Luna llena • Joshler ;(omegaverse)

27

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Las nubes poco a poco iban superponiendo al sol, y una ligera brisa apareció al cabo de la media hora.

Eran los únicos que se encontraban en la playa, pues las personas de su alrededor habían empezado a irse.

Los seis estaban tumbados en sus respectivas toallas sobre la arena; unos con sus auriculares puestos mientras estaban bocabajo, otros miraban sus redes sociales en el móvil... Jenna era la única que tenía un libro entre sus manos, mostrándose muy curiosa al leerlo.

Madison se levantó un momento para acercarse a su mochila y ponerse una sudadera, pues la brisa iba incrementando y el sol había sido tapado definitivamente.

– Hemos elegido el mejor día para venir a la playa. – Habló Brendon sarcástico y los demás le dieron la razón.

El azabache terminó de beber la lata de cocacola que en ese momento bebía y fue a levantarse para tirarla, pero se la quedó mirando pensativo.

– ¿Esa lata te muestra el futuro? – Le preguntó Madison divertida al verlo.

– Estaba pensando que podríamos jugar al juego este de la botella, pero con lata. – La miró con media sonrisa.

Brendon miró a los demás pero ninguno le prestaba atención excepto Madison, y sus ojos se posaron en el rostro dormido de Josh con auriculares puestos.

Miró hacia Madison de manera cómplice y puso un dedo sobre sus labios para que no dijera nada, mientras ella negaba con la cabeza.

El azabache se levantó de la toalla y se dirigió a la orilla del mar con la lata en su mano, mientras la chica lo observaba divertida pero apenada al mismo tiempo.
Miró hacia el teñido quien seguía en la misma posición, entre Jenna y Ashley (esta última también con auriculares puestos pero revisando su móvil), y después a su hermano que simplemente tenía los ojos cerrados con el cuerpo bocarriba.

Brendon llegó un minuto después, removiendo la lata, y Jenna lo miró por encima del libro.

– ¿Qué haces?

– Nada, ¿Qué voy a hacer? – Le contestó acercándose a ella, ya que estaba junto al teñido.

– Si tienes en mente mojarme, te vas a arrepentir de ello. – Le miró desafiante aún con el libro abierto frente a sus ojos.

El azabache soltó una risita y Josh se removió en su sitio, pero siguió de la misma manera.

La rubia lo miró y luego a Brendon, y puso el marcapáginas en la hoja que estaba leyendo para cerrar el libro con fuerza.
De manera rápida se inclinó hacia el azabache para quitarle la lata, pero este fue más rápido y la esquivó.

– ¿Siempre le vas a estar molestando?

– Es solo un poco de agua. Déjame divertirme. – Hizo un puchero.

– Déjale tranquilo al pobre Josh.

Brendon lo miró por unos segundos y asintió.

– Tienes razón.

Jenna le miró un poco confusa, ya que conociendo a Brendon este no se cansaría hasta lograr su objetivo.