11 - Demasiado en la mente

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•Piper•

Si habíamos estado jodidas mentalmente algunos días, el asunto de Fahri investigando en nuestro departamento terminó de joderlo todo.
No es secreto que solíamos arreglar nuestras diferencias la mayoría de las veces y después de hablar, en nuestra cama... Pero dado que no sabíamos qué tan seguro era, no pudimos hacer nada, más que estar estresadas y discutiendo por los siguientes dos días, porque sí, Fahri se tomó su tiempo.

Al atardecer del segundo día y después de discutir por la manera en que Alex había empacado mis trajes que ahora estaban todos arrugados, una discusión estúpida, si me lo preguntan, ella me arrastró hasta el garage alegando que no toleraba que le gritara más, y es que sí me había pasado esta vez, hasta yo lo reconozco.
Me acostó sobre el cofre de su auto y se echó sobre mí mirándome con esa mirada que hace que se me caigan las bragas.

*Alex: -¿Ya no eres tan brabucona o si? Mierda Pipes, me has estado gritando todo el maldito día...- me mordió el hombro.
Traté de empujarla, pero llenó mi cuello de besos y mordidas.

*Piper: -Haces cosas... Que me enojan... No puedo...- me besó en los labios para silenciarme al tiempo que sus manos acariciaban mis pechos haciéndome perder el hilo de mis palabras.

*Alex: -Lo siento por tus trajes...- jadeó. -Pero debes controlarte... Estuve a punto de ir a buscarte a la escuela cuando me gritaste por teléfono...- sonrió mostrándome sus dientes perfectos.

*Piper: -¿Para qué?-

*Alex: -Para sacarte de ahí y llevarte a algún lado... Necesito quitarte lo malcriada...- dijo en un gruñido que me excitó bastante.

*Piper: -Tu no vas a quitarme nada...- le dije sin convencerme ni yo misma, traté de alejarla más de mí, pero parecía que mientras más la empujaba más fuerte su cuerpo se pegaba al mío.
Me miró retadora y volvió a sonreír.

*Alex: -Estás muy negativa mi amor...- dijo besando lo que pudo de mi cuello y pecho a través del pequeño escote de mi blusa. -Sabes que quieres que te quite todo, pero más aún las ganas...- mordisqueó mi blusa jalándola sobre mis senos.
Su mirada penetrante y esa sonrisa altanera me hacían enojar, pero también me excitaban más cada vez.

*Piper: -Alex...- suspiré sintiéndola bajar mordiendo encima de mi ropa, rozó su nariz sobre mi centro, y puesto que, para mi desgracia llevaba leggins, sentí más de lo que habría querido y mis muslos se separaron involuntariamente. Pasé saliva y bajé mi vista hacia ella que sonreía complacida.

*Alex: -¿Quieres que deje de tocarte?-

*Piper: -No...- la palabra escapó de mi boca como si de una respuesta en automático se tratara.

*Alex: -Eso creí... Vamos a algún lugar especial, ¿que dices? Un hotel con una preciosa vista de la ciudad, un lugar alejado de las personas bajo la luz de la luna, incluso podríamos ir a alguna cabaña... Solo tú y yo...- volvió su cara a la altura de la mía.
Sus ojos verdes sin duda siempre serán mi perdición, pasé mis manos por su cuello y la acerqué más a mí.

*Piper: -Te quiero ahora Al... No me hagas esperar... Por favor...- miré sus labios que dibujaron una pequeña sonrisa, pero sabía que la haría ceder, siempre lo lograba.

*Alex: -¿Y qué es lo que desea mi amada esposa?- comenzó a meter su mano bajo mi blusa a penas acariciando con las yemas de sus dedos.

OK, I'M HEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora