Capítulo 20

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Querido diario:

Sabes, no sé cómo sentirme... por una parte estoy súper feliz, mi corazón late desbocado, luego me siento desesperada ¿por qué? pues porque no sé lo que vaya a suceder de aquí en adelante. La incertidumbre me mata. Luego, siento miedo, miedo de que todo sea un sueño y que Seiya solo esté jugando. Me aterra pensar que una vez que lo medite bien, decida qué ha sido una mala idea de su parte venir a buscarme y pedirme una oportunidad. Siento miles de cosas a cada segundo.
Me he comunicado con mi madre y me dice que Dárien está desesperado por encontrarme, todos los días va a casa y se queda ahí hasta tarde esperando a que de un momento a otro yo aparezca. Por suerte mi madre no ha soltado prenda de donde estoy, así que al menos no podrá encontrarme. Ya me he comunicado con un buen abogado para tramitar el divorcio.

Hoy veré a Seiya para cenar. Ayer fue una noche mágica no lo voy a negar. Después de que acepté darle una oportunidad, se mantuvo siempre al pendiente de mi, bueno, siempre ha sido un caballero, pero, en toda la noche no soltó mi mano y no paraba de hacerme halagos. Me sentía... ¿cómo decirlo? me sentía en las nubes por momentos pero otros tantos actuaba con cautela. Cuando terminamos la cena fuimos a caminar por la pequeña cuidad tomados de la mano. Fue raro. Jamás pensé que un día iba a ir así por la calle son Seiya. Platicamos de muchas cosas, cosas banales. Creo que ninguno de los dos se atrevía a tocar temas más profundos. Sabe que tengo miedo, lo puedo leer en sus ojos. Pero también sé que está poniendo todo de su parte para convencerme y esperar a que yo quite de mi mente todas esas dudas.

