Capítulo 36

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Querido Diario:

Después de lo acontecido con la loca de Michiru, que por cierto todavía anda por ahí molestado; Haruka vino a casa después que Seiya lo llamó.

- Hola - dijo al abrir la puerta, se veía apenado.

- Hola, pasa por favor. - respondí y lo dejé entrar.

Caminó hasta la sala y le ofrecí sentarse.

- Ahora viene Seiya - dije y fui hacia la habitación.

Entré y vi a mi amor  terminando de arreglarse.

- Haruka ya está aquí.

- Perfecto - se acercó a mí y me dio un beso en los labios - ven vamos.

Salimos a la sala.

- Hola Haruka - le extendió la mano.

- Hola. - se puso de pie y la estrechó.

Nos sentamos frente a él. Haruka se notaba muy nervioso.

- Tengo que decirte algo muy importante... ya lo sabes supongo,  pero sólo quiero que con esto quedemos claros. - dijo Seiya.

- Adelante.

- Ya sé que el hijo que espera Michiru es tuyo.

A pesar de que se supone que ya lo sabía, sus ojos se abrieron grandes como platos.

- ¿Pero cómo lo confirmaste? ¿hicieron una prueba y no me lo dijeron?

- No, lo confirmé con las semanas de embarazo - dijo seguro - bueno, y eso debo agradecértelo a ti.

- ¿A mi?

- Sí, el día que llegaste en un estado muy inconveniente nos dijiste ciertas cosas que nos hicieron dudar, así que acudimos con un ginecólogo. Por cierto, hace dos días vino Michiru y aproveché su visita para decirle.

Se llevó las manos al pelo incrédulo.

- ¿Visita? ¿Qué dijo?

- Vino a confrontar a Serena. - dijo Seiya apretando los dientes.

- ¿Les dijo? - se puso de pie en un estado bastante alterado y caminó de un lado hacia otro - ¡perdón, perdón!  ¡yo y mi bocata!

- ¿De qué hablas? - pregunté.

- Yo... el día que fueron al hospital, los vi, quise saber que hacían ahí y pregunté a una amiga enfermera que trabaja ahí...

- ¿Tú le dijiste? - contraje mandíbula molesta  y comencé a sentir una furia incontrolable.

Me puse de pie, caminé hacia él y le solté una tremenda bofetada que le volteó la cara.

- ¿Cómo te atreviste a invadir nuestra privacidad? - le grité - ¡peor aún, se lo dijste a ella!

De pronto tenía a Seiya junto a mí tratando de calmarme. Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas de pura rabia.

- ¡Haruka, no tenías derecho a hablar de lo que supiste! Michiru, fue muy grosera con Serena, se burló de lo que nos pasó... - se alejó de mí y lo tomó del cuello de la camisa - Nosotros perdimos un hijo, no se tenía porque comportar a sí cuando lleva un bebé en el vientre.

- Lo lamento Seiya, no fue mi intención lastimarlos, te lo juro, fue un momento de debilidad - se disculpó, parecía sincero.

- Ya no quiero hablar de eso... - dije limpiándome una lágrima - ¡vete! - extendí mi mano y le señalé la puerta - ¡vete y disfruta de tu hijo!

Haruka caminó cabizbajo hacia la salida, pero se detuvo un momento:

- Lo lamento, lamento el daño que les hice al decírselo a Michiru y lamento que ella se hubiera comportado así...

- Tú no tienes porque disculparte por ella - dije entre dientes - y en cuanto a nosotros, con no volver a saber de ustedes dos, nos damos por pagados.

- Adiós Haruka. - dijo Seiya y se acercó a él, abrió la puerta para que se marchara.

Cuando por fin se había ido, tomé un cojín del sillón y grité sobre él.

- Tranquila Bombón, ese par ya no nos va a volver a molestar.

- Eso espero, no quiero saber nada de ellos.

Por fortuna, los días que siguieron todo fue tranquilidad. Seiya y yo estamos planeando un viaje para relajarnos y estar lejos en la fecha del nacimiento del hijo de Michiru y Haruka.

Ella sigue insistiendo en que su hijo es también de Seiya; le llama constantemente y hasta en alguna ocasiones ah ido a su trabajo a buscarlo. Por eso, mi amor ha decidido que nos fuguemos un tiempo. En la oficina he estado dejando todo al día para pedir mis vacaciones adelantadas. Por cierto, hace una semana me nombraron socia ¿lo puedes creer? ¡una luz entre tanta oscuridad! Posiblemente se vea un poco mal que siendo apenas nombrada socia pida unas vacaciones, pero la verdad es que enserio las necesito, con todo eso del bebé de Michiru y mi pequeño embarazo, necesito un tiempo para respirar.

Seiya y yo estamos mejor que nunca, creo que esto que ha pasado nos ha unido aún más, bueno, dicen por ahí que todo tiene un porqué, así que creo que "mí porqué" ahí está, es el gran amor que ahora nos tenemos y la unión más fuerte que ha nacido entre nosotros.

Hace unas noches, cuando estábamos por dormir, dijo algo que no sé si mal interprete, pero dijo, "Bombón quiero pasar el resto de mi vida contigo", bueno, te has de imaginar cómo es que me sentí, ¿no sé si me estaba proponiendo casarnos? o simplemente me decía que no quería alejarse nunca, que bueno, en mi vocabulario viene siendo lo mismo. En fin, no quiero darle vueltas al asunto, como siempre lo dije, es mejor ir despacio y que las cosas fluyan, aunque para ser sincera, nosotros fluimos a la perfección.

El Diario de Serena TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora