Amor

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-Franky, ¿a donde vamos? Creia que solo saldríamos a ver la nieve- le dije mientras me ponia em cinturón.

-Y vamos a ver la nieve, pero en casa no tiene gracia, relajate y disfruta del viaje.- me dijo y arrancó el motor.

-Esta bien- le sonrei y cerre mis ojos.
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Sentí como alguien me llamaba tocandome el hombro y llamandome por mi nombre.

-Robin, Robin...-

Gire mi cabeza hacia mi izquierda y abri los ojos.

-Franky... ¿me he dormido?- pregunté mientras le observava desde el asiento del coche.

-Si, no te preocupes, hemos llegado.- me sonrió y con la mano me señalaba a través del cristal el sitio.

-¡Dios mio Franky! Este sitio es precioso.- abri los ojos de palmo.

-Vamos...- me dijo y salio del coche para posteriormente abrirme la puerta y ayudarme a bajar.

-¿Que sitio es este?- pregunté curiosa.

-Cuando trabajaba con los Roronoa venia mucho los dias en los que nevaba.- dijo mirando al cielo con una sonrisa.

-Vaya...- deje caer. -Gracias Franky- le abracé.

El sitio era tremendamente increible, lleno de arboles, arbustos, todo era naturaleza, me encantan los sitios así, la nieve decoraba las copas de los arboles y tambien el césped, era como observar una postal navideña.

-¿Damos un paseo?- me preguntó mientras me ofrecia su mano, yo gustosa se la cogí a la vez que asentia con la cabeza.

-Franky, ¿recuerdas la conversación que tuvimos durante el camino al coche el dia que nos recogiste en el aeropuerto? Me gustaria continuarla...- le dije con una pequeña sonrisa.

-Claro, ¿que quieres saber?-

-Dijiste que Zoro... bueno... cuando murieron sus padres...- no sabia como decirlo.

-Ya entiendo...- miro al suelo entristecido. - cuando sus padre murieron él... se tiró a la bebida... todos los empleados de la casa estabamos muy preocupados por el, creiamos que no iba a poder salir de ese pozo, nos costó mucho trabajo conseguir que no bebiera más.- me miró

-Bueno, erais su familia...- le sonrei en señal de apollo. -Gracias a dios ahora esta bien- sonreí.

-Claro- me dijo no muy convencido.

Cuando iba a preguntarle el porque de su tono al responderme, cambio su cara radical, como si hubiese visto un fantasma.

-Franky ¿estas bien? Te veo palido.- le dije.

-Si, si, estoy muy bien, es solo que... e recordado que se me a caido algo en el coche, sigue tú, en unos 10 metros veras un banco esperame alli.- me dijo decidido y empezó practicamente a correr.

-Pero... ¡Franky!- grité, pero ni siquiera volvió la mirada.

Continuare yo sola el camino, si es cierto lo que me ha dicho a 10 metros debe de haber un banco.
¡Madre mia! ¡no puede ser! (Fue lo que pensé.)

Me quede paralizada, estatica, esperaba que no me viera, quería largarme de alli corriendo, pero... no nos equivoquemos... nunca podria hacerlo por diversas razones.
Me acerque más, mis pasos eran firmes pero indecisos, nis pies hacían ruido al pisar la nieve, esperaba poder hacercarme lo suficiente para poder observarle, pero algo salio mal.

-¡Aaaah!- fué lo que grité.

Si me tropece con una piedra que permanecia oculta bajo la nieve, caí de golpe al suelo, mi ropa se empezaba a mojar por el agua que la nieve desprendia  al tacto con el calor de mi cuerpo, me ha visto. Se hacerca a mi, no puedo mirarle, no se que hacer.

LA LADRONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora