Capítulo 27

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Querido Diario:

Ha pasado un mes desde que Michiru nos soltó la noticia de que estaba embarazada... Sé que desde entonces no había escrito en tus páginas, pero con todo lo que ha sucedido no tuve cabeza, ni tiempo.

No creerás todo lo que ha pasado en este mes...

Días después de lo acontecido, Seiya acompañó a Michiru a hacerse la prueba de embarazo con un ginecólogo, y aunque al principio ésta se negó, Haruka fue con ellos. El doctor efectivamente confirmó la noticia, aunque no pudieron saber quién era el padre ya que ese tipo de prueba podría interrumpir el embarazo, así que esperarán a que nazca.

Haruka asegura que es de él y Seiya no dice nada al respecto, prefiere esperar a que una prueba fidedigna lo confirme.

Seiya y yo estamos en paz, bueno, al menos eso creo. No hablamos del tema, no queremos. Todos los días viene a casa por las tardes y comemos juntos, hablamos, vemos películas, salimos a caminar a un parque cercano... cosas de ese estilo.

Por cierto, no te había dicho, comencé a trabajar en una pequeña constructora hace unos días, la verdad me siento muy bien, es un lugar muy agradable y mis compañeros de trabajo son muy amables.

Sigo sin saber de Darién, es raro, desde la pelea con Seiya, no lo volví a ver.
Cuando por fin me llegó la sentencia de divorcio, pensé que aparecería, pero nada, ¡Quien sabe dónde esté!.

Hoy por la noche veré a Seiya para cenar ya que estaba  muy ocupado para la hora de la comida. La verdad es que me muero de ansias de besarlo y abrazarlo. Desde aquel viaje no ha vuelto a pasar nada entre nosotros y aunque me muero de ganas de estar con él,  me da miedo pensar que tal vez él no quiera por todo lo que ha sucedido.

- ¡Bombón! - una dulce voz me saca de mis pensamientos.

- ¿Seiya? - miro el reloj que llevo en la mano derecha - ¿Qué hace aquí? Son apenas las seis.

Cierro mi diario y lo guardo en uno de los cajones de mi escritorio. Me pongo de pie y salgo de la habitación hacia la sala, llego a la puerta y la abro. El hombre más guapo del mundo está frente a mí con una enorme y perfecta sonrisa.

- Hola Bombón... - se acerca a mí y me da un pequeño beso en los labios.

Le correspondo aún sorprendida por su visita tan temprano.

- Hola Seiya...

De pronto saca un pequeño ramo de rosas rojas.

- Ten, esto es para ti.

Las tomo sorprendida y le doy otro beso en agradecimiento.

- Pasa por favor... - me hago a un lado para dejarlo pasar - ¿pensé que habíamos quedado para cenar?

- Así es, pero decidí venir antes, apenas terminé con el trabajo y quise venir a verte inmediatamente.

Entramos en la sala y me toma de la mano para que lo acompañe a sentarse.

- ¿Pasa algo? - me acomodo a su lado y lo miro expectante.

No responde, su mirada me dice algo aunque no sé qué. Se acerca lentamente, me toma de la nuca y me besa, pero no es un beso tierno, no, es un beso cargando de pasión y ansiedad. Un beso que demuestra lo que yo he querido ocultar. Deseo.

El Diario de Serena TsukinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora