Sentimientos

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Ya estamos en casa... me dedico a saludar a Viola que estaba sentada en un banco en el jardin de casa, ella corresponde mi saludo y nos abrazamos, seguídamente ella saluda a todos los demás.

-¿Como estas Robin? Te veo un poco....-

-Estoy horrible, ya losé- sonreí levemente.

-Que va, estas... bueno... cambiada- me dijo Viola.

-Cada dia te superas más y más con los alagos- reimos a carcajadas.

-Vamos, entra en casa... debes de estar agotaba, en la cena nos contaras todo lo sucedido.- me sonrió.

-Esta bien, por lo pronto... quisiera darme un baño.- dije algo cansada.

-Descansa, yo me encargo de todo ¿vale?- y se marchó, Viola siempre a sido un encanto de chica, desde el minuto cero que entró aquí... aún me pregunto como puede estar con esta familia.
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ZORO

Sali de mi casa, ella se marchaba, no estaba dispuesto a ver como de nuevo se apartaba de mi lado... al cabo de un par de minutos pude notar como Luffy, Ace y Sabo venían detras de mi.

-Chicos- frene mis pasos en seco. -¿Se puede saber que haceis?- pregunté al mismo tiempo que gire para mirarles las caras.

-Estamos preocupados por ti- dijo Sabo acercandose más a mi.

-Ella se marcha... pero tu tienes que olvidarla, no te ha traido nada mas que problemas...- continuó Ace.

-Yo... la amo...- baje mi cabeza.

Luffy poso su mano en señal de apoyo.

-Zoro, la encontraremos de nuevo- decia mi delgado amigo mientras hacia pose de victoria.

-No debe volver a buscarla, ella no quiere estar con él- le dijo Ace a Luffy.

-Tu no lo sabes- Luffy le gritaba como un niño pequeño.

-Si, si losé, si quisiera estar con él, no se habría marchado- le hizo una burla a Luffy con la cara.

Este se cabreo y comenzaron a discutir, como siempre a puñetazos, patadas e insultos muy varios, mientras ellos discutian Sabo de acercó para hablar conmigo.

-Zoro, si sientes que debes buscarla... te ayudare- me sonrió.

-Sabo... creo que Ace tiene razón- mi tono de voz cada vez se entrecortaba más, mis cuerdas vocales se inchaban, y en mis ojos llovia agua salada. -No volveré a buscarla...- y continué mi camino andando solo, Sabo respetó mi decision y permaneció inmóvil observando como me alejaba del lugar.

Pasadas un par de horas, estaba tirado en la barra de un bar, con una botella de Sake en la mano... no dejaba de pensar en ella.

-Hola Zoro... hace dias que no se nada de vosotros- me hablaba una voz conocida. -¿Te pasa algo?- giré mi cabeza para observar al chico que me hablaba... era el pobre de Usopp, desde la noche que encontre a Robin tirada detras del bar de strippties no e vuelto a hablar con el, y supongo que Ace y Sabo tampoco.

-Lo siento Usopp, e estado liado- le dije y le indique que se sentara en el taburete de al lado. -Vamos, pide algo... voy a contartelo todo....- y comencé a explicarle lo que habia pasado todos estos días.
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ROBIN

Me encantan los baños de espusa y burbujas... hacia mucho que no me daba uno... desnuda llena de heridas cicatrizando, cicatrices ya cerradas y algún que otro moratón o hinchazon, estoy dentro de mi bañera... relajada... em cuerpo apenas me dolia... solo me dolía el corazón, no podia parar de pensar en Zoro, pero eso ya terminó, estoy con mi familia y es lo único que me importa, o eso quiero pensar.

Al cabo de media hora salgo de la bañera y me redeo una toalla alrededor de mi cuerpo desnudo, y otra en el pelo. Salgo del baño para pasar directamente a mi habitación, por un monento me senté encima de mi cama con dosel y cerre los ojos, recorde de nuevo el momento en el que algo frio y pesado rodeaba mi cuello, el momento en el que mi amado espadachin me regalaba la gargantilla, ya han pasado dos años pero lo recuerdo como si fuera ayer.
Abro los ojos de golpe y compruebo que la puerta de mi habitacion esta completamente cerrada con llave, asi es.
Me acerco a mi tocador, abro uno de los cajones y colocando un lapiz en un agujero situado por debajo del cajón, levanto el doble fondo de éste, y ahi está, lleno de polvo, pero con ese brillo especial, lo saco del cajón despues de dos años, lo limpio con la toalla que me rodea, y me lo pongo de nuevo en mi cuello decorando mi escote, me miro en el espejo y vulvo a recordar el momento en el que Zoro me lo puso y beso mi cuello a la vez que me llamaba reina.
Me asusto al escuchar unos golpes en mi puerta.

-¿Si?- pregunté desconfiada.

-Robin... soy Nami, la cena esta lista.-

-Bajo enseguida Nami. Me estoy vistiendo.- le contesté.

Seguidamente me quite la gargantilla y volvi a colocarla en su sitio, volvi a colocar el doble fondo del cajón y lo cerre. Me acerque a mi almario, escogí unos pantalones deportivos, suete comodo y zapatillas de deporte, quería estar lo mas comoda posible, y con mis heridas unoz pitillo ajustados no eran lo mas indicado, en cuanto a mi pelo, me quite la toalla no sin antes quitarme el exceso de humedad, me lo cepille y lo deje suelto, ya estaba preparada.
Abri la puerta de mi habitacion y sali de ella, al salir casi me choco con Franky.

-Franky- le dije sonriendo. -¿No cenas?- pregunté extrañada.

-No, estoy trabajando en algo para padre- me contestó.

-Sabes... tengo ganas de terminar la conversación.- le dije.

-La terminaremos preciosa, de eso que no te quepa la menor duda- me sonrió haciendo una de sus poses extrañas. -Me alegro de que estes bien- me dijo esta vez ameblamente, y se encamino a du habitación.

-Gracias... Franky...- dije su nombre en un hilo de voz.

Me encamine hacia el salón y mientrad llegaba escuche una conversación.

-No permitire esa locura- decia Torao.

-Trafalgar... es la manera de tener todo el dinero que deseamos...- decia mi padre, yo me quede a escuchar.

-Pero Dragon, es de Nico de quien estamos hablando...- se notaba preocupación en su voz, estaban hablando de mi.

-Y que importa... sera lo último que hagamos, Crocodile estará mas feliz que una perdiz, Robin sera util, la gente podra reirse y nosotros ganaremos un dineral....- padre reia.

-¿Como puedes estar tan seguro de que esto te saldrá bien esta vez...?- volvio a hablar Torao.

-Porque tu te encargaras de ello...- contestó padre.

LA LADRONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora