19 - Rosas blancas

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•Piper•

Desperté por la alarma que me obligaba a volver a la realidad: tenía que ir al trabajo.
Alex estaba totalmente pegada a mí, boca arriba y con un brazo extendido que yo en algún momento usé para acurrucarme; su cabello esparcido por toda la almohada y sus piernas extendidas ocupando parte de mi espacio, en realidad, ella estaba ocupando la mayor parte de la cama.
Traté de salir de ahí sin despertarla pero fue imposible, cuando sintió que me apartaba me jaló hacia su cuerpo de nuevo.

*Alex: -Aún es temprano, duerme...- me dijo con voz adormilada y sin abrir los ojos.

*Piper: -Necesito darme una ducha amor, tengo que levantarme... Ni siquiera sabes qué hora es...- me reí y besé su mejilla.

*Alex: -¿Puedo ducharme contigo?- se estiró y bostezó.

*Piper: -Sí quieres, pero si yo fuera tú, preferiría quedarme en la cama...-

*Alex: -Yo lo que quiero es pasar todo el tiempo que pueda contigo, y dado que deberé estar sin ti hasta la tarde, prefiero compartir cualquier cosa contigo antes de que te vayas...-

*Piper: -Si pudiera te llevaría en mi bolso para verte a cada segundo...- le sonreí. -Andando, vamos a la ducha...- la ayudé a levantarse de la cama, tomé toallas para ambas y nos metimos al cuarto de baño.
Me quité la poca ropa de la noche anterior mientras ella se limitaba solo a mirarme, aún me ruborizaba ver la manera en que me veía, pero me sentía bastante cómoda desnuda y de cualquier forma frente a ella.

*Piper: -¿Necesitas ayuda con eso amor?- le dije al ver que luchaba con el broche de su cabestrillo.

*Alex: -No... Yo puedo...- sonrió.

*Piper: -Oh, date vuelta Vause, yo lo haré...- la hice girar mientras ella detenía su brazo y se lo quité.
Así mismo la desnudé despacio. Primero la camiseta, luego, y después de un montón de besos al pastelito, bajé sus bragas sin dejar de mirarla a los ojos.
Sabía que si miraba su sexo y dada la posición en la que me encontraba, no resistiría en iniciar algo que no terminaría pronto.
Me levanté y acaricié su cintura.

*Alex: -Jamás voy a cansarme de mirarte así...- suspiró.

*Piper: -Yo tampoco... Amo verte de cualquier forma...- avanzamos a la ducha y aunque ella no quería, lavé su cabello y su cuerpo, tratando de no hacer nada que fuera a hacernos subir de tono las cosas.
Nos besamos un millón de veces bajo la regadera, y aún así no teníamos suficiente, nos necesitábamos como si fuéramos un órgano vital una para la otra.
Todo el tiempo ella sostuvo su brazo pegado a su pecho, no entendía como en prisión podía ducharse y no quise preguntar, ya no quería que Alex reviviera esos momentos en que estuvo ahí, no quería hacerla pensar en eso de nuevo.

Al salir me demoré un poco más de lo que siempre me tardaba, puesto que ayudé a Alex a vestirse.
Optamos por ropa cómoda, y después de eso me vestí yo.
Mientras me maquillaba ella salió y aunque le pregunté a dónde iba solo sonrió y me ignoró.
Cuando bajé corriendo en busca de las llaves de mi auto, la ví peleando con la tostadora.
Se las había arreglado para picar un poco de fruta en trozos bastante desiguales, y prepararme café, además de las tostadas que intentaba sacar del tostador, todo con una sola mano, vaya esposa maravillosa que tengo.
Me pegué a ella por la espalda y coloqué mis manos en su cintura.

*Piper: -Veo que mi hermosa esposa me ha hecho el desayuno...- le di un besito en su cuello fresco aún por el baño.

*Alex: -Eso intenté, pero esta porquería no me deja hacer nada...- se quejó señalando su cabestrillo.

OK, I'M HEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora