Light Fires At Night ♤ Andreil {Traducción}

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perfectly able to hold my own hand
but I still can't kiss my own neck

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La primera vez que Andrew supo que quería escuchar las palabras, Neil no estaba haciendo nada. Solo estaba sentado ahí, mirando el horizonte con esa expresión estúpidamente dramática y lejana, dejando que el cigarrillo se consumiera entre sus dedos hasta llegar al filtro —una pérdida terrible de nicotina, si le preguntas a Andrew.

Tal vez es la forma en que Neil siempre mantiene su distancia. Tal vez es el hecho de que ha estado sentado en la azotea con Andrew durante más de una hora, a pesar de que es septiembre y que solo está usando una camiseta gastada en la que normalmente duerme y un par de pantalones de chándal igual de desgastados. Incluso sus pies están desnudos.

Tal vez no es ninguna de estas cosas. Tal vez Andrew quiere escuchar las palabras para poder callar a Neil, así puede decirle que se vaya a la mierda y lo deje solo para siempre. Neil se iría y Andrew finalmente dejaría de sentir como si su piel se deshaciera en las cicatrices, amenazando con exponer la carne tierna debajo, todo para que Neil lo vea.

Tal vez, tal vez.

Neil inclina su cabeza a un lado para mirar a Andrew, manteniendo el resto de su cuerpo perfectamente quieto. Sus ojos son ridículamente azules. Él no pregunta, solo mira a Andrew, paciente como la mayoría ha dejado de serlo, si es que se molestaron en primer lugar.

"Deja de mirarme así," le dice Andrew, a pesar de que, técnicamente hablando, él era el que miraba, e incluso podría haber estado mirándolo así.

Los labios de Neil se curvan, como si tuviera una réplica en la punta de la lengua, pero él obedientemente mira hacia otro lado. Se lleva el cigarrillo a sus labios y toma una calada. Exhala lentamente, el humo sale de sus labios y se agita en el aire, y Andrew quiere, con una intensidad que le hace dar vueltas la cabeza, y lo que quiere no tiene nada que ver con la seguridad.

Neil es un cuchillo en la garganta de Andrew, una cuchilla afilada que se clava en su piel.

Y Andrew no sabe cómo retroceder.

Apaga su cigarrillo, molesto. Luego, roba el de Neil.

Neil voltea su cabeza hacia él de nuevo, viendo como Andrew lleva el cigarrillo a su boca y pone sus labios en el mismo ligar que los labios de Neil estaban hace un momento. Andrew inhala, sosteniendo la mirada de Neil viendo sus pupilas dilatadas, mantiene el humo en sus pulmones por un momento antes de apagar también ese cigarro, dejando que las yemas de sus dedos se calienten mientras presiona la ceniza contra el concreto.

No hay gentileza en el alma de Andrew, no hay bondad. Solo hay un vacío similar al algodón, un vacío que se siente como una presencia en lugar de ausencia, y llena su mente hasta el borde. No hay una habitación para emociones, y ciertamente no hay lugar para los sentimientos.

Y sin embargo, hay una habitación para Neil.

Tal vez es porque Neil ha sido entrenado para mantener su cabeza abajo, para mantener sus hombros encorvados, para mantener los codos cerca. Quizá Neil ha aprendido a ocupar tan poco espacio que puede encontrar lugar suficiente para él, incluso en los pensamientos de Andrew.

Tal vez, tal vez.

Algún día, sin embargo — algún día Neil aprenderá a mantener la cabeza en alto.