Alberto
Decir que estoy orgulloso se queda corto. Decir que no estaba deseando como un loco que llegara este momento sería mentir como un bellaco. Mi pecho está lleno de muchas cosas, de felicidad, de orgullo, de alegría, de admiración, de un amor que supera los límites que yo me había imaginado. Estoy enamorado hasta las trancas, y cada día que pasa lo estoy un poco más.
Estoy loco por esa mujer que ahora mismo está recogiendo su titulo en el auditorio rodeada de cientos de personas, compañeros de clase y familiares y que aplauden cuando el director de la academia le da la mano para ser una futura profesora de baile. Yo también aplaudo, y aunque me encantaría levantarme de mi asiento y ovacionarla como un puñetero loco, me contengo y lo hago como un profesor más que está contento por su alumna.
Estar de las primeras filas en los asientos, me ha hecho tener el privilegio de ver perfectamente lo mucho que ha mejorado durante estos cuatro años. Su manera de bailar, de moverse, de hacernos sentir la música con su cuerpo, me ha hecho darme cuenta de lo grandiosa que puede ser la mujer de mis sueños y de lo buena profesora que llegará a ser algún día. Y cuando se baja del escenario con los demás alumnos, dando por terminada la graduación, el deseo de ser el primero en ir a felicitarle me inunda el cuerpo, pero tengo que reprimir mis ganas por una última vez y dejar que sea su hermano, su cuñada y su sobrina los que la abracen entusiasmados.
Durante el cóctel que siempre hay después de cada graduación, la observo a la distancia mientras me encuentro en conversaciones con los demás profesores como si me parecieran lo más interesante del mundo, pero realmente en lo único que estoy pensando es que en que las horas pasen, que termine la cena para poder llevarme a Emma y así poder estar un rato a solas con ella. Veo lo feliz que está, y mi cuerpo se hincha cada vez que me mira y me sonríe a escondidas.
Sin poder evitarlo, la miro más de una vez y me deleito por lo bien que le queda el vestido que lleva puesto, y me siento orgulloso por ser yo quien voy a tener entre mis brazos esta noche a esa preciosidad que ahora mismo tiene una copa en la mano y se ríe a carcajadas con sus amigos.
Es el último día que Emma y yo tendremos que interpretar nuestro papel. La última vez que seremos profesor y alumna para después ser solo Alberto y Emma. Sin ningún problema, sin el miedo a que nos descubran nunca más. Podremos ir de la mano todo lo que queramos mientras nos recorremos las grandes calles de Madrid, podré besarla en cualquier parque, en cualquier terraza de cualquier bar o restaurante. Podremos hacer lo que nos de la gana sin peligrar nuestras carreras.
Estos meses atrás desde que murió su abuela no han sido del todo fáciles. Consiguió perdonarse, reconciliarse con su hermano y estar conmigo, pero seguía sintiendo la falta de alguien cada día, pero al menos lo hablaba. Me dejaba ver los días que se sentía peor y buscaba mi apoyo para poder superarlo. La abrazaba todos los fines de semana ya que los pasaba en mi casa después de salir de la academia.
Su hermano no lo llevó bien al principio. El saber que yo era el profesor de su hermana les costó más de una discusión que terminó con un "Haz lo que quieras, pero si luego te echan no me vengas llorando." por parte de Pablo. Y agradecí que no supusiera un nuevo problema para nosotros después de todo. Ahora la relación con mi... ¿cuñado?. Dios que raro suena eso. Ahora se han normalizado las cosas y muchas veces estamos comiendo en casa de ellos como una pareja normal o en casa de mis padres. Mi madre fue la que más se ilusionó cuando la llevé a casa, y empezó a sacar comida como para un ejercito alegando que estábamos muy delgados. Eso le hizo reír a Emma y a mí con ella y con una calidez en el centro de mi pecho al ver que se llevaban bien las dos mujeres más importantes de mi vida.
—¿Y qué vais a hacer este verano? —pregunta uno de mis compañeros de trabajo sacándome de mis pensamientos.
—Mi mujer y yo nos iremos de vacaciones seguramente. —contesta otro de ellos y yo me llevo automáticamente la mano a mi pecho, a la altura del bolsillo interior de mi chaqueta donde puedo notar una pequeña cajita.

ESTÁS LEYENDO
Ven Conmigo (2º Trilogía Conmigo) COMPLETA
RomancePortada realizada por eewriter. ¡Gracias! "Hazlo, y si te da miedo, hazlo con miedo."