Capítulo 7: Lobo desconocido

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Aquellas dos esferas color plata que se incorporaban en aquel lobo negro como ojos me miraban de una forma amenazante y de por su no me daba buena vibra que de la nada estuviere ahí. Al enorme lobo negro me muestra sus dientes acompañado de un gruñido, a lo que no puedo evitar hacer lo mismo y que un gruñido lleno de amenaza y advertencia salga por mi garganta y llegue hasta los oídos del desconocido.

*vaya, vaya, la futura alfa de la manada Green* Lo dice en un tono cargado de burla

* ¿Quién eres y que haces aquí?*

* Pronto, más adelante escucharás más de mí, pero... ¿Por qué no regresas con tú manada?* Su voz no abandona la burla que trae consigo, así que no puedo evitar mostrar mis colmillos una vez más.

* Hermana * La voz de Brad invade mis oídos * Creo que lo conozco es...

* Ahora no, Bryan, estamos a punto de tener una pelea... te tengo que dejar... * Cierro nuestra conversación y sólo me centro en el enorme lobo desconocido

* No pienso regresar* La amenaza no abandona mi voz, al contrario, incrementa. Lo miro de una forma fría y poniéndome en posición de ataque lista para cualquier movimiento de su parte.

* ¿Que fue tan malo? ¿Nicolás? * Me sorprendo al escuchar las palabras del desconocido y no puedo evitar mostrar la sorpresa en mi mirada.

* ¿Cómo sabes de él? *

* Lo he visto... puede que esté en peligro si tú lo estas* Aunque no quería admitirlo en un rincón muy profundo y escondido en mi ser sentía algo por Nicolás tal vez no amor pero si me sigue importando y como no, si alguna vez lo amé y hubiera dado mi vida por él.

* Entonces ¿Sabes lo que pasó? * La frialdad e indiferencia vuelve a invadirme y sorprende al lobo. De nuevo muestro mis colmillos esperando que dejáramos de charlar.

* No, sólo te vi salir de su casa  llorando, otra vez con una mejilla roja, supe que te había pegado porque en cuanto saliste de la casa te tragaste las lágrimas que estaban por salir y discretamente llevaste tu mano a la cara, otra vez, y la última con tú ropa despedazada, el pelo enmarañado, lágrimas en ti, brazos cruzados y saliste corriendo... obvio está última pasó en otra casa... * Al recordar esos momentos la furia no tarda en invadir por competo mi ser, él sabía lo que Nicolás me había hecho eso quiere decir que me vigiló y yo bajé la guardia, un error que definitivamente nunca se debe hacer, bajo cualquier circunstancia.

* Cállate, no deberías saber nada, pedazo de mierda * Definitivamente hay dolor en mi, pero la furia es quien me domina poco a poco

* Lo peor fue... que llegaste a casa, no sé que le dijiste a tú padre y te sacó de allí, llevándote con la enfermera, y luego te llevó de nuevo a casa... así que para tener todo dime... ¿Qué pasó? * Intenta hacerme enojar y que sea yo la primera en atacar, se me esa táctica de memoria, y para ser sincera lo está consiguiendo

* ¿Que te importa? *

* Necesito información para una persona especial* Da una pequeña risa burlona * Por cierto, soy Michael, el lobo que te ha estado espiando y del que nunca te diste cuenta * De nuevo se burla de mí y ya no estoy tolerando eso.

* No me importa que sepas lo que he pasado, no sabes quién soy y ahora por tú bien largo *

* Como diga mi alfa... oh, esperen ya no lo es... *

No logro aguantar más y nuestros mis dientes totalmente afilados listos para enterrarse en su cuello. Michael se sienta en la tierra y da una sonora carcajada, si, su plan de provocarme y que sea yo la que ataque funciona, sin pensar en nada mas que en la ira recorrerme por las venas y cada centímetro de mi ser corro hacia él hecha una furia, sacando las garras y los colmillos, lista para hacerle mucho daño, pero en ese momento es se para y me avienta lo que provoca que me estrelle contra un árbol, pero lo peor fue que una trampa para cazadores se clava en mi pata izquierda, mira Michael y el trae un fuerte rasguño profundo que va desgarrando su piel casi la pata completa. Logro zafarme de la lanza y mirarlo detenidamente, duele pero no como debería y eso se debe a la adrenalina que llevo conmigo. Y lo extraño es que no miro a quien me hirió con la lanza

* Pronto nos volveremos a ver * Lo dice aún burlón pero con un ligero toque de furia en su voz.

Cuando Michael se va me recuesto en la tierra y cuando la adrenalina va abandonando mi cuerpo el dolor incesante en mi pata empieza a hacerse mucho más fuerte y cierro los ojos gracias al dolor que va subiendo poco a poco y extendiéndose lentamente. Me vi como una tonta, me vi débil y eso es una de las cosas que menos quiero parecer, a la primera me goleó y me tumbó, a la primera me lastimó, me tomó totalmente desprevenida, mi ira me cegó y no logré quitarme de aquella lanza. Deberé de practicar más, no dejarme guiar por la ira que por eso me he visto derrotada y no sólo esta vez. Lanzo un ligero aullido que de inmediato lo interrumpo al darme cuenta de que Michael puede escuchar y crea, probablemente, que ha ganado y No puedo darle esa satisfacción pero el dolor es realmente fuerte.
No me doy cuenta de que mis ojos empiezan a pesar más y los voy cerrando poco a poco hasta quedar completamente inconsciente y ya no sentir el dolor y furia que me invadían.



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