Tranquila

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Trás el pinchazo agudo que noto por alguna zona de mi espalda, caigo, caigo por agotamiento, cansancio, caigo por falta de fuerzas. Ya no puedo más, mi cabeza me pide seguir avanzando, pero mi cuerpo sabe que no puede, es imposible, esta muy dañado.

A los pocos segundos de caer, me doy cuenta de que estoy sobre alguna persona, con mi cara pegada sobre su pecho, intento levantar la cabeza para poder ver de quien se trata, pero toda parte de mi se vence... poco a poco la oscuridad me consume, apenas puedo ver un rallito de luz, pero finalmente, este también se consume...

Oscuridad, todo es oscuro para mi...

ZORO

Con todo el cuidado del mundo, y el que en este momento puedo tener, aparto a la chica de encima mio, la acuesto en el suelo  justo a mi lado.

La observo detenidamente, apenas puedo ver su rostro, toda ella esta cubierta de sangre, sangre espesa, que a pesar de todo recorre su piel y su ropa como un río.

Continuo observandola, esta vez mas detalladamente, esta descalza, sus pies, manos, y rodillas sucios, sus largas piernas llenas de moratones, y su largo cabello todo enredado, miro en los bolsillos de su vestido en busca de algún tipo de documentación, nada, no lleva nada.

Hace unos minutos que la pobre chica ha perdido el conocimiento, la llamo, una y mil veces, respira, esta viva, eso losé.

-Chica... despierta- le decia mientras le daba pequeños y suaves golpecitos en uno de sus hombros.

Ella seguia sin responder. Cojo mi movil, decidido a llamar a la policia y a urgencias sanitarias, ella necesitaba ayuda y rápido.

Cuando marco el telefono de urgencias y coloco mi movil sobre mi oido, noto algo tocandome el brazo, es ella, le presto toda mi atención, por su rostro intenta decirme algo, y yo intento escucharla...

-No... no... lla... llames....- decia con un hilo de voz casi inaudible.

-Lo necesitas- le dije decidido.

-No... por... por...favor...- continuaba con los ojos cerrados, ella volvió a caer inconsciente, su mano calló al suelo de golpe.

Miles de pensamientos recurren por mi cabeza. Supongo que si ella no quiere que llame a nadie, es por algo, y debo de respetar su decisión, aún así, tenia claro que no podia dejarla ahí en ese estado.

Cargue con ella, la cogi entre mis brazos como si de arena se tratase, intentando que no se me escurriera, que no se me rompiera cual cristal.

La sangre de su erida de bala iba a peor, tarde pocos minutos en llevarla hasta mi coche, la recoste sobre los asientos de atrás y comencé la marcha hacia mi pequeña casita de vacaciones.

Gracias a dios, y por suerte, no me pillo ni un solo policía, llegue a mi casa bien... aunque ella me preocupaba.

Baje del coche y abri la puerta de mi casa para posteriormente meterla a ella. Mi casa esta a las afueras, asi que con suerte no me vera nadie.

Una vez cargue de nuevo con la chica y cerre la puerta del coche con el pie, entre a mi casa, y cerre la puerta de la misma manera que antes, puse a la chica sobre el sofa del salón y me encaminé en busca de una zafa con agua calentita, agua oxigenada, Betadine, gasas, esparadrapo, toallas y unas cuantas cosas más.

Lo que mas me importaba ver era la herida de su espalda, su erida de bala.
Comence por poner a la chica boca abajo, bajar la cremallera de su vestido y romper la camisa blanca que habia debajo de este.
Una vez echo esto divise la herida, por suerte no estaba muy profunda y no le toco ningun sitio importante, simplemente se incrustó en el costado izquierdo.

Limpié la zona para mejor visibilidad, cogi unas pinzas de las cejas y las desinfecte con alcohol, con cuidado y tranquilidad comencé a extraer la bala, que saqué sin problema. Cogi hilo y aguja y cosi la herida, la limpié con un algodón impregnado en Betadine y sobre ella puse una gasa sujeta por esparadrapo.

