T2 Capítulo 19

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T2 Cap 19

-Bankotsu, él... él – e Inuyasha cerró sus ojos, sabía lo que seguía.

-Él que – mascullo.

-Me beso, él me beso. Y me siento tan culpable por eso, te he faltado el respeto y... no pensaba decírtelo porque no quería herirte pero, si no te lo habría dicho eso significa que aquello había tenido significado para mí. Te lo estoy diciendo por que no es así, yo te amo a ti, a ti Inuyasha.

Inuyasha sonrío antes las palabras de su novia, sabía que todo era cierto, pero todo eso no le quito la furia que sentía por el moreno.

Su Tablet parpadeo indicando una notificación y la tomo encendiéndola.

-¿Inu? Di algo por favor.

Él la escucho perfectamente e iba a responderle pero las fotografías que su amigo Shippo le había enviado por mensaje no podía ignorarlas. Eran tres fotografías, Kagome siendo besada-evidentemente sin su consentimiento-, la otra ella apartándolo con una mirada molesta y casi al borde de llanto- la última su novia y el moreno discutiendo. Recibió otro mensaje de su amigo: Unos de esos arruina vidas las tomo y me las envió, pero de igual manera las publicaran.

-Por favor...

-¿No significo nada para ti?

-No.

-¿Qué hiciste cuando eso paso?

-¿Qué?... Yo... lo empuje y le grite.

-Cariño...- no estaba molesto con ella, estaba molesto con el moreno, quien se había atrevido hacer llorar a su mujer – Te... - el micrófono del aeropuerto sonó anunciando el vuelo, que suponía era de Kagome al escuchar el destino – Te espero en el aeropuerto cariño – e Inuyasha corto.

Bien, ahora tenía que hacer lo necesario para que ese fotógrafo aprovechado no difundiera las fotografías.

Después de la llamada y cconfesión de su novia no durmió. Hablo con Shippo para que tratará de contactarse con el fotógrafo o al menos con las revistas que la publicarían, amenazándolos con una denuncia legal. Después de no recibir ninguna respuesta más de su amigo Shippo, subió al cuarto piso, entro al gimnasio y poniéndose los guantes de boxeos empezó a golpear la bolsa imaginándose a nadie más y a nadie menos que, Bankotsu Takeda.

Su despertador resonó en el gimnasio, indicándoles las seis de la mañana, todavía no había recibido ningún mensaje o llamada de su novia por lo que decidió cambiarse por adelantado y empezar a conducir hacía el aeropuerto. Estaba ansioso, emocionado y desesperado por verla, quería abrazarla, besarla y decirle lo mucho que le había hecho falta. Miro los aterrizajes de aviones con destinos a California y estaban a minutos de llegar, poniéndose unos lentes de sol y gorra de lana camino hacía la sala de espera.

"Amor, ya llegué ¿Te espero?" recibió quince minutos después de haber llegado al aeropuerto, se puso de pie y se acercó aún más al pasillos por donde salían los pasajeros.

Y allí la vio. Con su vestimenta toda arrugada, con su cabello alborotado y con todo su cuerpo temblando. Mantenía su mirada hacia abajo con la vista en la pantalla de su celular, luego suspiro y elevo la mirada chocando sus iris chocolate con el oro fundido de Inuyasha, sintiendo aquellas mariposas inexistentes aleteando en su vientre. Corrió hacía él e Inuyasha sonrió abriendo sus brazos para recibir a su mujer.

Kagome lo rodeo desde su cintura y escondió su rostro en el pecho de esté, empezando una vez más, con un llanto mezclado entre la culpabilidad y la emoción de sentir nuevamente a su pareja. Inuyasha la atrajo más contra él en un intento de tranquilizarla a parte de murmurar palabras calmadas y amorosas, de frotar su mano entre la punta de sus cabellos y su espalda.

ʏ ʟʟᴇɢᴀꜱᴛᴇ ᴛᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora