Ella se había preparado para esa noche, el demonio de Arrowy la visitaría, lo habían pactado, pero lo único que recibirían sería el placer del momento. Pero ambos estaban de acuerdo, querían disfrutar de una noche llena de lujuria y pasión. Ella estaba ansiosa, excitada, la anticipación la estaba matando. El demonio la había hecho prometer que haría todo lo que él quería, ella no podía echarse atrás y no quería hacerlo. Estaba por volverse loca, así que fue a la cocina por una copa de vino tinto; quería estar relajada aunque lo que estaba a punto de pasar no la mantendría tranquila. Respiró profundo y escuchó un susurro, cerró los ojos y le puso toda su atención a la voz que empezaba a distinguirse en el silencio de la noche.
—¿Qué haces aún en la cocina? ¿No fui claro contigo? Recuerdo haberte dicho que cuando viniera quería verte en la cama, acostada y con los ojos cerrados. Recuerdo haber dicho que quería ver tu cuerpo desnudo sobre tu cama.
Todo el cuerpo de la mujer se estremeció, sin agregar algo, dio media vuelta y se fue directo a la habitación, al llegar se acostó y cerró los ojos y así, con los ojos cerrados empezó a desvestirse pero sintió las manos del demonio detener toda acción que ella estaba haciendo.
—¿Qué sucede? —Preguntó ella, confundida, pero todo se le olvidó cuando sintió el cálido aliento del demonio en su cuello. Un gemido salió de su garganta, ella estaba lista para él, estaba húmeda por la excitación que le provocaba el demonio.
—Dejame desnudarte, quiero acariciar tu cuerpo mientras lo desnudo. Quiero ver como el rubor se va extendiendo hasta llegar a tus pechos. —Ella respiró profundo, se removió excitada en la cama, para luego acercar su cuerpo al demonio. —Mmm no tienes permiso para moverte. No abras los ojos, iré por lo que usaremos.
Eso fue lo último que escuchó ella, después sintió como el cuerpo del demonio se alejaba de la cama y aunque su primera reacción fue abrir los ojos, rápidamente se calmó y se obligó a mantener los ojos cerrados. Su piel se erizó cuando sintió las manos del demonio recorrer su cuerpo, mientras poco a poco, la ropa que ella tenía desaparecía. No sólo eso, le excitó de sobremanera sentir como sus manos eran atadas a la cabecera de la cama, como una prenda caía sobre sus ojos y así él la obligaba a no verle. Pero no le incómodo saber que no podría ver al demonio, al contrario, la excitó.
Cuando ella estuvo completamente desnuda, el demonio se alejó de la cama para admirar la obra de arte que había creado. El demonio de Arrowy volvía a hacer de las suyas.
No diré que más sucedió, eso se lo dejó a la imaginación del lector, pero, ¿quienes saben de qué mortal y de que demonio hablamos? Si no lo sabes, retrocede un capítulo y presta más atención.
Mientras ellos dos se entregaban, en otro lugar Diego descansaba por primera vez después de que la parca se llevará a Katy. ¿qué sucedió aquel día? Después de que la maldición cayera sobre Katy, después de que la parca tomará el cuerpo de ella como un recipiente; la muerte desapareció llevándose consigo a Katy, Schakal se había enfurecido cuando vio como la parca se llevaba a Katy, algo no le cuadraba en todo aquel escenario, ¿qué tendría Katy para que la misma muerte quisiera llevársela?
Incógnitas sin respuestas, respuestas que Diego estaba buscando sin descanso, pero esta noche el cansancio había vencido y había arrastrado a Diego al mundo de los sueños, sueños donde el fuego era el amo y señor, dónde vieras por donde vieras encontrarías llamaradas de fuego. Al principio, él solo vagó por todo el lugar donde el fuego era menor, descubriendo que el fuego no le hacía ningún daño y eso le extrañó.
—Diego.—Se hizo escuchar una voz femenina que le resultaba familiar, Diego sabía que conocía a la dueña de esa voz pero ningún nombre venía a su mente. —Diego, he estado esperando por ti. Tu eres mi carta maestra y serás mi ataque sorpresa.
Diego al fin pudo darle un rostro a esa voz y eso le maravilló, ¿por qué escuchaba la voz de ella en sus sueños? Y aunque ya sabía que nombre le correspondía a la voz, nada salía de su boca.
—No intentes mencionar ese nombre, el nombre de ella es denigrante para mi. Yo soy más poderosa y astuta, al contrario de ella, que dejó que un ser insignificante la derrotara de una manera tan humillante. —Diego había escuchado esa voz y aunque la recordaba siendo una voz llena de ternura, aquí, en este sueño extraño, esta voz tenía un toque maquiavélico.
Diego inmerso en sus pensamientos no pudo ver como una mujer empezaba a aparecer enfrente de él, tampoco pude ver como el cuerpo de ella empezaba a retorcerse, se veía como si sus huesos estuvieran siendo fracturados. Los ojos de la mujer habían sido negros, pero después de ese momento, cuando sus huesos regresaron a su sitio, los ojos cambiaron a un color avellana.
Una risa macabra sobresaltó a Diego y cuando volvió a ver a la mujer ya era demasiado tarde. Una fuerza invisible había impactado contra su cuerpo, empujándolo unos metros atrás, ya que el impacto fue muy fuerte. Diego cayó al fuego y esta vez pudo sentir como el fuego quemaba su piel, también empezó a sentir el olor de la carne siendo quemada, de su piel siento quemada.
—Soy Legión. —Habló de nuevo la mujer, pero esta vez su voz era grave, con un toque terrorífico en la voz. —Y me llamó Legión porque no soy solo una, soy muchas almas en un solo cuerpo y he regresado por venganza. Es tu deber advertir a los inocentes de la masacre que estoy apunto de provocar.
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Aquellos días
FanfictionHay muchas historias por contar, vidas que narrar y amores por prolongar. No puedes enfocarte sólo en una historia, cuando hay miles que merecen salir a la luz. Historias con brillo propio, historias como luceros. Y eso lo saben ellas muy bien, un...