Sin poder decir adiós.

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“Wendy vino a visitarme luego de haber conocido a Bárbara en el café. No nos habíamos visto luego de semanas incomunicados.

Con ella tuve una relación de noviazgo, relativamente buena. Debo admitir que fue la mejor relación que pude haber tenido hasta Tweek.

Luego de 6 años, ella volvió de Chicago admitiendo haber sido tan mala a la hora de cortar nuestra relación. Aún así, nunca me dio explicaciones concretas de qué ocurrió en el tiempo de nuestra relación y el momento de cortar.

Quedamos en ser amigos, y hubo algunos roces entre nosotros como para volver incómoda aquella relación amistosa. Hasta que casi la forcé a algo que no quería, al menos no conmigo, que decidimos alejarnos. 1 años atrás, ella volvió, como si aquello no existió.”

—¿El zoológico te volvió a rechazar?

Stan le sirvió una taza de su té favorito, sentándose frente a ella con semblante decaído. Wendy adivinó, tomando su mano por encima de la mesa.

—¿Por qué no pides trabajo en otro lugar? — Cuestionó con dulzura —No me gusta verte en ese horrible café

—También lo he pensado... — Suspiró—Pero no me sentiría preparado para otro rechazo como ese.

—Tal vez, Stan... Pero tampoco se vale vivir odiando tu vida.

—No la odio

—Eso no me dice tu cara. Te conozco bien — Sonrió —Si no te sientes bien, puedo acompañarte

—Gracias, Wendy.

Ella palmeó su mano y regresó a beber su taza de té antes de volver a continuar.

—Entonces... ¿Es cierto que sales con Tweek?

Stan se quemó la lengua con su café antes de ahogarse, no esperaba a que Wendy se enterara tan pronto.

—Fui a verte al café, no pensé fuera hoy tu día libre. Allí conocí a Tweek, y soltó todo

—Lo... Estamos intentando

—¿Cuánto llevan saliendo?

—Casi dos semanas.

—¡Eso es maravilloso! —Sonrió con verdad —Poco a poco, estás sonriendo de nuevo.

—¿Tu crees? —Desvió el rostro —Bueno, puedo decir que me ha ido bien. Quitando el trabajo, todo ha ido excelente. Tú estás aquí, Kenny volvió, estoy con Tweek...

—Hablando de Kenny. ¿Cuándo volvió?

—Ayer —Rió —Por la noche.

—¿Y te dijo algo?

Después de que su lengua se recuperara de la quemadura, volvió a beber algo de café para responder.

—Bueno, solamente nos trajo regalos a mí y Sparky de Rumania, y que esta semana hace su primera presentación —Explicó —Nada más. ¿Qué debería haberme dicho?

Wendy se quedó en silencio unos segundos y rió.

—Oh no, nada. Cosas mías.

Stan levantó una ceja y dejó la conversación pasar.

Minutos después, en medio de otro tema, escuchó a su perro levantarse de la cama después de estar echado todo el día.

Le alegraba que recuperara su ánimo, pero se alarmó cuando Sparky comenzó a toser.

—Hey, amigo —Se le acercó —¿Todo bien?

Le acarició la cabeza, y en ese momento, Sparky vomitó.

El príncipe perdido [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora