Aquellos días

La primera advertencia.

Kamisoul y Rafe estaban preocupados, habían escuchado a Diego hablar con unos arrowers sobre la masacre que se acercaba y aunque los arrowers habían tratado de loco a Diego, él no se había rendido y siguió anunciando lo que se venía. Lo que tenía preocupados a Kami y a Rafe era la desaparición de Katy; no estaba en la tierra, en este plano terrenal no podía percibirse su alma.

—Tenemos que llamar a alguien para que nos ayude a buscarla. Yo tengo que aprender muchas cosas y tú estás siendo observado por los jefes.

Mientras Rafe hablaba, Kami se puso a pensar que no le importaba ser vigilado, lo que le molestaba era que no podía acercarse como quería a Pao. Las relaciones entre ángeles y mortales están penadas.

—No puedo pedirle ayuda a Eze porque ahora debe estar atento con la protección de la bruja, no podemos dejar que se lleven a Naty también. Pero creo que ya sé a quién llamar.

Kami volteó a ver a Rafe, quién ya lo veía con la boca abierta. —No, Kami no, acabas de hablarme de él, me dijiste que pertenecía a los dominios. Me explicaste que ese grupo de ángeles son los que libran las batallas más fuertes contra el mal. ¿No crees que Katy necesita amor y ternura? Para salir de dónde está escondida necesita confiar. Dudo que un dominio pueda lograr eso.

—Él es diferente, Gastón es diferente. Estoy seguro que podrá darle el valor a Katy para que salga de su escondite y nos libre de lo que se acerca.

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Llamar a un dominio, traerlo a este plano terrenal conlleva mucho tiempo, pero Kami haría de todo por traerlo ya. De lo contrario, los arrowers podrían empezar a morir.

Kami se dirigió a la Radio y en el último nivel del edificio, buscó una habitación vacía y al encontrarla, entró y cerró con llave. Nadie podía ser testigo de lo que estaba por venir. Kamisoul estaba por empezar a llamar al ángel que sabía, salvaría a Katy, pero unos gritos llenos de terror inundaron todo el edificio.

Una risa malvada se escuchó fuerte y sobrenatural, Kami maldijo, ahora tenía menos tiempo, con una daga cortó la palma de su mano derecha y con su sangre escribió en el suelo el nombre de Gastón y su rango. No pudo esperar más, salió a ver qué estaba ocurriendo en Arrowy.

Se quedó petrificado cuando llegó a la recepción del edificio, Daniel Dreiten estaba ahí, enojado y con Naty siendo reducida a esclava. Sí, Daniel era el demonio que iba en busca de alimento a Radio Arrowy, lo que el demonio no sabía era que encontraría a la bruja Naty. Ahora sólo debía utilizarla a su favor y podría absorber el alma del ser que estaba por venir.

Daniela Corzo se encontraba caminando en esta noche tan fría, algo extraño si recordamos que era verano; con sus audífonos puestos, escuchaba a Dj Finn. Todo estaba bien, era el último bloque y la señal estaba perfecta. Faltaban pocos minutos para que la primera hora del Dj Finn llegara a su fin. Pérdida como iba en la lectura, no le prestó atención a la ventisca fría que envolvió su cuerpo. Tampoco pudo notar que todo el camino que ya había recorrido había sido puesto a oscuras.

Daniela empezó a quejarse cuando la transmisión del Dj empezó a cortarse, se asustó cuando por sus audífonos empezó a escuchar gritos, pero los gritos se escuchaban solo cuando Dj Finn era cortado por la mala señal. Y es que eran gritos que transmitían dolor y sufrimiento, se podía palpar la angustia que las personas estaban viviendo.

Se quitó los audífonos y lágrimas llegaron a sus ojos cuando se dio cuenta que los gritos no venían de sus audífonos, no, la calle dónde estaba parada ya no estaba solitaria, podían verse cuerpos arrastrándose en el suelo. El único farol que quedaba encendido era el que estaba justo encima de ella y cuando este empezó a titilar, ella fue a su celular y encendió la linterna, justo a tiempo.  Pero también era poco lo que podía distinguirse en las calles; hasta que la oscuridad empezó a extinguirse gracias a las llamaradas de fuego que empezaban a extenderse con velocidad, arrasando con los cuerpos que habían estado arrastrándose. Las personas ahora gritaban y pedían ayuda, el olor a carne quemada empezó a marear a Daniela.

Una carcajada terrorífica se escuchó por los cielos y cuando ella levantó la mirada, la impresión hizo que su cuerpo fuera directo al suelo. Más lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, tenía miedo. En el cielo podía verse la silueta de una mujer, pero el humo que todo el fuego estaba ocasionando le dificultaban la vista.

—Eres la primera advertencia, todo un privilegio. Así que disfrútalo.

Cuando la mujer terminó de hablar, bajó en picada y Daniela sólo cerró sus ojos. Gritos de dolor, de impotencia y miedo salían de la garganta de Daniela, su cuerpo estaba quemándose, sus huesos eran fracturados al mismo tiempo. Cuando estaba por entrar a un sueño eterno, el rostro del ángel pudo verse con claridad.

—¿Eres... —Pero el ángel de la muerte no estaba dispuesta a recordar lo que le hacía daño, así que se acercó a Daniela y antes de que pudiera decir algo más, tomó la cabeza de la mujer en sus dos manos y la giró con fuerza, rompiéndole el cuello, matándola al instante.

La primera advertencia estaba dada. El ángel de la muerte había regresado a buscar venganza y no se iría hasta ver a aquel demonio rogando por su vida.