Luna llena • Joshler ;(omegaverse)

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~•~

17 de junio

Agua congelada.

Eso es lo que sintió de pronto caer de golpe sobre su cabeza, escurriendo por su cuello y dentro de la camiseta de su pijama.

Dio un salto de la cama nada más lo sintió y empezó a escuchar unas risas familiares junto a él.

– Te dije que sería muy buena idea. – Escuchó a Brendon entre risas.

Josh miró su camiseta mojada y llevó sus manos a su pelo, peinándolo de alguna forma que no daba mucho resultado.

– ¿A qué ha venido esto? – Preguntó a Brendon y a Ashley con molestia. – Son las... – Se acercó a su móvil y miró la hora. – Son las 8 de la mañana, no me jodáis.

– Buenos días princesa pelirroja durmiente. – Le sonrió Brendon aún con el vaso vacío en su mano.

– Eres... Agh. – Josh abrió la puerta de la habitación directo al cuarto de baño, pero volvió a su habitación de nuevo porque había olvidado coger ropa limpia.

– ¿Tan rápido me echas de menos? – Le dijo Brendon cuando lo vio entrar otra vez.

– Cállate frentón. – Le contestó de mala manera volviendo al cuarto de baño para darse una ducha y vestirse, aunque tenía planeado volver a dormir pero dejando a Brendon y Ashley fuera de la habitación.

Una vez vestido, regresó de vuelta al cuarto donde dormían encontrándose solamente a Ashley sentada en el borde de la cama con su teléfono móvil.

– ¿Y Brendon? Porque pienso darle su merecido a ese idiota. – Hizo una pausa mientras se acercaba a su cama para tumbarse de nuevo. – Y a tí también, que lo sepas. – Ashley lo miró divertida y se acercó a él para tirar de su brazo.

– Venga, levanta.

– Claro que no, voy a dormir otra vez. – Refunfuñó.

– Todos nos esperan abajo.

Josh la miró ceñudo.

– ¿Están todos despiertos?

– Así es, Sherlock. – Dijo sin dejar de  tirar de su brazo hasta hacerle caer un poco de la cama. – Así que levanta.

– Pero, ¿Por qué? Son las ocho de la mañana y estamos de vacaciones. Quiero dormir. – Decía de forma perezosa, pero Ashley lo ignoró.

Unos pasos caminando por el pasillo hasta llegar hasta donde estaban los hizo levantar su mirada y encontrarse con Jenna.

– ¿Estáis ya?

– Este cabeza hueca no se quiere mover. – Dijo Ashley con los brazos en jarra, y Josh le dirigió una mirada asesina.

– Vamos Josh, o perderemos el tren. – Decía la rubia con voz suave.

– ¿Qué tren, de qué habláis?

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Los seis se encontraban ahora mismo metidos en un tren que los llevaba a una de las playas más famosas del estado de California, cerca de Beverly Hills, ya que la casa de Jenna se encontraba algo alejada de la zona costera.