•Alex•
Estaba bastante atareada últimamente, sin Nicky en la oficina me costaba el doble terminar el papeleo y cerrar tratos...
Se había tomado sus vacaciones para ir a alguna playa con Lorna, querían pasar unos días a solas puesto que últimamente Nicky también había estado trabajando bastante y se merecía verdaderamente un descanso de todo.
Entre el trabajo y mi estrés habitual por el asunto de los emails, aunque estos ya habían dejado de llegarme, me consumía demasiado, me pasaba los días sin dejar de pensar en eso un solo segundo.
Tanto que me pasaba horas después del cierre de mi edificio tratando de averiguar lo más que pudiera sobre la dirección del jodido remitente de esos correos...
Parecía que estaba paranoíca, lo sabía muy bien, así como también sabía que quizá era conveniente que buscara ayuda en algún lugar, quizá con un buen psicólogo o psiquiatra, que pudiera preescribirme algún tipo de ansiolíticos.
La cabeza estaba a punto de estallarme, sentía como si una máquina dentro de mi cráneo estuviera acelerando las revoluciones y el sonido estridente era lo único que retumbaba ahí dentro.
Quería calmarme, no podía dejar que la situación me sobrepasara así, pero después de tan hermosos momentos con Pipes tenía mucho miedo de que algo le sucediera...
Simplemente no podía permitir que algo fuera a lastimarla, porque no me perdonaría ser la causa de eso.
Había tenido pesadillas bastante frecuentes sobre ella siendo lastimada o arrancada de mi lado, la había visto llorar con desesperación diciendo mi nombre en mis sueños, y yo trataba de alcanzarla, de ayudarla, pero eso solamente la alejaba más y más de mí hasta que desaparecía de mi campo visual y yo me quedaba sola en la oscuridad...
La peor de esas pesadillas fue hace unas noches, y comenzó igual que todas las demás, hasta que justo después de caer al suelo en la oscuridad, cierta humedad invadió mis manos, y al sentir el frío líquido que impregnaba mis palmas, una luz parpadeante encendió dándome una perspectiva completa del lugar y del líquido rojo que escurría en mis manos.
Era sangre. Su sangre.
Pipes estaba tirada frente a mí con un agujero en el pecho y desangrándose a chorros.
No se movía ni respiraba. Estaba muerta.
En ese instante desperté gritando y con las lágrimas corriendo por mis mejillas, aún presa del terror de la pesadilla miré mis manos que afortunadamente estaban limpias, no podía calmarme, estaba bastante agitada mientras que mi esposa me envolvía en sus brazos acariciando mi cabello tratando de que me tranquilizara, pero simplemente no podía dejar de llorar...
Obviamente tuve que mentirle en cuanto a esa pesadilla, le dije que había soñado con Diane y algo de mi infancia, no quería preocuparla de más, ni tampoco que ella fuera a ponerse igual de paranoíca que yo.
Necesitaba hacer algo, y necesitaba hacerlo pronto.Estaba metida en mis pensamientos, pretendiendo ver algo que no recuerdo en mi computadora, cuando la notificación retumbó primero en el monitor y luego en mi celular, me había llegado un correo electrónico.
Abrí los ojos de golpe y miré el monitor, era otro de esos jodidos mensajes misteriosos del remitente secreto...
Ví la pantalla de mi celular y lo tomé prefiriendo abrir el email ahí para ver algo que definitivamente no me agradó.
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OK, I'M HERE
FanfictionDespués de tantos problemas y años de estar separadas, el destino se encargó de unir a Piper Chapman y Alex Vause una vez más... ¿Será que por fin tendrán su "felices para siempre"? No te pierdas ésta última parte de mi trilogía Vauseman. [Parte 3/3...