Capítulo 15

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Querido diario:

No creerás lo que pasó. Enserio no lo vas a creer. Déjame te cuento.

Aquellas palabras dichas por mi madre hicieron que recobrara la noción de lo que estaba pasando. Escuchar su nombre hizo que mi corazón diera un vuelco inesperado y de pronto comenzó a latir como caballa desbocado. ¿Enserio Seiya estaba en la puerta de mi casa? Respiré profundo y como pude me puse de pie de la silla donde me encontraba sentada mientras escribía en tus hojas. Bajé las escaleras despacio, pensando quizá que todo era producto de mi imaginación. Realmente no sabía a qué había venido Seiya ¿abría ya leído la carta? ¿vendría a reclamarme? ¿a decirme que me amaba como un loco y que se había dado cuenta después de leer lo que con todo mi corazón escribí? No lo sabía, así que con todas esas preguntas agolpando mi cerebro abrí la puerta y ahí está él, guapísimo como siempre, ese día vestía unos jeans desgastados, una playera blanca ceñida al cuerpo y unos convers. Verlo ahí hizo que mi corazón latiera más rápido, lo amo tanto que moría de ganas por echarme en sus brazos y besarlo, pero obvio eso no era posible. Me aguante las ganas y en lugar de mirarlo, baje la vista, la verdad es que me daba miedo saber a qué venía.

-Hola.
-Hola Serena ¿podemos hablar?
- ¿Lo estamos haciendo no?
-Me refiero a si podemos hablar a solas.
-Está bien. A unas cuadras de aquí hay un parque, vamos.

Salí de la casa y tomé camino al parque, Seiya iba a mi lado, pero al parecer no quería decir nada hasta llegar allá puesto que no nos dirigimos la palabra en todo el camino.
Yo seguía con la respiración acelerada y el corazón que quería salir de mi cuerpo corriendo.
Cuando llegamos, me acerqué a una banca y me senté en ella, Seiya hizo lo mismo.
-Bien. ¿Dime de qué querías hablar?
-Veras... hay algo que necesito saber antes de...
-¿Antes de qué?
-Antes de que mi vida cambie por completo.
-¿A que te refieres?
-Primero debes contestar mi pregunta.
-Pues hazla.
-¿Me quieres?
Esa pregunta me descolocó por completo.
-Seiya...yo...
-Respóndeme Serena.
-Claro que si... ¿pero a qué viene ese pregunta?
-Bueno ahora que lo sé, quiero pedirte algo.
-Dime.
Me tomó de las
manos e hizo que lo mirara.
-Antes quiero decirte que soy el hombre más feliz del mundo, eh encontrado la dicha que tanto buscaba, sabes que a veces me he sentido perdido, pero ahora sé quien soy y que es lo que quiero, por fin encuentro la razón para ser totalmente feliz, he encontrado la felicidad donde menos lo esperaba y sobre todo eh encontrado el amor Serena, me siento tan dichoso que no sé cómo expresar con palabras todo lo que siento, por eso es que estoy aquí.

Mi corazón latía a mil por hora y sentía a cada palabra que mi respiración era más y más acelerada, había leído la carta y creo que eso lo había hecho reaccionar, sabía lo que me iba a decir, lo sabía desde el fondo de mi corazón.
-¿Y?
-Serena...
-Seiya...
-Le he pedido a Michiru que se case conmigo y quiero que tú seas mi testigo.
-¿Qué? - Escuche claramente como mi corazón se rompió en mil y un pedazos, las lágrimas comenzaron a salir a borbotones de mis ojos y no pude detenerlas.
Al verme su cara fue un poema, seguro no esperaba una reacción así de mi parte pero ¿no podía haberse dado cuenta del daño que me estaba causando? Con una de sus manos limpió mis lágrimas.
-¿Que sucede? No estás feliz por mi.
Semejante idiota debes de ser Seiya Kou. Tú amor por Michiru no te deja ver como me haces daño.
-Claro que estoy feliz, solo que me tomaste por sorpresa. - Oh no había leído la carta o leyéndola le había imporrado lo que yo expresaba en ella.
-¿Entonces que dices?
-Lo siento Seiya pero creo que mi grado de masoquismo no es tanto, creo que por alguna extraña razón tú crees que esto que me pides está bien, pero no es así. Siempre he querido tu felicidad aún a costa de la mía, pero esto ya raya en el abuso. Tú la amas, bien, se feliz. Pero por favor, no me pidas a mí que sea testigo del peor error que vas a cometer. Lo siento Seiya, pero hasta aquí se acabo esto, hasta aquí se acabo mi amor por ti, que seas feliz. Adiós Seiya.

Me levanté de la banca donde había estado escuchándolo, corrí tanto como mis pies pudieron. Otra vez, que tonta me sentía, por un segundo había creído que él se había dado cuenta por fin que me amaba pero no fue así y nuevamente con el corazón roto regresé a mi casa. Quería morirme. Ahora si lo había perdido por completo, bueno, aunque nunca fue mío, claro está.
Ahora más que nunca debo de irme de aquí, no puedo estar en el mismo lugar donde él esté. Necesito darme un tiempo y necesito reconciliarme conmigo misma. Me he humillado y eh dejado mi amor propio por él. Basta, ya me cansé. Me voy de aquí para olvidarte, me voy de aquí para ya no verte, me voy de aquí para ya no sufrir más. Y espero con todo mi corazón en algún momento poder dejar de amarte Seiya Kou.

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¿Que tal? 🙊 ¿Bien o mal? No sé qué más decir, pobrecita Serena... eh estado en su lugar y es horrible... no hay palabras para explicar el dolor que se siente...
Espero sus comentarios y sus estrellitas, mil gracias por leer.

El Diario de Serena TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora