Luna llena • Joshler ;(omegaverse)

40

~•~

Narra Josh:

Tal como se esperaba, su lugar de trabajo estaba abarrotado de gente. En realidad también sus alrededores. Al menos se alegraba de que hoy era sábado de nuevo y al día siguiente podría dormir.

– ¡Josh!

Giró su cabeza después de oír el grito por encima de todo el ajetreo por parte de uno de sus compañeros, y se dirigió hacia él quien estaba en la puerta de la trastienda.

Josh se acercó y ambos entraron, encontrándose con un par de compañeros suyos también.

– ¿Qué ocurre? – Preguntó sin entender nada el teñido.

– En una hora viene una banda a tocar aquí. Debes preparar el escenario. – Josh frunció el ceño.

– Espera, para. – Le dijo. – ¿Qué banda?

– No sé, ni siquiera se su nombre. Es una local de por aquí apenas conocida. Son tres personas.

Josh asintió con el ceño aún algo fruncido.

– Una cosa, – Le dijo a su compañero. – ¿Cómo que "debes"? – Hizo comillas con sus dedos en la palabra "debes".

– Sí, tienes que prepararlo.

– ¿Yo solo? No voy a terminar ni para mañana.

– Te ayudarán Michael y Jason. – Los nombró señalándoles detrás de él. – Yo de mientras estaré con Grace y Richard atendiendo a la gente. – Sonrió y salió de allí dejando a los otros tres chicos sin poder decir nada.

Habían pasado cerca de cuarenta minutos cuando, después de tener que ponerse un pinganillo en la oreja para poder oír lo que se decían entre ellos tres y poder ayudarse a preparar todo, lo terminaron.

– ¿Por qué tenía que ser justo hoy un día tan caluroso cuando siempre está nublado? Necesito una ducha. Doy asco. – Habló Jason mirándose a sí mismo con pudor, y Josh puso una mueca.

– No eres el único.

El tintado volvió a la trastienda, donde al menos había un grifo, y lo abrió para mojarse el cuello y las manos, cerrando los ojos de placer al sentirse refrescado.

– Dun, ¿Qué haces? La banda está a punto de entrar a escena.

El alfa volvió a abrir los ojos dando un respingo por el susto de la voz, y vio a Richard en la puerta.

– ¿También soy responsable de eso? Creí que ahora haría lo de siempre. – Se quejó.

– No pongas pegas y mueve el culo. Acabo de ver al bajista entrar por la puerta. – Le dijo para un segundo después irse de nuevo.

Josh puso los ojos en blanco y asintió aunque ya no estuviera allí, dándose la vuelta de nuevo.

Narra Tyler:

Media hora antes

– No puedo hacerlo.