ʏ ʟʟᴇɢᴀꜱᴛᴇ ᴛᴜ

T2 Capítulo 3

T2 Capítulo 3

-Iré a la tienda, vuelvo en unos minutos – Kagome dijo mientras se retiraba los guantes que cubrían la piel de sus manos.

Después de comer, Kagome había limpiado la sala y la cocina, Inuyasha la ayudaba en lo que podía, así que los dos juntos empezaron a limpiar el desorden que venía ya de hace dos meses.

-Llévame contigo – nuevamente la había tomado del brazo deteniéndola.

-Inuyasha… ya te dije que no me iré – le aclaro sus dudas y miedos.

-Quiero acompañarte – Kagome se mordió el labio dudosa, no quería exponerlo a la luz del día, había estado encerrado por meses en la oscuridad de su casa, en la penumbra de su habitación.

-Traje de mafioso a la orden – dijo Kagome y ambos se carcajearon.

Kagome corrió escaleras arriba en busca de un buzo negro con capucha y unos lentes negros, tal y como lo recordaba la primera vez que lo había visto en la calle de california, en la cafetería en la cual trabajaba y cuando él la había llevado a casa después de aquel altercado. Miro la hora en su celular, ya eran pasadas las siete de la tarde, quería ir a la tienda a comprar algunos productos de higiene y algunas comidas o lácteos líquidos que Inuyasha pudiera comer.

-¡Inuyasha amigo! – la voz de un desconocido se escuchó cuando empezó a bajar las escaleras con las cosas de Inuyasha en sus manos - ¡Uau! ¿Qué ha pasado aquí? ¿Se te metió lo ama de casa? – era Naraku, quien tenía la llave de la casa.

-Naraku lárgate – Inuyasha desde el sofá le dijo con voz firme. Kagome a medida que se acercaba escuchaba la conversación.

-¿Qué me largue? Amigo, hoy hay una gran fiesta aquí y… traje más de esto – con malicia levanto una bolsa con una grande cantidad de polvo blanco. Kagome entonces llegó a la sala.

-Inuyasha…- Kagome se acercó a él quedándose a su lado de pie y mirando con cara de pocos amigos al invasor.

-¡Vaya Inuyasha! ¡Ya era hora que te consiguieras una perra! ¡Me preocupabas ya! – exclamo Naraku mirándola de arriba abajo, haciendo enfadar no solo a Inuyasha sino que a Kagome también por la falta de respeto.

-Largo de esta casa, ahora mismo fuera– Kagome empezó a caminar hacía Naraku con una mirada fría y de repulsión.

-¿Quién eres tú, puta? – y Naraku desafiante acorto sus pasos.

-Llamare a la policía sino se va ahora mismo. Y yo soy todos menos una puta que de seguro tú tienes a varias – Naraku tensó su mandíbula molesto. Kagome lo desafiaba y eso a él no le gustaba, ninguna mujer hacía aquello con él.

-Sera mejor que tú te vayas, a menos que de otra manera te quieras ir… - Kagome lo miraba con bronca pura, ese hombre en frente suyo era el causante del estado de Inuyasha, no lo conocía pero ya lo odiaba. Ese hombre era una persona mala, mala para Inuyasha.

-Fuera – mascullo – Tú eres el causante de todo esto – y entonces Kagome, sin ser consciente de sus movimientos, con sus pequeños brazos había golpeado el pecho del hombre, haciendo que de la sorpresa diera un paso atrás.  

-No debiste de hacer eso – y al escuchar eso, Naraku levantó su mano y le golpeó todo el lado izquierdo del rostro de la azabache.

Kagome grito y calló al suelo y entonces Inuyasha quien ya de hace rato se había puesto de pie, se lanzó sobre Naraku y le empezó a dar golpes en todo su rostro, no dándole ninguna oportunidad de defenderse.