Celestita no había pensado ni dos veces cuando corrió a salvar a Mari, mientras ella intentaba regresar a Mari a la realidad, los hombres estaban absortos viendo los movimientos sugerentes de las caderas de Heidy, quién con ayuda de Belle y Fox absorbía la energía de todos. Pero, habiendo tantos arrowers en este lugar, ¿ese será el final de muchos? ¿No habrá una lucha o alguien que los defienda?
Cuando Celestita creyó que todo estaba perdido la Brigada Gurren se hizo presente, un grupo de seres con diferentes poderes y habilidades, personas que se habían unido con el fin de ayudar a Editorial Arrowy. Kamisoul y Rafe entraron como una ráfaga de viento, distrayendo a las demonios quienes dejaron de bailar por los nervios. Eber, un Arrower que había caído en el hechizo de las demonios, empezó a despertar, sintiéndose agotado y raro, como si algo le faltara.
Belle y Fox, en su furia no notaron que su verdadero físico estaba mostrándose, Fox empezó a encorvarse hasta que sus manos y pies estuvieron en el suelo, los arrowers que estaban despertando vieron como esa bella mujer se convertía en un zorro gigante. Y Belle, el cuerpo de ella empezó a emitir un brillo cegador, tan fuerte que los Arrowers que vieron ese cambio, después ya no pudieron ver nada.
Fox gruñó y de las paredes unas sombras empezaron a surgir y a raptar a los Arrowers que aún seguían en el hechizo de las caderas de Heidy. Niji y Rafe se vieron y sonrieron, sabiendo que ésta lucha podría acabar con la vida muchos, incluyéndolas, entonces prefirieron recordarse con una sonrisa en el rostro. Después de grabarse el rostro de la otra en la memoria, sonrieron con malicia y empezaron a cantar, cantar con pasión y determinación.
El canto de esos ángeles despertaron a muchos arrowers, pero no a todos, pues no era suficiente. Kamisoul sonrió y tomó dos micrófonos, lanzó uno por el aire y Paola lo tomó. Ambos se vieron y sonrieron enamorados, uniendo sus voces a Niji y a Rafe, haciendo la diferencia, pues la voz de Pao y Kamisoul hacían la combinación perfecta. Y esa combinación no debe ser oculta, ésta combinación perfecta debe ser escuchada por todos los arrowers.
Mientras ellos cantaban e intentaban salvar a los arrowers de las sombras, Nino pasaba desapercibida y con lentitud se dirigía al centro del salón, necesitaba concentración, algo muy difícil en aquella batalla dónde las voces y gritos se mezclaban. Pero eso no lo haría rendirse, ella estaba decidida a ayudar a todos los arrowers. Entonces, concentrada, cerró los ojos cuando llegó al centro del salón y tomó su katana, no era una Katana normal, para nada, está arma tenía algo que la hacía especial y codiciada. Nino alzó el brazo donde sostenía la katana y recitó unas palabras en un orden exacto y pronunciación adecuada, al terminar de recitar, sonrió perversa y de la nada, todo en ese salón se detuvo, no hubo movimiento alguno, lo raro era que el tiempo se había detenido sólo en ese salón, las personas afuera de él seguían viendo como transcurría el tiempo.
Lentamente, más calmada, de dedicó a herir a las demonios para que cuando el tiempo volviera a correr, ellas no pudieran moverse ni escapar con facilidad.
Pero algo destruyó los planes de Nino, pues de un momento a otro, un aroma exquisito se infiltró en el salón, un aroma que hizo que todos empezarán a caer desmayados, caían desmayados a pesar de que Nino detuvo el tiempo...
Nino cuando sintió como sus sentidos empezaban a fallarle reconoció ese aroma, era el aroma de un perfume que se vendió mucho aquel mes, un perfume que incluso ella había conseguido, un perfume de Carolina Herrera.
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Aquellos días
FanfictionHay muchas historias por contar, vidas que narrar y amores por prolongar. No puedes enfocarte sólo en una historia, cuando hay miles que merecen salir a la luz. Historias con brillo propio, historias como luceros. Y eso lo saben ellas muy bien, un...