ʏ ʟʟᴇɢᴀꜱᴛᴇ ᴛᴜ

Capítulo 20

20 

Cuatro días que había empezado a escribir con ayuda de su profesor Bankotsu o antiguo compañero. Lo admitía, el conocimiento que él poseía la ayudaba de sobre manera, iban un poco lento con los escritos, pero ella se relajaba, quedaba tiempo de sobra. Estaba ansiosa, Inuyasha llegaba el día de mañana, y pasaría más tiempo con él.

Cada vez que Inuyasha se iba, ella quería estar menos tiempo en la gran casa, Midoriko ya no estaba, después de venir de sus vacaciones, llego con la noticia que se iría de crucero y de viaje por el mundo con gente de su edad, estaba alegre por lo que Kagome e Inuyasha no objetaron. La extrañaba, las charlas le hacían falta, las recetas que le dejo en un cuaderno las guardaba como oro.

En un tiempo llego a la conclusión de que Sesshomaru y Rin se mudaran con ellos, pero después abdujo esa idea, quería tener intimidad con su novio, ya que desde que Midoriko se había marchado, hacían el amor en cualquier lugar y a cada hora del día. Varias veces lo hacían en la cocina en la mañana antes de que se venga a la universidad y él se fuera al estudio.

-Es todo.

-Muchas gracias Bankotsu – recogió sus cosas, ordenándolas en su mochila.

-¿Quieres ir a tomar algo? – está vez Kagome pensó antes de responder a su propuesta.

Puntos a favor: no quería llegar a la casa rápido si no estaría sola en la gran mansión. Puntos en contra: si lo pensaba largamente eran muchos, era su profesor, el salir a tomar algo afuera podrían captarla en cámara con alguien que no es Inuyasha y para vender inventarían una historia, eso ya había pasado varias veces y lo había solucionado junto con Inuyasha, habían más, pero eso sería lo más básico.

-Está bien, vamos.

-Perfecto, hay un café cerca de aquí – ella asintió y ambos salieron de la universidad. El campus en ese horario ya estaba desolado, eran las sietes de la tarde, era muy probable que algunos estudiantes estuvieran en la biblioteca.

Kagome empezó a caminar con lentitud, a los lejos, más específicos en la entrada de la universidad se encontraba el auto ashton martin negro de Inuyasha, sus ojos empezaron a brillar y lo empezó a buscar con la mirada desesperada.

-¿Buscas a alguien? – escucho la voz alejada de Bankotsu, ahora estaba concentrada en solo una persona.

-Inuyasha – susurro feliz, lo miro parada bajo la entrada de la universidad, corrió hasta él y lo abrazo con euforia – Pensé que venias mañana.

-Te quise dar una sorpresa ¿lo logré?

-Lo lograste – se sonrieron, hasta que Inuyasha aparto la mirada de ella y miro sobre el hombro de Kagome con su ceño fruncido. Kagome se giró y vio a Bankotsu de pie a unos metros de ellos mirándoles de una manera que la azabache no entendió. – Es el profesor – Bankotsu, con los labios en línea camino hasta ellos. – Profesor, él es...bueno ya debe de conocerlo – presento Kagome.

-Sí, como todo el mundo – sonrío Bankotsu extendiendo un brazo con la mano abierta en saludo.

-Inuyasha, soy su novio – imito el peli plata la acción del moreno.

-Pues, yo soy su profesor, Bankotsu – apretaron sus manos y se miraron desafiantes.

-Vamos, cariño – tomo a Kagome por la cintura cuando se alejó del moreno.

-Nos vemos profesor – se despidió Kagome con una sonrisa y disculpa silenciosa.

-Nos vemos, Kagome – Inuyasha lo miró una vez más antes de dar la espalda. Apego a Kagome a su cuerpo y camino junto a ella hacia su coche. Le abrió la puerta y Kagome se adentró.