Volvi a darle la vuelta a la chica, termine de quitarle el vestido y la camisa, junto con unas medias rotas, dejándola en ropa interior.

Empape varias toallas con agua de la zafa, y limpié como pude su cuerpo, suture varios cortes que llevaba en los pies, en las manos y en las rodillas, y la tape con una manta. Era hora de pasar a su cara, realice el mismo proceso, cogi una toalla limpia y la empapé, comence a pasarsela suavemente por su rostro y por su cuello, en la cara también llevaba varios cortes, casi todos curarian solos sin necesidad de coser, excepto dos, uno situado en una de sus cejas, y otro en su labio inferior, estos tambien los cosi.

Apesar de haber limpiado a la chica, seguia sin verle rostro alguno, todo él estaba inflamado, lleno de moratones...

Miré su pelo, lo tenia largo, muy largo... pero tambien enredado y sucio.

Cogi un cubo de agua, una jarra y champú. Para lavarle el pelo coloqué su cuerpo de forma que se cabeza quedara colgando sobre el roposamanos.

Una vez lavado de lo cepille con mucho cariño, y acerqué el sofá como pude a la chimenea de leña para que se le secara el pelo lo antes posible.

Creo que ya está lista. Miro el reloj, ya son las 9 de la mañana y yo sigo sin dormir, pero no podia dejarla sola, necesitaba saber que en todo momento ella respiraba.

Vencido por el cansancio caí, sentado en el suelo, con la cabeza apollaba sobre el sofá donde ella se encontraba.

ROBIN

Está suave y blando, el sitio en el que estoy tumabada está muy suave y blando.

Palpo mi alrededor con mis manos, me duelen muchisimo, igual que todo mi cuerpo, poco a poco abro mis ojos, una luz me cega, la luz de una gran ventana, apenas puedo abrirlos, me los noto hinchados.

Veo algo, algo de color verde, no distingo bien que es, mis ojos no me lo permiten en este momento y en este estado, me entra curiosidad y lo toco, esta suave, continuo con mi investigación hasta que se mueve, es la cabeza de alguien.

-¿Como te encuentras?- me pregunta, su voz es muy familiar. -¿Estas bien? ¿necesitas algo? ¿tienes hambre?- continuó preguntando.

Yo no abrí la boca, no tenia fuerzas para hacerlo, pero asentí con la cabeza.

-Bien, me alegro de que estés bien, mi nombre es Roronoa Zoro, anoche alguien te perseguia y creo que es el que te hizo esto ¿no es asi?- volvi a asentir. "Espera, Roronoa Zoro... ¿es el chico al que le robe la preciosa gargantilla hace como dos años? Imposible... será mi ruina cuando me descubra" pensé. -No se porque lo ha hecho, pero no tiene escusa y prometo que lo pagará caro ¿tienes idea de como se llama?- esta vez le dije que no, le mentí, no quiero mas lios. -Bueno... descansa... lo necesitas...- se iba a levantar para marcharse... pero no podia permitirselo, agarre el cuello de su camisa con la pocs fuerza que tenia indicandole que se quedara, algo que el capto al momento. -Tranquila, solo voy a por algo de comer y beber, necesitas reponer fuerzas- dijo.

Intente incorporarme en el sofá, pero sentí un fuerte dolor en la espalda y grité, grite de dolor.

-Tranquila- volvió corriendo. -Anoche recibiste un disparo, ya esta curado, pero es normal que te duela, déjame que te ayude- me cogió en peso y me sentó.

Una vez estuve bien posicionada, quedemos frente a frente, yo note un cambio en su mirada y estoy segura de que el conoció la mía cuando miro mis ojos con ímpetu.

-¿Moke?- preguntó extrañado.

LA LADRONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora