro!
Se sacudió la nieve y se acercó a su perro con cuidado. La mascota estaba emocionada, ladrando y sacando la lengua en jadeos de emoción.
- Sparky, no estoy jugando... ¡Vuelve a la casa!
Cuando Stan se lanzó por él, el perro esquivó en ladridos, considerando aquello como un juego. De repente, Sparky se detuvo, levantó las orejas en alto y sin pereza, comenzó a correr hacia el borde de la ciudad.
- ¡Sparky!
Entró corriendo a la casa, buscando la correa de su mascota.
- ¡Mamá, papá! ¡Sparky huyó!
- ¿De nuevo? - Randy, el padre de Stan, bajó las escaleras y suspiró - ¿Sabes por dónde se fue?
- Creo que al bosque
- Entonces vayan - Sharon se acercó, colocándole un suéter y bufanda al pequeño.
- ¡Mamá, no! ¡Sparky huirá más lejos!
- No quiero un perro perdido y un hijo enfermo, así que anda
- De acuerdo...
Esperó a que su madre lo cubriera bien ante la temperatura, y una vez cálido, tomó la correa y salió de la casa veloz, subiendo al auto donde su padre manejó hasta el bosque.
Estaba preocupado por Sparky.
Era un cachorro todavía, tenía seis meses, aún no conocía la ciudad, por ello no salía a no ser que fuera con correa, pero era tan desobediente y enérgico.
- Bien, no te alejes demasiado
Obedeciendo a su padre, ambos comenzaron a gritar el nombre de Sparky, tratando de escuchar algún indicio que los llevara a él.
- ¡Sparky! - Gritó Stan - ¡Por favor, sal!
La preocupación se volvió miedo de saber que su mascota había sido víctima de un animal más grande.
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El príncipe perdido [Style]
De TodoEn algún momento de la historia, un mundo conoció a otro y, maravillados por su cultura, la hicieron su hogar.