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Caminaba rápido para reunirse con la alemana, debía aclarar cierto puntos con ella y no permitiría una guerra por esto, le dejaría en claro eso, no dudaría más, no sentía miedo, no le importaba nada, no iba a permitir esta guerra por "la independencia" para que no muera gente.

Una vez que llegó al lugar, suspiró para después entrar pero... tocó levemente su ojo derecho, por un momento sintió un leve dolor pero lo ignoró entrando a la casa de los alemanes.

En la oficina se encontraba Reich y a su lado Italia Fascista junto con Imperio Japón, sus semblantes eran serios pero estaban atentos a los movimientos de la joven, no importaba si aceptaba o no la propuesta, si tocaban a Placentia, todo el mundo los borraría de la faz de la tierra. Placentia suspiró para recordar e intentar despertar a la Argentina del pasado...

-¿Ya decidiste Argentina? -preguntó la alemana poniendo sus codos en el escritorio.

-Si... -suspiró y la miró- no lo acepto, lo siento...

-Ya veo... -se levantó de su asiento y caminó hacia ella- es una verdadera pena...

-¿A qué te refieres? -preguntó confundida.

-Nada... solo que... -tomó con fuerza su brazo mirándola molesta- tu no eres Argentina.

-Reich... suéltala... -habló el nipón preocupado- no debes-

-¡CÁLLATE! -gritó- ¡SABES CLARAMENTE QUE ESTA MUJER QUE ESTAS VIENDO NO ES ARGENTINA! ¡SÓLO ES UNA MALDITA VERSIÓN BARATA DE LA ORIGINAL! -miró a la joven con desprecio esta vez tomándola de ambos brazos- ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS?!

-I DO NOT KNOW WHAT YOU ARE TALKING ABOUT! -gritó ya asustada.

-¡NO ME HABLES EN INGLES! -comenzó a sacudirla- ¡HÁBLAME EN ESPAÑOL! ¡COMO TE ENSEÑARON! ¡CON EL IDIOMA CON EL QUE TE CONOCÍ! ¡NO CON EL IDIOMA QUE LA MIERDA DE UK TE OBLIGÓ A USAR!

-Y-Ya... -se estaba cansando de esa tensión, que la sacudieran y le gritara.

-¡YA REGRESA! -volvió a gritar y le dió una bofetada... esa fue la gota que rebasó el vaso.

-¡PODES DÉJARME DE JODER LA RECALCADA CONCHA DE TU HERMANA! ¡¿QUÉ NO SABES HABLAR BOLUDA DE MIERDA?! -gritó ya molesta por el golpe... pero al darse cuenta lo que dijo, se cubrió la boca.

Las ex-potencias estaban mudos por lo que gritó la joven, pero una felicidad creció en ellos. Placentia tenía un leve sonrojo por la vergüenza que sentía, desde hace años que no decía ninguna de esas groserías y decirlas le resultaba extraño, suspiró para calmarse.

-I'm s-so- -fue interrumpida por otro golpe en su cara, que esta vez fue Italia Fascista, haciendo que nuevamente se enoje- pueden parar de golpearme pedazo de pelotuda...

-¡No te vuelva a disculpar por hablar así! -dijo la italiana y la abraza- al fin volviste... pensamos que el imbécil de UK te cambió...

Miró confundida a las demás ex-potencias y estas tenían una sonrisa en su cara... aparte de sentir un dolor en el ojo derecho sintió una felicidad en su interior que hizo que poco a poco lágrimas empezarán a caer y correspondiera el abrazo de la Fascista.

Se sentía feliz.

-510 palabras-

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