Emma
Salimos disparados del pasillo y me dejo llevar por Alberto cogida de su mano mientras atravesamos toda la pista de baile sin pararnos a despedirnos de sus amigos. Me parece una falta de educación, pero ahora mismo es como si fuera una cosa sin importancia. Mañana le mandaré un mensaje a Merida pidiéndole perdón, pero me parece a mí que se alegrará más que se enfadará.
Cruzamos las puertas que separan la calle y veo la gran cola de gente que quiere entrar en la discoteca y que aún hay a estas horas de la noche, pero Alberto no me permite que nos quedemos ahí. Sigue tirando de mi mano a lo largo de la acera mientras mira la carretera en busca de un taxi, y con un movimiento grácil, levanta el brazo que no está sujetando mi mano y con un silbido consigue parar uno al lado nuestro. Abre la puerta y me deja pasar primero, y tengo que hacer malabarismos para no enseñar hasta el alma con este vestido a todos los que pasan por la calle.
Siento que mi corazón está a punto de explotar, que está a punto de cantar una serenata al sentir que hemos ganado Alberto y yo a todos los problemas que teníamos a nuestro alrededor. Siento una felicidad extrema al saber que a partir de ahora podremos ser todo lo felices que nos merecemos, que podremos estar juntos por fin aunque tengamos que llevar cuidado hasta que termine la academia, pero es como si después de todo lo que hemos pasado mi cuerpo respirara tranquilo por fin.
Alberto se sienta al lado mío en la parte de atrás del taxi, y en menos de un segundo le da la dirección de su casa al conductor. Se le nota acelerado y yo siento como si la sangre recorriera como loca por mis venas, y un deseo enorme de llegar ya a cualquier sitio en el que estemos solos Alberto y yo me pone frenética.
Sin importarle que no estemos solos en el coche, Alberto me coge de la nuca y me acerca a sus labios para juntarlos en un beso feroz que no sé como no hemos chocado nuestros dientes, pero aún así abro enseguida mi boca para permitirle el paso y me dejo llevar mientras él saquea todo lo que le da la gana. Nuestras lenguas se juntan enseguida, desesperadas por jugar y lamerse entre ellas y siento que por fin puedo dejarme llevar, que puedo disfrutar de esto sin ningún atisbo de culpabilidad. Me siento yo de nuevo, y completa ahora que estoy pegada al cuerpo de Alberto.
Un carraspeo en la parte de delante hace que me separe de él muerta de vergüenza a la vez que me río como una tonta. Alberto me dedica una sonrisa radiante sin apartar sus ojos de mi boca. No hablamos pero puedo sentir el hambre que hay en el ambiente y las ganas por llegar a su casa. Una de sus manos rodea mi espalda y la otra la coloca en mi rodilla desnuda haciendo que me ponga aún más nerviosa al ver sus intenciones. Niego con la cabeza, pero él me dedica su sonrisa más macarra y sube unos cuantos centímetros su mano hasta rozar el bajo del vestido. Mi cuerpo empieza a calentarse aunque piense que es una mala idea, pero aún así sé que si sigue subiendo no podré decirle que no. Se recorre unos pocos centímetros más por el interior de mi muslo y cuando uno de sus dedos roza mi ropa interior se me corta la respiración. Estoy tentada a separar un poco mis piernas y permitirle que siga explorando, pero no me da tiempo a pensármelo mucho porque aparta enseguida su mano.
—Es aquí. —le dice al conductor como si no hubiera pasado nada y yo fuera la única que va a morir por combustión espontanea.
Alberto le tira un billete que no me da tiempo a ver la cantidad y salimos del coche sin esperar que le de el cambio. Atravesamos rápidamente la puerta de la calle y el pasillo se nos hace eterno porque Alberto no permite que de más de tres pasos seguidos. Nos besamos como si no hubiera un mañana, nos abrazamos a la vez que nos saboreamos como si fuera la primera vez que lo estamos haciendo en muchísimo tiempo y nos queremos a manos llenas. Esas manos que me aprietan a él como si no quisieran soltarme nunca, y se recorren cualquier rincón de mi cuerpo con anhelo.
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Ven Conmigo (2º Trilogía Conmigo) COMPLETA
RomancePortada realizada por eewriter. ¡Gracias! "Hazlo, y si te da miedo, hazlo con miedo."