No me arrepiento de nada. Bueno si me arrepiento de algo, de no haberle dicho que me enamore de ella como un estúpido... Sé que había pensado en ir despacio, con pie de plomo. Pero el que se haya sonrojado fue la gota que necesitaba para que se rebalse el vaso...
Me quedo recostado en el sillón pensando y rememorando el beso que nos dimos. Lo bien que se sintió. Creo que nunca sentí con ninguna mujer lo que se sentí recién con ella. Y sé que a Amanda le paso lo mismo, lo pude sentir.
Sé que se me fue las manos cuando la subí a horcadas sobre mis piernas, pero juro que no lo pude evitar... o tal vez no lo quise evitar...
Después de todo esto, Amanda se fue a su habitación, o mejor dicho huyo..., dejándome más desconcertado de lo que estuve alguna vez en mi vida. No entiendo que es lo que le paso. Ella misma me dijo que se había enamorado de mí. No entiendo porque este rechazo...
Lo tengo que deja estar... es lo mejor. Voy a tratar de no forzar nada más con ella. Que las cosas simplemente fluyan... Así que focalizo mi mente en lo que tengo que hacer en este momento, juntar todas las cosas sucias y llevarlas al lavaplatos.
Acomodo todo, o al menos trato y después de apagar las luces, sin pensarlo y como si estuviese atraído por un imán me dirijo a la habitación de Amanda en lugar de a la mía. Espero de no arrepentirme de esto...
Golpeo despacio la puerta de la habitación de Amanda y espero. La verdad que no se bien que es lo que le voy a decir, simplemente necesito... no sé. Solo quiero verla nuevamente.
A los pocos segundos Amanda abre la puerta. Esta absolutamente hermosa. Evidentemente recién sale de bañarse.
Se me queda mirando sin decir nada, así que sin pensar las consecuencias me acerco a ella y abrazándola por la cintura la aprieto contra mi cuerpo y la beso.
Amanda para mi sorpresa no me rechaza, al contrario, es como si realmente hubiese estado esperando esto.
La beso como si mi vida dependiera de esto, aunque un poco es así. Me hice absolutamente dependiente de ella, en todos los sentidos.
Entonces hago lo que tendría que haber hecho antes, separándome un poco de sus labios le digo:
—Amanda, me enamore de vos... Necesito estar con vos. —
Amanda abre los ojos y me mira seria sin decir nada, inmediatamente temo que me rechace. Qué me diga que ya no siente nada por mí. Creo que me moriría de ser así...
Entonces endulzando su mirada me dice:
—Yo también estoy enamorada de vos...— me susurra sobre mis labios. No tengo palabras para describir lo que estoy sintiendo en este momento. Así que la vuelvo a besar. Sobran las palabras.
Mis manos recorren su espalda, necesito tocarla, acariciarla. Amanda tiene la respiración acelerada y sé que estoy perdido... Si no paro ahora, en este preciso momento, no voy a querer parar y no voy a poder parar... Internamente estoy en guerra entre lo que quiero y lo que debo. De lo único que estoy seguro, es que no quiero hacer nada que pueda hacer que la pierda, menos ahora que sé que me ama al igual que lo hago yo.
— Amanda, si no paro ahora, sé que no lo voy a poder hacer después. No quiero echar a perder ésto antes que empiece... — susurro sobre sus labios y no se me escucha muy convencido pero es lo mejor que puedo hacer en este momento.
Amanda me mira con un brillo que nunca le vi en los ojos. Tiene las mejillas encendidas. Esta radiante y absolutamente hermosa. No veo la hora de poder comprobar lo hermosa que se pone después de hacer el amor.
Amanda asiente con la cabeza sin decir nada. Luego de un momento me dice:
—Si. Creo que va a ser lo mejor... Vayamos despacio...—
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Alejandro [COMPLETA]
RomanceAlejandro es un joven arquitecto de 33 años, que tras la muerte de sus padres empieza a padecer de agorafobia, impidiéndole que pueda salir de su lujoso departamento. Contrata a Amanda como su nueva ama de llaves, una joven de 27 años, que está esca...