Capítulo 16

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Querido diario:

Hace tiempo que no escribía en tus páginas porque la verdad es que no me apetecía. La razón, bueno tú ya la sabes... ese hombre que ha llenado mi corazón y con el cual he llenado tus paginas, Seiya Kou.

Hace un mes que salí de casa de mi madre sin rumbo fijo. He estado en diversos lugares, la verdad es que no quiero y no puedo quedarme en un solo lugar, trato de que mi madre no me encuentre y tampoco Dárien. Otro dolor de cabeza. Como no a querido firmar los papeles del divorcio me busca y me busca para según él, reconciliarnos, pero no quiero, me niego a volver a ese lugar, a volver a mi antigua casa, a volver a lo que era, bueno, aunque quisiera y no puedo, esa ya no soy yo, esa se murió aquel día en que Seiya me dijo que se casaba. Ahora debe de estar feliz y dichoso seguramente, y honestamente, yo no quiero ser testigo de esa dicha.
Lo sé, lo sé, soy un persona horrible y egoísta por pensar así, pero es mi dolor el que habla, es la sensación de vacío que tengo en el corazón lo que me hace decir eso. Pensé que con el tiempo y la distancia mi corazón sanaría, pero no fue así.
Ahora me encuentro en un lugar cerca del mar. Me encanta escuchar las olas romper por la noche. Es un sonido arrullador, siento paz y calma, y al menos desde que estoy aquí he podio conciliar el sueño, pues antes, he pasado todas las noches en vela, llorando, pensando, gritando.
Este dolor no me deja vivir, me duele en el fondo del alma ver como todo se fue por un tubo. Mi matrimonio, mi amistad son Seiya, mi trabajo. Al menos antes él estaba en mi vida, de lejos, por momentos, pero ahí estaba... sabía que habíamos formado una amistad indescriptible, pero cuando esa amistad se comenzó a convertir en amor, todo dejó de importar y todo se vino a bajo.

-Serena... -Escuchó detrás de mi. De pronto siento que estoy alucinando y que el sonido de las olas del mar me están haciendo desvariar. Me quedo quieta, mis ojos han salido de sus órbitas y mi corazón nuevamente late desbocado. No quiero voltear y ver que todo es un sueño.
-Serena ¿acaso no me escuchas? - Dios, esa voz, sé quien es el dueño de esa voz pero me resisto a voltear, llevo un mes tratando de olvidar al dueño de esa voz, claro que no he tenido existo, pero no quiero volver a lo mismo, no puedo permitirlo.
-¿No me vas a dirigir la palabra?- Aahhhh... tengo que salir de aquí, no puedo verlo, no quiero, pero para empezar ¿qué demonios hace él  aquí? Me toca el hombro y yo inmediatamente me pongo de pie y salgo corriendo como alma que lleva el diablo. Dios ¿por qué lo mandaste? ¿por qué de todos los
lugares del mundo tenía que venir aquí? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Cuando llegué al hotel, rápidamente tomé mis cosas e hice mis maletas. Tengo que irme lo más pronto posible antes de que se le ocurra encontrarme. No sé porque está aquí y no sé si está solo o que, ¿qué tal si vino con Michiru de luna de miel? Dios, eso es aún peor. No quiero verlos, no quiero, no quiero, pero parece que al destino le vale lo que yo quiera o sienta. De pronto me llega un mensaje:
-Serena ¿por qué no quisiste hablarme? Dime donde estás y voy a buscarte ahora mismo. Por favor, necesito hablar contigo... te he estado buscando desde hace días y no puedo creer que te haya encontrado aquí... responde.
¡ahhhh! ¡Seiya, si que eres un cabezota! ¿Por qué insistes?
-Pues yo no quiero hablar contigo, me importa muy poco si me estabas buscando o quieres decirme algo, no me interesa y te agradecería que no me molestes, lo que se tenía que decir ya se dijo entre tú y yo, así que adiós Seiya. - Espero que con eso entienda y deje de molestarme, no sé qué quiera decirme, aunque si te soy sincera me dio curiosidad, no, no, no, estoy volviéndome loca. Creo que él ha dejado bastante claro su punto cada vez que dice "quiero verte", ya estoy harta de que siempre que dice eso me rompa el corazón.
-Entiendo que estes molesta, pero enserio necesito hablar contigo.
-Pues si tanto te urge decirme algo, dímelo por aquí, porque por ningún motivo quiero verte.
-Serena...
-Seiya...
-No seas inmadura y  dime ¿donde estás?
-Mira Seiya, no soy inmadura, no quiero verte, creo que siempre fui muy clara en cuento a lo que sentía por ti y tú también lo fuiste, y me sé de memoria como terminan nuestro encuentros, así que no veo de que tengamos que hablar tú y yo.
-¿sentías? - Esa pregunta me  tomó por sorpresa.
-¿a donde quieres llegar? ¿sentía? Si, lo sentía, ya no lo siento. - Que pretende ¿jugar?
-Bombón, por favor necesito que me escuches.
No, no y no... eso es juego sucio, piensa que al decirme así voy a ir corriendo hacia él como idiota, está equivocado.
-Deja de llamarme así.... acaso a tu esposa le parece bien que llames así a una amiga, no lo creo.
-Michiru no es mi esposa.

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🙊 Ni vergüenza tengo... pero aquí está, espero les guste. Juro no tardaré en actualizar, y también para la que les gusta mi historia de amigos no, en estos días tienen la actualización! mil gracias por leerme... 😘

El Diario de Serena TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora