Cuando vio el reloj, Kongpob se dio cuenta de que eran pasados apenas unos minutos de la hora en que habían citado a los invitados. No los quería hacer esperar más, así que fue a abrir la puerta. Del otro lado del umbral, un par de rostros amigables le saludaron con una sonrisa.
Pronto, en la sala hubo dos voces femeninas se escuchaban en conjunto con la de Kongpob. Este volteó a ver a su pareja apenas lo escuchó bajar por las escaleras.
—¡Arthit!
Una de las mujeres se levantó del sofá de un salto, asustando a la otra ya que hacía unos momentos estaban charlando tranquilas.
Kongpob observó cómo su compañera de trabajo saludaba a Arthit con una gran sonrisa, a comparación de la niña pequeña quien saludó refugiada detrás de las piernas de su madre, pues parecía intimidada por la efusiva Song.
—¿Desean algo de comer o de tomar? —se dirigió Arthit a todas luego de saludar.
Las mujeres agradecieron y le dijeron que estaban bien por el momento. No obstante, los ojos de la niña parecieron iluminarse al escuchar aquella pregunta. Se acercó a su vecino y le tomó por el borde de su camisa para llamar su atención.
—¿Puedo tomar un vaso con leche?
Kongpob soltó una risa suave. Él antes ya había hecho la misma pregunta que su novio, pero parecía que a Milk le agradaba más Arthit.
—Claro, vamos a la cocina —respondió Arthit, tomando la mano de la niña para ir hasta la cocina. Allí, tomó un vaso y luego sacó la leche del refrigerador para servirla—. Aquí tienes. Si quieres otro, me puedes decir a mí o a Kong —sonrió a la pequeña.
La niña le dio las gracias con una gran sonrisa y volvió con cuidado hacia donde estaba su madre.
Al ver esa escena, Kongpob no pudo evitar sonreír también, cada vez más enamorado de su novio. Le indicó con un brazo que fuera a hacerle compañía al sofá, pero en ese momento se escuchó que de nuevo tocaban la puerta. Pidió con la mirada a Arthit que fuera a abrir y éste bufó, pero así lo hizo.
—¡Eyy, Arthit! —Un feliz Yong fue el primero en hablar.
—Qué bueno que llegaron. Pasen —Arthit se apartó de la puerta para dejarlos pasar.
—Trajimos esto —Esta vez habló Nai, quien le ofreció una botella antes de pasar.
Por su parte, Kongpob se levantó de su lugar para saludar apropiadamente a sus antiguos colegas. Se sentía muy feliz por verlos de nuevo.
Detrás de ellos venía Arthit con lo que a él le parecía una botella de vino, así que le indicó que la dejara en la cocina. En la barra ya habían algunas otras cosas como un postre que había traído Song y un frasco con dulces de sabores de parte de June y Milk.
-
Después de un rato, la mayoría de sus invitados habían llegado y el ambiente empezaba a ser más ameno. June se había llevado a Milk a dormir, pues su padre estaba ya en su casa. En cambio, Arthit aún se sentía nervioso, ya que las personas más importantes todavía no llegaban. Iba a ir a la cocina para servirse más soda, pero detuvo sus pasos al escuchar el timbre. Su cuerpo se tensó de inmediato.
—Yo iré a abrir —indicó Kongpob, dedicándole una leve sonrisa a su novio con el propósito de tranquilizarlo, ya que notaba lo tenso que se encontraba durante los últimos quince minutos.
Así, el menor se dirigió hacia la puerta. En el instante siguiente, tuvo en sus brazos a su madre quien lo saludaba efusiva. Luego, fue el turno de su padre, éste le tendió una bolsa de papel café con las letras de una reconocida tienda impresas al frente.
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II. Armonía
FanfictionToda relación enfrenta altibajos y la de Arthit y Kongpob no es una excepción. Ahora, ellos ya demostraron estar en sintonía, pero ¿podrán conservar la armonía en su nuevo hogar? ¿O será la convivencia un nuevo conflicto? * Libro dos de Escala Danjo...