Capítulo 12 (Amanda)

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Necesito irme de la cocina ahora, no puedo ni quiero escuchar la explicación que le va a dar Alejandro a Claudia sobre porque saco él las sabanas ayer. El recuerdo me revuelve el estómago. Así que me disculpo y me voy a la habitación de Alejandro para limpiarla y hoy le voy a poner más esmero.

Cuando estoy entrando, escucho a Alejandro gritar muy enojado, no llego a entender que es lo que dice, pero es evidente que Claudia se pasó con lo que le dijo, porque con lo que la quiere, no puedo creer que le esté gritando así. Unos segundos después se escucha un portazo.

Va a ser mejor me ponga a trabajar, así que abro la ventana para que se ventile, no creo que hoy vuelva a entrar Alejandro... Hago la cama, aspiro bien la alfombra, hay que sacar todo rastro de que acá hubo una mujer ayer. Luego entro al baño y lo limpio a fondo. Cuando termino de limpiar todo, agarro la ropa sucia para llevarla al lavadero, pero cuando estoy saliendo comienza a sonar mi celular, seguramente que debe ser mi mamá, pero cuando miro la pantalla dice "número desconocido" así que corto, seguramente debe ser alguien que se equivocó, pero segundos después vuelve a llamar, así que lo atiendo:

— ¿Hola?—

—Hola Nena... pensé que no me ibas a atender...— Dejo caer la ropa al piso. Esa voz hace que me recorra un escalofrío por la espalda, no puede ser que haya conseguido este número.

— ¿Cómo conseguiste este número?—

—Nena, vos sabes que a la corta o a la larga consigo todo lo que quiero...—

— ¿Cómo conseguiste este número?—

—Digamos que Ricky es un poco despistado con su celular... pero no te enojes con él, es un buen tipo, aparte no queres que se entere quien soy yo, no me gustaría tener que romperlo todo, tiene una nena chiquita...— me lo dice en un tono muy amenazante. Me dejo caer en el suelo y con vos temblorosa le pregunto:

— ¿Qué es lo que queres Marcos?—

—Lo mismo de siempre... a vos. —

— ¿¡Por qué no me dejas en paz!?— digo mientras que me pongo a llorar.

—Nena, nena. No llores, sabes que no me provoca nada... Quiero que nos encontremos. —

—Sabes que tenés una restricción y no te podes acercar a mi...— logro decir.

—Si ya lo sé, pero si vos venís a mi yo no puedo hacer nada...—

— ¿Y qué te hace pensar que yo voy a ir a verte?—

—Porque sabes que es lo mejor para la gente que queres... hablando de eso, espero que no seas tan zorra de estar acostándote con tu jefe, lo vi y sé que no es mucho más grande que vos. No me obligues a tener que explicarle que a mí no me gusta compartir mis cosas... ya sabes que después todo termina mal. —

—Qué no se te ocurra acercarte a Alejandro...—

— ¡¿Alejandro?! Ya veo, lo llamas por el nombre pedazo de zorra... no tardaste ni una semana para revolcarte con él. — me grita.

— ¡No, no me acuesto con él, mantenete lejos de Alejandro! No me obligues a hacerte una denuncia por acoso...—

— ¿Me estas amenazando, perra? ¿Tan bueno es en la cama ese hijo de puta que lo defendés así? ¡Contestame!—

—Marcos no me acuesto con él...—

En ese momento se abre la puerta de la habitación y veo a Claudia parada con cara de preocupación, se acerca a mí y agachándose al lado mío me pregunta:

— ¿Qué te pasa Amy?—

No quiero decirle nada y tengo que sacarme de encima a Marcos así que le sonrío a Claudia tranquilizándola y luego digo:

Alejandro  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora