Touchdown [Chanhwan]

Capítulo 3. Pequeños problemas

—Espero te sientas a gusto con el equipo, la chica de allá —señaló a una dirección donde una chica de pelo negro estaba—. Ella es mi hermana, se llama Jisoo —sonrió un poco—. Pero es mejor que no te le acerques.

—¿Es mala persona?

—Es mi hermana y yo soy un hermano celoso, con eso basta ¿no? —mostró una sonrisa siniestra que le dio cierto miedo a Chanwoo.

—Entendido capitán —dijo en tono serio con un saludo militar.

—Era broma, tranquilo. Bueno no tanto.

—Gracias Donghyuk.

—De nada Chan, de nada.

—Mi ire con Chaeyoung noona, te vere despues —sonrío despidiéndose con su mano a lo cual respondió con un te la lavas, cosa que le dio risa al chico.

—¿Te acompaño a casa? —la pelirroja se secaba el sudor mientras acomodaba su cabello.

—¿No sería raro eso? Además creo que yo debería acompañarte a ti —sonrió tomando su mochila—. No es bueno que una chica linda como tú ande sola en las calles.

—Ow, piensas que soy linda, que tierno Channie —le tomó de los cachetes—. ¿Qué te pareció Donghyuk?

—¿Bien? No sabía que era hermano de la chica esa...¿Como dijo que se llamaba?

—Jisoo.

—Que genial, ¿no? —Chan sonrió—. Tener con quien compartir tu cumpleaños toda la vida. A mi me hubiese gustado.

—¿Eres hijo único?

—Mmm...No —su sonrisa cambió a una triste—. Yo soy el menor, por lo tanto no pude opinar cuando mi padre me llevó con él a Japón. Mi hermano se quedó con mamá en Corea. Como era un niño no sabía realmente qué estaba pasando, pero ellos en ese entonces estaban en trámites de divorcio.

—Ya veo, perdón por tocar un tema delicado.

—No importa eso ahora. Ahora que regresé porque finalmente puedo tomar mis decisiones solo, decidí que quería estar en Corea —sonrió nuevamente—. Solo que mi hermano parece odiarme de cierta forma, no sé el porqué de ello. Supongo que me culpa del divorcio de nuestros padres.

—No es tu culpa. Las decisiones de los padres afectar a los hijos, pero como adultos no se dan cuenta y mucho menos es tu culpa que su amor se haya acabado.

—Lo mismo pienso, pero bueno —suspiro y miro a la pelirroja—. ¿A dónde nos estamos dirigiendo?

—Cierto, estaba concentrada en tu platica que ni sé hacia donde nos estábamos dirigiendo —miró a sus alrededores tratando de ubicarse—. ¿Chan, te digo algo y prometes no enojarte?

—¿De qué hablas noona? 

—No sé donde estamos —Chan palideció un poco—. Jamás había estado en esta parte de la ciudad.

—Creo que tenemos un problema —asintió la chica y notaron que la noche empezaba a caer—. Bueno, tenemos 2 problemas —para mala suerte de ambos, un ruido se escuchó cerca de ellos y la luz del poste no servía—. Está bien, tenemos muchos problemas.

—¿Corres? —preguntó de la nada desconcertando a Chan.

—¿Eh? Intentemos llegar a una plaza o algo así.

—Ok, preguntemos a alguien. 

—Con la mala suerte que tenemos espero no encontrarnos con un chino o un niño.