Después de tantos problemas y años de estar separadas, el destino se encargó de unir a Piper Chapman y Alex Vause una vez más... ¿Será que por fin tendrán su "felices para siempre"? No te pierdas ésta última parte de mi trilogía Vauseman.
[Parte 3/3...
Trataba y trataba de no hacer enojar a Pipes, pero con un embarazo casi a termino, y el humor difícil que ella tenía, además de mi sarcasmo y las exigencias de Pastelito, era un terreno minado para mí, incluso solo el hecho de respirar. Las únicas ocasiones en que definitivamente no peleabamos era cuando le regalaba un par de orgasmos para mitigar un poco su enorme deseo sexual, que para variar me tenía también agotada todo el tiempo, pero me encantaba. Iba a la oficina pareciendo un zombie, y solía llevar a Pastelito conmigo. No era un lugar para niños, lo sé, pero adapté parte de la oficina como área de juegos, incluso colocamos un pequeño escritorio, una silla y una computadora de juguete en la que ella fingía hacer lo mismo que yo. Teníamos también una pequeña área de descanso con una colchoneta, donde ella podía tomar sus siestas...
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Nicky se la pasaba burlándose constantemente de mí porque decía que mi oficina parecía más una ludoteca que una oficina de una empresaria exitosa, pero no importaba. Me gustaba llevar a Pearl al trabajo, solía portarse bien casi todo el tiempo y era bastante educada con las personas que veía ahí, además así Pipes podía descansar y yo podía estar al pendiente todo el tiempo de nuestra pequeña niña.
En una ocasión en que estábamos por ir a dormir, Pipes seguía discutiendo porque había llevado a Pearl por un helado y la había dejado a ella sola mucho tiempo. Por supuesto que la invité a ir con nosotras, pero no le apetecía levantarse, y yo se lo había prometido a mi Pastelito, ¿qué se supone que debía hacer?
*Alex: -Amor, solo relájate... Pasamos un momento al parque, ya era justo que Pearl se distrajera un poco...-
*Piper: -Debiste haberme avisado, no me gusta quedarme sola...-
*Alex: -Te insistí que vinieras con nosotras...-
*Piper: -No quería ir, Alex...-
*Alex: -¿Y qué se supone que debía hacer? ¿Dejar que Pearl llorara porque no cumplí mi promesa? Amor, entiéndeme, no fue mi intención dejarte aquí sola... Es que me siento entre la espada y la pared con ustedes dos...- dije siendo totalmente sincera. Ella se quedó viendo a un punto fijo en mis ojos acariciando su barriga en silencio.
*Alex: -¿Todo está bien amor?-
*Piper: -No, creo que...- y el líquido comenzó a escurrir por su pijama. El bebé estaba por nacer.
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