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-Esto es raro -pensaba.

Se suponían que se odiaban... entonces... ¿Por qué estaba ayudando tanto a su país? Perdón, territorio... aún así, la estaba ayudando a mejorar, suponía que como era su nueva colonia todo tenía que estar perfecto y a su gusto, mejor política, economía, seguridad, etc., suspiró molesta sin decir nada...

La vida en Inglaterra era diferente a la que ella estuvo acostumbrada toda su vida, tuvo que mejorar sus modales para quedar bien con los de la alta sociedad, veía como felicitaban a UK de por fin tomar los territorios argentinos, eso hacia que se enojara.

Pero había cosas buenas en esto, un ejemplo sería que veía a sus hermanos, ellos estaban triste porque su hermana menor es otra colonia pero ella les decía que no se preocuparan. Australia y Nueva Zelanda pedían --de vez en cuando-- ver la flora y fauna de su territorio, ella se los concedían dejando maravillados a ambos por los hermosos lugares que tenía...

Ahora se encontraba caminando en uno de los pasillos del castillo donde vivía UK junto con la reina, hace poco tuvo una reunión con las demás naciones, el lado positivo de esto era que podía ver a sus hermanos y a su padre --como lo consideraba-- pero lo malo era que el británico no le dejaba interactuar mucho con ellos...

Llegó a una biblioteca, quería despejarse un poco leyendo algo, antes jugaba a la pelota para despejarse pero ahora que era "inglesa" tenía que dejar esas costumbres de lado... o eso es lo que le dijo Francia para no quedar mal con la población británica, eso la puso mal.

Llegó a una parte de la biblioteca donde tomó un libro y se sentó a verlo, no tenía nada más que hacer, los ministros ingleses se encargaban de la mayoría de su territorio y ella solo hacia acto de presencia, cerró el libro con un poco de fuerza, estaba molesta sin razón alguna, ni siquiera sabía porque lo estaba, desde que llegó lo único que podía hacer era observar y sin casi nada de interacción llenandola de enojo por no poder hablar con casi nadie...

Escuchó la puerta abrirse de la biblioteca y como pasos iban a su dirección, no le tomó importancia y abrió nuevamente el libro para retomar su lectura, suponía que era Mal- digo Falkland para hablar un rato con ella...

-¿Placentia?

Despegó la mirada del libro al ver que era UK y no su hermana, el británico la estaba buscando desde hace varios minutos para hablar algo sobre ella. Cerró el libro y se levantó mirando al británico.

-¿Qué sucede UK?

-Necesito que vengas conmigo.

Asintió y lo siguió atrás de él, en el trayecto fue silencioso, la menor se sentía un poco incómoda con la presencia del mayor, recordaba las veces que discutieron y que pelearon, sobretodo, en un año cuando le demostró la fuerza que tenía su país... llegaron a la parte de afuera del castillo hasta que llegaron a una cancha de tenis...

¿Qué tenía en mente el británico?

-507 palabras-

¿Argentina?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora