Capítulo 10

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Querido diario:

Ahora estoy empacando mis cosas ¿porqué? pues simplemente por que le he pedido el divorcio a Dárien y él no me lo ha querido dar. Alegó que estoy loca y que seguro estoy pasando por un momento de depresión, que debemos ir a terapia y honestamente yo no quiero, así que es más fácil alejarme de él y luego interponer la demanda de divorcio. Seguro me acusará de abandonar el domicilio conyugal y quien sabe qué cosas más, pero honestamente no me importa. Ya no quiero y no puedo vivir con un hombre que me abandona la mayoría de la semana por ir a reuniones, con el que peleo por cosas tan simples, como que salpica el baño. Ya no puedo. Y sobre todo, porque amo Seiya y creo que no es justo que esté con él. Creo que ese amor que sentía se fue apagando. Por mi culpa en gran parte, posiblemente. Dejé de hacer las cosas que antes hacía para conquistarlo, dejé que me dejara en casa para acudir a reuniones, dejé que me importara más mandar mensaje a un extraño al que al principio no conocía, que velar por mi matrimonio. Pero bueno, no es que Dárien estuviere al pendiente al cien por ciento. Esto se acabó y es definitivo.
Recuerdo la plática que tuvimos respecto a eso:
-Dárien tenemos que hablar.
-¿Que pasa? ¿ Está todo bien?
-No. No está nada bien.
-¿Que pasa Serena?
-Quiero que nos divorciemos.
-¿Que? ¿De que hablas?
-De que no soy feliz y quiero serlo. Dárien hace tiempo que tú y yo ya no estamos bien. Tú te ocupas de otras cosas más que de mi. Para ti es más importante dejarme sola todas las noches alegando reuniones importantes con clientes y yo siempre me quedo aquí sola. En el trabajo tú siempre estás ocupado y ni siquiera porque es el mismo edificio podemos vernos. Ya no te importa este matrimonio, y honestamente a mi tampoco.
-¿De qué demonios estás hablando? Si trabajo es para nuestro benéfico, si voy con clientes a tomarnos un copa por las noches, es por negocios. Lo que hago lo hago para que la constructora crezca. Seguro esto es porque, como te quedas sola en casa sólo estás pensando cosas tontas. Deberías de ocupar tu tiempo en algo productivo.
-No Dárien. No es que sólo esté aquí por las noches pensando como joderte la vida. El negocio también ha crecido porque mis proyectos son buenos, porque hago un buen trabajo y los clientes siempre quedan muy satisfechos. Eso es lo que habla de que somos una constructora prestigiosa. Los buenos proyectos, no tomar copas con los clientes.
-Mira Serena, creo que no estamos manejando bien esto, si te sientes sola, puedes acompañarme a las reuniones, podemos ir al cine el fin de semana, o si quieres, vamos a terapia. Seguro estás deprimida o estresada.
-¿depresiva o estresada? ¿Eso es lo que piensas?
-Seguro las hormonas están hablando por ti.
- Pensé que estos años de matrimonio habían servido de algo, pero veo que ni siquiera me conoces un poco. Posiblemente esté deprimida ¿pero sabes a qué se debe? A qué para mi marido es más importante todo lo demás, que su esposa. Y no te voy a negar que yo también tengo la culpa de lo que está pasando. Pero ya no hay nada en mi que pueda ofrecerte. Mi amor por ti ya se murió y quiero por primera vez en mucho tiempo ser feliz.
-¿Es tu última palabra?
-Si.
-Pues no te voy a dar el divorcio y hazle como quieras.
-Eso lo veremos.

Así que aquí estoy, guardando mis cosas aprovechando que él no está, y no puede impedirme que me vaya.
Es mejor así. Iré con mi madre que está feliz de aceptarme en su casa.
Realmente ni siquiera sé qué voy a hacer respecto a todo. El negocio es mutuo, la casa y muchos bienes más. Dejaré que lo abogado se encargue de eso. La verdad es que lo único que quiero hacer es salir de aquí.

El Diario de Serena TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora