Capítulo 9

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...

—¿Con quién? —Digo haciéndome la loca, como si no supiera que me estuviera hablando de Ethan y seguí caminando en dirección a la casa, sin ni siquiera voltearlo a ver.

Cuando de repente siento su mano cálida que me detiene, volteo y nos quedamos viéndonos a los ojos  nuevamente.

—No te hagas la que no sabe... te vi con Ethan —me dice enojado.

Quito su mano de mí brazo con pesadez y le digo: —¿De cuando acá yo te tengo que dar explicaciones si estoy con Ethan o con otro chico? —Digo con total  naturalidad mirándolo fijamente.

—Él no es un buen chico —lo escucho decir.

—¿En serio? ¿Por qué? ¿Porque tu si lo eres acaso? —Digo riéndome con ironía y sigo caminando.

—Aléjate de él —añadió.

Me detengo y lo desafío con la mirada.

—¿Por qué? ¿Dime? O es que... ¿acaso estas celoso de que este con él? —termino diciendo.

Noto que se pone nervioso cuando me acerco a él diciéndole eso.

Él inmediatamente me esquiva la mirada y no me responde a lo que le pregunte, solo me dice: —no creas en lo que te dice.

De verdad no lo entiendo, a veces siento que le gusto, otras veces lo siento distante... de verdad ya no se ni que pensar.

No le digo más nada y sigo caminando, pero acelerando el paso, ya que no quería seguir hablando con Matthew. Cada vez que lo hacía, terminábamos  discutiendo por tonterías.

Estaba decepcionada, triste y con muchos sentimientos encontrados... ni yo sabía exactamente lo que me pasaba.

Pero para  mí mala suerte voy tan perturbada, con mi mente en quién sabe dónde mirando hacia el frente, que me tropiezo con una piedra o no sé lo que estaba atravesado en el camino logrando que me cayera.

Intente levantarme y seguir caminando pero mi pie derecho me dolía mucho... no podía ni siquiera afincarlo.

Cuando miro hacia mi lado izquierdo veo a Victoria caminando hacia donde estábamos nosotros algo enfadada, luego volteo y veo a Matthew acercándose a mí casi corriendo.

Me quejo del dolor al seguir intentando levantarme pero fue inútil.

Matthew me ayudo de inmediato,me apoye en su hombro, pero aun así me dolía al caminar, mis ojos estaban húmedos del dolor que me causaba.

—Ya va Matthew —le dije casi sin aliento y quejándome del dolor.

En eso llego Victoria alterada y diciéndole a Matthew: —Creo que esa niña solo quiere llamar tu atención, ¿acaso no te das cuenta? no le prestes atención —le dijo Victoria furiosa agarrando a Matthew del brazo.

—¡Ya basta Victoria! de verdad contigo no se puede hablar, ¿no vez que se le doblo el pie? —dice Matthew alterado y en su rostro noto que estaba preocupado.

—¿Y tú no te das cuenta de que esta niñita lo que quiere es estar a tu lado porque le gustas?

—Qué cosas dices Victoria —dice él negando con su cabeza.

Me sentí realmente incomoda al escuchar a Victoria decirle eso a Matthew, me estaba poniendo en evidencia. Ella ya se había dado cuenta de que él me gustaba. Menos mal que Matthew no le hizo mucho caso a su comentario.

—¿Ya no me amas porque te gusta ella verdad? —dijo Victoria con  sus ojos cristalizados.

—Ya entre nosotros no existe nada...creo que ya lo hablamos ¿no recuerdas? Creí que ya estabas clara, pero ya veo que no —dijo él levantándome e ignorándola a ella por completo, y me cargo hasta la casa en sus brazos.

Me gustaba sentirme así, me sentía protegida y segura en sus brazos. Victoria solo se quedó ahí, viendo como nos alejábamos.

En realidad no sabía que pasaba entre ellos, pero tampoco iba a ser tan inoportuna preguntándole sobre eso. Yo solo me quede intrigada pensando en lo que ella le había preguntando a Matthew y él no respondió. No lo negó y tampoco lo admitió.

No sé porque pero en el fondo sentía que realmente yo también le gustaba. Y lo de hace rato con Ethan... ese comportamiento solo lo hace una persona cuando esta celosa, y a mi parecer él lo estaba. Sentía una esperanza, pero ninguno de los dos daba su brazo a torcer.

Entramos a la casa y lo primero que escucho es a Maria diciendo: —¿Qué le paso a la señorita Charlotte? —dice algo preocupada sacándome de mis pensamientos y regresándome a la realidad.

—Se tropezó con algo y se dobló el pie —dice Matthew sentándome en el sofá.

Maria fue por el botiquín y enseguida lo trajo. Matthew me quito mi bota cuidadosamente.

En su rostro se le notaba que estaba preocupado por mí. Y en mi rostro se dibujó una pequeña sonrisa. Verdaderamente le importo —pensé.

Me coloco una crema mentolada mientras me hacía unos masajes —¿te duele? —me dijo mirándome con esos ojitos que me derretían.

—Sí, aun me duele —dije quejándome.

—Por suerte solo fue un leve esguince—me dijo algo aliviado, pero te voy a poner una tobillera en tu pie.

Solo asentí con mi cabeza. Cuando termino de colocarme la tobillera me dijo: —te llevare a tu habitación así te relajas un rato —me lo dijo con una tierna sonrisa.

Cuando intentaba levantarme del sofá y colocar mi pie en el suelo, Matthew me regaño.

—No te puedes forzar, o se empeorará la lesión.

Simplemente me agarro y me cargo en sus brazos de nuevo. Su aroma me estaba enloqueciendo. Mis mejillas se sonrojaron, y estoy segura que él lo noto.

Tenía mi brazo rodeando su cuello, y en ese preciso momento que estábamos subiendo las escaleras, me mira de esa forma logrando que mi corazón comenzara a acelerarse.

Nuestros rostros estaban tan cerca, igual que sus labios de los míos... mi mirada bajo a sus labios carnosos, sentí deseos de besarlo en ese preciso momento, luego me esquivo la mirada algo nervioso, abrió la puerta de mi habitación y me acostó en la cama con mucho cuidado.

Adoraba cuando él se portaba de esa manera, tan caballero y atento conmigo. Pero también tenía ganas de que dejara de un lado eso, y se atreviera a besarme.

Me acosté suspirando por Matthew, tenía su fragancia impregnada en mi blusa.

Vacaciones de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora