Luna llena • Joshler ;(omegaverse)

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~•~

La luna era menguante.

Josh se encontraba sentado en la alfombra de su habitación con la espalda contra la cama, su amiga Ashley frente a él mientras le daba algunas caladas a su cigarro.

- No es justo. - Habló el teñido.

La del pelo azul expulsó el humo hacia un lado y volvió a mirarlo a los ojos.

- Sí lo es.

Josh la miró incrédulo.

- Creí que ibas a ayudarme.

- Josh, cariño, - Ashley se acomodó en su sitio. - Has intentado prohibir a una amiga a que quede con el chico que le gusta. - Hizo una pausa pero volvió a hablar cuando vio que Josh iba a interrumpirle. - No tienes ese derecho. - Esperó un segundo.

- Intentaba protegerla.

- ¿De qué? - Enarcó una ceja.

El tintado guardó silencio.

¿Realmente de qué la protegía? Es decir, el chico es un omega y él odia a muerte a los omega pero... ¿Es tan peligroso como él cree?

Sí, estaba seguro.

- Es un omega Ashley. - Se quejó Josh bajando un poco el tono de voz. - Entiéndeme.

- En absoluto lo hago. - Frunció un poco el ceño. - ¿Qué tiene de malo que sea un omega? Lo he visto y no parece un mal chico.

- Eso es lo que intenta que veamos.

- Estás emparanoiándote demasiado Josh. - Volvió a dar otra calada, y el tintado le quitó el cigarro de la boca para ser ahora él quien fumara.

Ashley mostró una pequeña sonrisa.

- Quiero recuperar a mi amiga. - Dijo finalmente.

Ashley se levantó de su sitio y se puso a testear los vinilos que había en una estantería junto a la ventana.

- Pues deja de crear tanto drama. - Lo miró un segundo con una sonrisita. - Deja que se gusten. No es nada malo. Si algo ocurriera, estamos nosotros para protegerla.

En ese momento, se quedó unos instantes mirando un vinilo que le había llamado la atención, para más tarde cogerle y admirar la portada con una sonrisa.

Josh se percató de que banda se trataba y se sonrojó un poco.

- Con que al final te gustaron, ¿Eh? - Dijo Ashley dirigiéndose al tocadiscos.

- Creo que soy demasiado orgulloso.

- ¿Tú crees? - Sonrió entre dientes la peli-azul, dando a entender que estaba de acuerdo con él.

En menos de diez segundos, Fluorescent adolescent de Arctic Monkeys comenzó a sonar, inundando la habitación de buenas vibras.

Ashley se acercó a Josh y le quitó el cigarro para apagarlo en el cenicero.

Le cogió de las manos y le hizo levantarse, y así, comenzaron a bailar alocadamente, disfrutando de la noche mientras nadie los interrumpía. Sintiendo cada compás de la melodía meterse en sus cuerpos.