El Diario de Serena Tsukino

Capítulo 7

Querido Diario:

No sé ni cómo empezar. Siento que el mundo se me ha venido encima y no pude hacer nada para detenerlo. No he hablado con Seiya desde nuestra última plática, bueno más bien desde mi confesión. ¿En qué estaba pensando? ¿Como creí que todo sería diferente? Nunca debí de haber abierto la boca... ahora lo perdí, lo perdí para siempre... si me hubiera conformado con tenerlo como amigo... pero no, yo y mi bocota... Seiya, Seiya, Seiya, te amo tanto... no quiero perderte!

-Serena
Dios, estoy soñando... ya alucino. Seguro son tantas mis ganas de hablar con él que hasta imagino que me manda mensaje.
-¿Estás ocupada?
¿Es enserio? ¿Es él? Estoy comenzando respirar agitado. Mis latidos aumentan.
-Seiya...
-Hola Serena ¿cómo estás?
-bien ¿y tú?
-Bien gracias, oye ¿crees que podamos vernos? necesito hablar contigo.
-Claro ¿Dime donde? Oye Seiya, respecto a lo del otro día...
-No hablemos de eso ahora. Te veo hoy por la tarde en el jardín cerca de la plaza principal ¿Te parece?
-Sí, ahí te veo ¿A qué hora está bien?
-Como a las 7:30.
-Está bien, ahí te veo.
-Bye.
-Bye.

¿Que querrá decirme? Seguro que ya no quiere verme, que estoy loca, que me olvide de él. Bueno aunque si eso fuera así ¿para que me cita? Noes de los hombres que te citen para romperte el corazón o ¿si? No, mi Seiya no es así. Bueno, mientras las dudas me corroen, me vestiré y me pondré bonita para él.

Llegue al parque dónde había quedado con Seiya. Me senté en una banca cerca de una fuente, me sentía súper ansiosa, no sabía qué era eso que Seiya quería decirme y la incertidumbre me mataba. Y de pronto, lo vi caminando entre la gente, tan guapo como siempre, galante, con su porte de estrella de Hollywood.
Estiré mi mano para saludarlo. Él respondió igual.
-Hola ¿Como estás?
-Bien. Dime ¿de que querías hablar conmigo? Sabes he estado pensando sobre lo ocurrido y quiero pedirte disculpas. No debí haberme puesto así. Seiya yo...
-Aguarda... Si te cite aquí no es para hablar de eso.
-¿Ah no? ¿entonces? no entiendo.
-Verás, Michiru me pidió que regresáramos... quiero volver con ella Serena...
¿Qué? ¿Enserio me citó para restregarme en la cara que va a volver con ella? Esto es una rotunda estupidez... Me quedé viéndolo fijamente, aguantándome las ganas de darle una bofetada... ¿es idiota o que? ¿cómo sé atreve a decirme eso? Creo que en estos días que pasaron se olvidó completamente de lo que le confesé. ¡Vaya tonta! Yo que creí que Seiya no era así. Respiré profundo y respondí.
-Sabes... la decisión que tú tomes esta bien. Si quieres volver con ella, está bien. Sólo te diré enserio que eres un tonto, y no porque me hayas hecho venir hasta acá para decirme esto, si no porque ella NO TE QUIERE- le grité. - SOLO ESTÁ JUGANDO CONTIGO ¿ACASO NO LO VES? TENDRÍAS QUE SER MUY ESTUPIDO PARA NO DARTE CUENTA.- bien, lo dije. Saqué todo lo que quería decirle desde hace mucho.
-Serena, cálmate, yo la amo. Y tampoco es para que grites.
-Pues sabes qué , ya estoy hasta la coronilla de que me hables de ella... el único que no se ha dado cuenta de la verdad, eres tú, pero si así quieres vivir, adelante, no te voy a detener. El que se está equivocando eres tú... se feliz los dos minutos que te va a regalar, conmigo ya no cuentes. Sabes qué, me da tristeza ver cómo alguien como tú mendiga amor de alguien como ella. Adiós Seiya.- me levante de la banca y salí casi corriendo. No porque fuera una cobarde, si no, porque mi corazón no podía soportar más dolor al ver a Seiya amando a alguien más, alguien que no lo quería como yo, alguien que no lo valoraba. Corrí hasta que llegue al auto, entré en él y me puse a llorar como loca, me sentía destruida. Ahora si, no volvería a ver a Seiya Kou.