⭐Ojitos azules - Cap. extra

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•Piper•

Hacía un par de horas que las contracciones habían comenzado, y el ver a las enfermeras ir y venir por todas partes me tenía bastante ansiosa, pero no lo he demostrado, estuve al lado de mi esposa cada segundo desde que comenzó a sentirse mal, justo al medio día.
Nadie hacía nada por ella y era muy desesperante verla sufrir de esta manera; le colocaron la bata y la hicieron recostar en una camilla solo esperando a que su dilatación fuera la apropiada para que nuestro Pastelito pueda nacer.

*Alex: -Ya no aguanto, amor...- las lágrimas salían por sus ojos aceitunados y su mirada era de terror. Sequé su frente una vez más con la manga de mi sudadera.

*Piper: -Resiste un poco Al, la enfermera dijo que debíamos esperar...-

*Alex: -Ya no puedo esperar... Siento que me estoy partiendo a la mitad...- se movió un poco y luego me miró. -Creo que se rompió la fuente... Ya no lo soporto...- retiré la sábana que la cubría y efectivamente, el líquido había empapado la camilla.

*Piper: -Sé que te duele, pero debes resistir un poco más... Iré a llamar a la enfermera, ¿si?- le dije con calma aunque realmente estaba aterrada, intenté separarme pero ella no me dejó.

*Alex: -¡No! No quiero que me dejes aquí sola...- estaba tan agobiada de no poder hacer nada por ella, que comencé a gritar como loca para hacer que alguien viniera, y en unos segundos la enfermera por fin apareció.

*Enfermera: -¿Sucedió algo?-

*Piper: -Sí, la fuente se rompió... Haga algo, ella ya no puede resistirlo...- le supliqué.
Le dió un vistazo y en seguida comenzó a empujar la camilla.

*Enfermera: -Vamos a llevarla a la sala de expulsión de inmediato...- Alex no soltó mi mano, y corrí con ellas por el pasillo.

*Alex: -No me dejes Pipes, por favor no te vayas...- miré a la enfermera y ella solo asintió.

Después de las angustiosas horas esperando, el asunto en la sala de expulsión fue bastante rápido, a penas llevaron a Alex ahí todos se movilizaron porque Pastelito estaba a punto de salir por fin.
Me dieron ropa de quirófano para poder quedarme ahí, y me vestí rápido para poder tomar de nuevo la mano de Alex que seguía llorando de dolor.
Jamás imaginé verla tan vulnerable, y tampoco imaginé sentirme así alguna vez; el sentimiento de impotencia es indescriptible, quería estar en su lugar, quería sufrir yo por ella, lo que sea por no ver sus ojitos lagrimear más.

*Piper: -Todo está bien amor, el dolor va a terminar pronto...- besé una y otra vez su frente mientras su mano apretaba con fuerza la mía.
Sus ojos apretados y su cara enrojecida eran la prueba del enorme esfuerzo que estaba haciendo por traer a nuestra bebé. -Lo estás haciendo muy bien, Alex...-

Y en unos minutos más la escuché. Su llanto disminuyó cualquier otro sonido en el ambiente, todo se convirtió en fondo, ahí estaba ella llorando a todo pulmón, gritando con todas sus fuerzas que ya estaba con nosotras.
Antes de mirarla, volteé a ver a Alex que también me miraba a mí con una mezcla de ternura y ansiedad; el sudor escurría por su frente, y sus lágrimas seguían saliendo sin contemplación.

*Piper: -Está aquí amor, por fin está aquí...- acaricié su mejilla y ella sonrió.
De pronto la acercaron a su pecho, tan pequeñita y frágil, pero era hermosa, y su llanto cesó a penas tocó la piel de Alex.

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