Tocan a la puerta. Abro extrañada, la cita con Seiya es hasta más tarde y no entiendo quien puede venir a buscarme.
-Hola. - veo a Seiya del otro lado de la puerta. Entra a mi habitación sin ser invitado.
-Hola... -respondo sorprendida. ¿Que hace aquí? Aún es temprano.
-Bom... Serena... Sé que es temprano para venir por ti, pero no podía esperar más... te tengo una sorpresa y ¡quiero que la veas ya! - me dice, sentándose al borde mi cama.
Mi cara es de estupefacción.
- Pero si es temprano, ni siquiera me he duchado... - respondo mientras señalo mi atuendo.
-Pues báñate, aquí te espero.
-¿Qué? - Estoy sonrojada.
-Ya me oíste, no pienso moverme de aquí hasta salir contigo de esta habitación. - se acuesta en la cama y pone sus brazos bajo su cabeza.
-¿Estas loco? Voy a salir contigo, pero no te quiero en mi habitación. Cuando esté lista saldré, espérame en recepción. - señalo la puerta.
-No, ya te dije que no. Anda y ya vete a bañar.- hace un ademán para que me retire y responde sin mirarme.
-¿Enserio vas a quedarte aquí? - estoy consternada. ¿Cómo piensa que me voy a cambiar frente a él. -Seiya, enserio, todavía no estamos en ese punto de la relación. -argumento segura.
Levanta su cabeza que aún es sostenida por sus manos. -¿segura? - sonríe de forma seductora.
Mi cara debe ser un poema. Siento como me comienzan a arder las mejillas. -Sí, lo estoy. - Miro hacia otro lado y me cruzo de brazos.
Se incorpora riendo a carcajadas. - Sabes bombón, jamás imaginé poder estar así contigo.
-¿Así como? No estamos haciendo nada. - lo miro.
vuelve a reír. -Me refiero a estar en tu habitación. A poder estar de otro modo contigo. - se pone de pie y se acerca a mi. Me sujeta sutilmente de los brazos.
Dios, la cercanía me pone nerviosa. - Pues yo tampoco es obvio. - respondo. Se acerca aún más. se hace un nudo en mi garganta. Puedo sentir su respiración. Mi reflejo aparece en sus hermosos ojos. Cierro los ojos por instinto. Se acerca lentamente y deposita un tierno beso en mis labios. No la primera vez que los siento, pero ahora  son muy suaves. Tanto tiempo ansié poder sentir un beso suyo que en cuestión de segundos dejó que mis manos suban por su cuello y profundizó el beso. Él sonríe entre mi boca y baja sus manos hasta mi cintura para pegarme a su cuerpo. Introduce su lengua en mi boca y yo me dejo hacer. Dios, que rico besa. Nos fundimos en un beso que comenzó dulce y ahora es apasionado. Subo mis manos por su cabello, introduzco mis dedos en su sedoso cabello negro. Él acaricia mi espalda. Siento que la temperatura de mi cuerpo aumenta a cada momento. Sé que la de él también. Puedo sentir como su respiración cambia a cada momento y de pronto está dirigiéndome hacia la cama. Caminamos a pasos torpes y lentos pero sin dejar de besarnos. Puede ser pronto, pero mi cuerpo está reaccionando por si solo. Siento mi parte íntima húmeda. Sé que es lo que quiero, no tengo porque negarlo. Lo quiero a él. Fantasee tantas noches con él que no puedo permitirme perder este momento. No quiero.
Me deposita lentamente sobre la cama y se posa sobre mi. Seguimos con los besos mientras se desabrocha la camisa que lleva puesta, mientras yo recorro su espalda. Abandona mi boca para dirigirse a mi cuello. Reparte cálidos y húmedos besos. Estoy que ardo. Con soltura bajo mis manos hasta su pantalón. Desabrocho el botón y bajo el cierre. Quiero sentirlo. Introduzco mi mano dentro de su bóxer. Abro los ojos por la sorpresa de sentir el tamaño y grosor. Lo miro, me mira. Sus ojos son puro deseo. Sonríe de lado. -¿te gusta lo que tocas? - Pregunta. - Si... - subo mi mano y lo tomo del cabello para acercarlo a mí y besarlo.
Como puede, se baja el pantalón y los bóxer. Luego vuelve sus manos a mi cuerpo y me recorre por encima de la ropa. Desabotona lentamente mi blusa, me la saca y mira mi pecho. Mi respiración es agitada. Estoy sumamente mojada. Lentamente baja su boca a mi pecho derecho y lo besa por encima del sostén. Gimo al sentir el contacto. Con una de sus manos presiona el izquierdo. Yo solo me retuerzo entre las sábanas. Sigue con esa tortuosa tarea hasta que levanta el sostén y se mete uno de mis pechos en la boca. Dios, estoy segura que si sigue así unos minutos más me correré. Baja su otra mano hasta mi cintura, la desliza hasta mis muslos y los acaricia. Sube y baja y aprovechando que traigo falda, desliza ahora la mano hacia arriba y toca mi entre pierna. Otro gemido abandona mi boca. Suelta mi pecho y me besa nuevamente los labios. Enloquezco, frotó su espalda con mis manos mientras él sigue frotándome por encima de mis panties. Suerte que mi lencería sea sexy. La baja lentamente, yo levanto las piernas para pueda deshacerse de ellas. Vuelve su mano al ataque, pero está vez, con el dedo índice y corazón abre mis pliegues y él dedo medio lo introduce en mi. Me contraigo al sentirlo.
-Estas lista bombón... - lo saca y lo introduce una vez más.
-Si... - apenas y puedo hablar.
Saca su dedo y me sienta sobre la cama. Besa mi cuello mientras desabrocha el estorboso sostén. Se para y extiende sus manos hacia mi. Me pongo de pie y me despoja de la falda. Estamos parados uno frente al otro, desnudos. Mi corazón se me va a salir del pecho. No creí nunca que fuera posible verme así frente a Seiya. Su pecho sube y baja rápido. Está tan excitado como yo. Me mira de arriba a abajo. - Eres hermosa ¿lo sabias? - No me permite responder. Se lanza nuevamente a mi boca y me levanta en volandas. Enredo mis piernas a su cintura. Puedo sentir su miembro en mis nalgas. Está sumamente duro. Se sienta en la cama y yo quedo a horcajadas sobre él.
-Me encantas... eres tan sexy... dice en mi oído mientras con sus manos recorre mi espalda. - yo me excito aún más. Pone sus manos sobre mis nalgas y me levanta para introducirme en él. Lenta, muy lenta y dolorosamente. Un gemido de placer sale de ambos al tiempo que nos hacemos uno solo.
Subo y bajo a placer. Me sujeto de sus hombros fuertes y varoniles. Es tan guapo, tan sexy, tan... Dios, otra vez mi cuerpo amenaza con correrse. Siento todas las terminaciones de mi cuerpo contraerse. Sujeta mis caderas y se introduce más y más. Solo gemidos se escuchan en la habitación. Nuestros cuerpos sudorosos y extasiados danzan al compás de sus embestidas. Somos uno en ese momento. Me apoderó de su boca con locura y frenesí. Estoy loca de amor por él y ahora lo tengo aquí, debajo de mi, penetrándome descontroladamente. El climáx está por llegar para ambos. Mi vientre comienza a contraerse, siento una corriente eléctrica recorrerme. Seiya apresura sus embestidas, yo le sigo el paso. Me sujeta tan fuerte de las caderas que siento que los moretones están a punto de hacerse visibles. Lo vuelvo a besar y de un segundo a otro, ambos nos corremos, explotando en un mar de sensaciones. Arquea su espalda hacia atrás y yo hago lo mismo. El último gemido de ambos, se debió escuchar hasta a dos cuadras. Siento su líquido correr por mi vagina y luego se desliza hasta su entrepierna. Estamos sudados y cansados. Cuando recupera el aliento, me sujeta del cuello y me besa. Pero esta vez no es un beso devorador, es un beso dulce y tranquilo. Me abrazo a su cuello y lo acerco más a mi para profundizar el beso. Se pone de pie aún dentro de mi y me deposita nuevamente en la cama. Sale de mi y se tira a mi lado.
Me acercó hasta él y colocó mi cabeza en su pecho. Estamos exhaustos.
-Bombón...
-¿Si? levantó mi cabeza para verlo.
Comienza a reír. -No sé que decir... me tienes sin palabras.
-¿Enserio?
se incorpora y se coloca nuevamente sobre mi. -Debo admitir que no esperaba que esto pasara, créeme cuando te digo que no vine con esa intención... pero también créeme que hacer el amor contigo fue exquisito... -depósito un dulce besos en mis labios. - y lo volvería a hacer una y otra vez más...
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¿Que les pareció? Hasta que por fin... ya le hacia falta a Serena deschongarse y ser feliz... 😂 Quiero saber qué opinan... las leo!

El Diario de Serena TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora