La leyenda fallida

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—De acuerdo, no pierdas la vista del objetivo.

—Eso estoy haciendo.

—Pero no tiembles.

—¡Lo haría si dejaras de soplarme en oreja!

—No lo hago. Solamente estoy diciendo que dejes de temblar

—¡Cállate ya, Craig!

Craig se apoyó en un árbol cercano a dónde Tweek estaba apuntando con su arco, movió el pie de arriba hacia abajo y se dignó a hablar.

—Entonces... Saliste con Marsh

Tweek rodó los ojos, evitando ceder a la insistencia de Craig de no ser participe de un plan mal elaborado, no baja su arco, manteniendo el objetivo en el ojo.

—¿Y? ¿Debía pedirte permiso para ver con quién salgo? — Su voz se endureció

—Sabes que no es eso — Craig chistó mirando al cielo. —No te pongas así

—Entonces deja de reclamarme. Tú escogiste Forlán, yo Estados Unidos. Deja de ser un niño y acéptalo.

Craig torció la boca con derrota, aceptando haber perdido a la realidad y acercándose de nueva cuenta a Tweek para no perder la señal.

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Kenny lo sabía, conocía claramente los riesgos que tomaría desobedecer las órdenes de Eric, sus padres se lo advirtieron, Karen... Oh, su amada hermanita, no la vería de nuevo; Extrañaría aquellas noches en vela platicando sobre alguna de las novelas en la librería del castillo de Zaron y después, las largas cartas de noticias en sus respectivos hogares.

Debía ser su consuelo saber, que ella seguía en Rumania, así que estaba completamente a salvo.

—Me hubieran dado una última cena... — Torció la boca

Wendy intentaba zafarse de las ataduras de las cadenas sobre sus muñecas y tobillos; No podía ver nada, pero los sonidos de gritos de inconformismo que se confundían con el discurso de la mano derecha del rey, le decían que no era nada bueno.

—Hey, Wendy...

Escuchó su nombre es un susurro fuerte, giró la cabeza hacia donde creía que provenía el sonido, hasta que, escuchando quejidos de dolor, se giró al lado contrario.

—Esa vocecita... ¡Leo!

—No levantes la voz

Asintió y sintió como las prisiones en tobillos y muñecas desaparecían.

—¿Qué haces? — Preguntó confundida para sentir las cadenas aún —Quítame esto

—Escucha con atención — Comenzó vigilando la zona —Te daré una señal y la rebelión comenzará.

—¿Qué rebelión?

Una rebelión contra la corona de Zaron. Contra la Rey Eric, contra la presión y las muertes. Todos serían liberados, todos seguirían a la verdadera corona, se levantarían las armas.

—¡Y quiero que les quede claro! — Gritó la mano derecha —¡Aquellos que se atrevan a contradecir al gobierno, tendrán el mismo destino que estos traidores! La muerte... Ustedes son simples campesinos que necesitan un gobierno correcto, que lidere con mano dura. Entiendan... Eric es su única y mejor opción.

Kenny rodó los ojos, harto de escuchar la sarta de estupideces que salía de su boca.

—Si es la única y mejor opción, ¿Por qué el gordo  no se acerca?

El príncipe perdido [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora