Capítulo 17

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Narra Matthew

Después de presenciar esa escena romántica preferí irme al despacho a trabajar y seguir con mi trabajo el cual tenía algo abandonado por estar atrás de Charlotte.

Estaba buscando otra persona que se encargara del diseño del vino, ya que Victoria no lo seria, después de la última vez que nos vimos se lo deje claro... desde esa vez no volvió a molestar más. Por suerte pude contratar otra persona que se encargaría de todo.

Cuando salgo un rato para despegar mi mente me encuentro a Charlotte con el idiota de Ethan a los lejos —suspire enojado.

Preferí volver adentro y continuar con lo que estaba haciendo—dije resoplando.

Al mucho rato comencé a sentirme mal, así que fui a la farmacia que quedaba en el pueblo para comprar unos medicamentos, no sé por qué pero estaba sintiendo un escalofrió por todo el cuerpo, tal vez me resfrié el día que fui a la laguna con Charlotte.

Pase el resto del día encerrado y trabajando, aunque en ocasiones mis pensamientos me traicionaban... se perdían en Charlotte, y en sus besos... le di un golpe a la mesa.

—Porque no te puedo sacar de mi cabeza ¿Por qué? por más que trate estas clavada como un ancla en mi mente.

—¿Que voy a ser contigo Charlotte? —dije en voz baja suspirando por ella.

...

Llegue casi a las 8 de la noche, Charlotte ni Maria estaban por la casa, —tal vez ya estén en sus habitaciones —murmure en voz baja.  Fui a la cocina por un vaso de agua y me tome la pastilla. Mi cuerpo temblaba de la fiebre que tenía, fui a mi habitación y me bañe para bajar la fiebre.

En la madrugada me desperté de la fiebre alta de nuevo, mis huesos me dolían y como pude baje por un vaso de agua y me tome la pastilla.

Para mi mala suerte se me cayó un vaso haciendo ruido, escuche pasos que venían del pasillo.

—Niño Matthew, ¿Qué tienes? Te vez pálido —me dijo Maria preocupada acercándose a mi tocándome la frente.

—Tienes mucha fiebre —dijo Maria preocupada.

—Me acabo de tomar la pastilla —le dije sin mucho ánimo de hablar.

—Ve a acostarte, ahorita te llevo un té.

Narra Charlotte

Escuche la puerta de la habitación de Matthew, quería buscarlo y hablar con él, no podía dormir... desde la mañana que salió enojado no lo vi más. Extrañe su presencia en todo el día... su risa, hasta extrañaba sus comentarios fuera de lugar haciendo que me enojara...

Me levante de la cama dispuesta a hablar con él cuando escuche voces, me acerque más a la puerta pegando mi oído para escuchar mejor.

—Pero esa es la voz de Maria —murmure en voz baja.

Escuche claramente cuando Maria le decía a Matthew que le avisara cualquier cosa si se sentía peor.

—¿Acaso está enfermo Matthew? —pensé preocupada. Espere a que Maria cerrara la puerta, y luego salí.

—¿Pasa algo? —le pregunte a Maria angustiada.

—Sí, Matthew tiene mucha fiebre —me dijo en voz baja mientras se apoyaba en el pasamano de la escalera.

Me quede pensativa y luego le dije: —yo podría estar pendiente de él ya que estoy a solo un paso de su habitación.

—Si Charlotte te lo agradecería, yo lo vi muy mal —me dijo Maria angustiada.

Me quede afuera justo en frente de la habitación de Matthew, pero no me decidía a entrar, hasta que me arme de valor y abrí la puerta con cuidado, recordé esa vez que él también había entrado a mi habitación sin tocar la puerta y yo me moleste.

—Espero que no se moleste conmigo más de lo que ya estaba esta mañana —pensé angustiada.

Cuando entre lo vi arropado de los pies hasta el cuello y temblando.

—Charlotte... que... ¿Qué haces aquí? —dijo con su voz entrecortada y algo temblorosa en cuanto me vio.

—Maria me dijo que tenías fiebre, y me preocupe por ti —dije mirándolo con ternura.

—Ya... ya estoy mejor —dijo volteando su cara a su lado izquierdo.

—Ah ok... ok... con que piensas ignorarme —pensé frustrada.

—Por favor Matthew no seas orgulloso, no estás nada bien —le digo regañándolo.

—Bueno ya me tome la pastilla y ahorita se me pasa —me dijo aun viendo al otro lado.

—¿Por qué tienes que ser tan malcriado? —le digo acercándome a él.

Y él simplemente me esquivo la mirada. Me quede ahí sentada en una orilla de la cama.

—¿No piensas irte? —lo escucho decir en voz baja.

—No, no me iré... me quedare a cuidarte —le dije quitándole el pañuelo mojado que tenía puesto en su frente. Eso ayudaba un poco a bajar la fiebre.

—Estas hirviendo en fiebre Matthew, creo que deberías bañarte para que se te baje más rápido —dije preocupada.

—No me importa, no me voy a bañar —dijo casi sin ánimo de hablar. En su voz se le notaba lo mal que estaba.

—No seas terco por favor... vamos, yo te ayudo a levantarte —le digo inténtalo levantar de la cama cosa que me fue imposible.

—Bueno entonces te estaré cambiando el pañuelo a cada rato y no me moveré de aquí —le dije cruzando mis brazos en mi pecho.

En eso veo a Matthew negando con su cabeza y mirándome algo molesto.

—Bueno ya que no te vas a ir, vamos a ver si así si te vas —me dijo levantándose de la cama quejándose un poco, en su rostro se notaba lo mal que estaba... cuando veo que se empieza a quitar la camisa delante de mí, yo esquive mi mirada tímidamente hacia otro lado, luego se quitó su pantalón y lo dejo tirado ahí... yo lo estaba viendo de reojo, cuando veo que lleva su mano a su ropa interior para quitársela.

—este hombre va a ser que me dé una convulsión aquí mismo si se quita eso delante de mi... a la que van a sacar a la clínica será a mí y no a él —pensé nerviosa.

Vacaciones de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora