⭐La última sorpresa - Epílogo extra

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Alex

¿Qué tan enferma debes estar para encontrar jodidamente excitante el que tú mujer tenga una enorme barriga por ti?
Lo sé, suena bastante jodido que lo diga así, pero es que ella me había hecho tan feliz foto este tiempo, y más ahora que llevaba algo de mí dentro de ella.
Pearl y Mike han sido mi adoración desde que supe que venían al mundo,  ese par de rubios han tenido toda mi atención desde siempre, es solo que ahora la situación era diferente, pues el bebé que Pipes llevaba en su interior era mío. Es decir, el doctor implantó un par de mis óvulos en ella y aunque la prueba indicaba que no había embarazo, resultó que si.

Después de que su padre apareció, los días se tornaron llenos de estrés, preocupaciones, planes de defensa y sin contar que tuvimos nuestra fiesta de aniversario, cada día parecía ser más ocupado que el anterior, por lo que mi esposa no dormía bien y su estómago estaba algo resentido, o eso creíamos hasta que la convencí de ir al doctor y nos dijeron que estábamos esperando un bebé más.
Mis hijos siempre habían sido mi más grande sueño, y tanto Pearl como Mike habían llegado en el momento más propicio para nosotras, y ahora otra vez el destino nos había jugado una pequeña broma haciéndonos creer que el embarazo no había sido posible, como cuando yo traté de embarazarme de mi pastelito y creímos que no había sido efectivo, pero más tarde en prisión, me revelarían que al final de todo, mi bebé estaba creciendo dentro de mí sin darme cuenta.
Ahora había un poco de mí germinando en el vientre de Pipes y ese sentido de pertenencia no me abandonó aunque traté de deshechar los pensamientos.
No es que quisiera marcarla de alguna forma, pero sin duda lo había hecho pues mi semilla estaba en ella y eso me hacía sentir como si nada pudiera detenerme.

Pipes se giró hacia mí en la cama apuntándome con esa preciosa barriga que se había vuelto ya como mi amuleto de la buena suerte.
Acaricié despacio mientras besaba a mi esposa que para variar, tenía ya semanas despertando de mal humor.
Desde la semana 11 que el doctor nos hizo un ultrasonido, supimos por qué sus síntomas estaban siendo tan intensos, y esa es una de las anécdotas que sabía iba a contarle a mis hijos cada vez que me fuera posible.

***FLASHBACK***

Pipes no se había estado sintiendo bien desde que Bill Chapman apareció para molestarnos la vida de nuevo.
Su sola presencia había desatado un montón de malestares mentales en ambas, y para mi esposa eso se había convertido incluso en malestar físico hace unos cuantos días.
No había dormido bien, y tampoco había estado comiendo bien, solamente quería dormir y sus actividades escolares con los niños también habían decaído bastante, así que, temiendo que la visita de su padre le hubiera ocasionado algo grave, logré convencerla de ir a un chequeo.

*Dr. Rathbone: -Voy a hacerle un ultrasonido de rutina, de cualquier forma.-

*Piper: -Las pruebas han dicho que no estoy embarazada, y tuve mi periodo incluso después de la inseminación... No creo que pueda estarlo.- Se negó rotundamente.

*Alex: -Cielo, debemos hacerlo solo para estar seguras, ¿si?- Acaricié su mano sabiendo que se sentía bastante mal y de ahí se derivaba su mal humor.

*Piper: -Está bien.- Se puso la bata y se acostó en la camilla a la espera de que el doctor Rathbone le hiciera la ecografía.
Cómo era un tiempo corto para hacer un ultrasonido abdominal, tuvo que recurrir a una ecografía vaginal, lo cual todavía la puso más de mal humor.

*Dr. Rathbone: -¿Recuerdan eso de sus ecografías anteriores?- Señaló un pequeño blip que parpadeaba con rapidez en la pantalla.

OK, I'M HEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora