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Todos estaban reunidos dentro de la Casa Rosada. Las niñas miraban todo fascinadas, hace mucho tiempo que querían conocer donde antes vivía su hermana mayor, Malvinas preguntaba cada cosa con mucha curiosidad mientras que Soledad se quedaba callada admirando todo en silencio. Placentia les respondia con una sonrisa.

Eran las cinco y todos estaban reunidos para la hora del té, las gemelas hablaban contando todo de cualquier cosa mientras que UK escuchaba pero de reojo miraba a Placentia que estaba en silencio mirando su tasa, sabía que estaba escuchando pero algo la tenia pensativa.

(...)

Se encontraban en el parque con las niñas jugando en las hamacas, a pesar que eran pasadas de la cinco y media parecía que eran las tres algo normal cuando estas en verano. Los ex-argentinos miraban entre asustados y a la vez molestos a UK al recordar, al ya saber la razón por la cual eran una colonia pero tampoco iban a quejarse... la inflación, el desempleo, la pobreza, la inseguridad y las injusticias ya no existían en su país.

UK se sentó en una banca junto con Placentia que seguía con la mirada baja, sea el problema lo hablarían en donde se hospedaba su "hija" para mejorar la situación. Después de un tiempo, Malvinas y Soledad regresaron cansadas hasta su padre y hermana, ambos tomaron a las niñas para subir al auto que los esperaba.

(...)

Al llegar, las niñas despertaron y decidieron leer algo para matar el tiempo hasta que estuviera la cena, en ese tiempo, UK aprovecharía en hablar con Placentia. Se encontraba en la sala de música tocando un violín, no era algo nuevo, desde siempre lo tocaba, pero se detuvo cuando escuchó a alguien entrar, se dió la vuelta y vió que era UK.

-Placentia ¿Podemos hablar?

-Claro -se levantó dejando su instrumento en la silla para después mirarlo- ¿Qué sucede?

-Bueno, el canciller me dijo que últimamente estuviste comportando rara y te niegas a hablarle a tus hermanos junto con tu padre ¿Por qué?

-... -bajó la mirada tratando de buscar una respuesta pero no la conseguía simplemente unas lágrimas comenzaron a caer- n-no lo sé...

-¿Qué no sabes?

-Es que... -tomó un brazo para continuar con lo que iba a decir- siento que les falle a mi familia... ya no soy la que solía ser, no se que me cambio pero... soy... distinta...

Placentia abrazó a UK para calmar un poco su llanto, no quería cambiar pero ya lo había hecho. Por otro lado, el británico estaba sonriendo de forma victoriosa en su interior, supuestamente no la iba cambiar pero aquí estamos, la sudamericana admitió que había cambiado pero, por otro lado, extrañaría a la sudamericana rebelde que conocía. En el abrazo, Placentia dijo algo...

-Thanks fat- I say UK.

Sin más, la joven se retiró feliz mientras se secaba algunas lágrimas que seguían cayendo, dejando, así, al británico sorprendido y a la vez feliz.

Eso le alegro el día.

-491 palabras-

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